capítulo 2. RASTRØ

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"Una chica algo rara en sus rasgos parecida a alguien que conocí hace mucho ,pero por extrañas circunstancias de mi vida ya no seguí hablando con ella".

Ese era mi pensamiento, mientras la miraba y notaba que además de ver cómo sus lágrimas bañaban su rostro; note un extraño gesto en su boca, similar a una sonrisa, pero no entendía el porqué de su sonrisa.

Me acerqué más a ella, tanto que podía oler su hermoso perfume, era algo peculiar pero agradable; se sentía muy bien.

-¡qué te ha sucedido!- Exclamé yo, con una voz algo sensible y sincera. - ¡eh perdido a mi mejor amiga por culpa de un chico al que me gustaba! - me dijo ella con su voz quebrada y aún más sus lágrimas salían.

Observe detenidamente su cuerpo y me quede mirando con una cara de curioso, un sitio de ella donde con una de sus manos tapaba un lugar determinado de su brazo derecho.

-Le dije con una voz algo tensa:

- ¿qué escondes hay?- No es nada solo algo que no me da gusto mostrar - dijo ella y ¡apretó más aún!

Tomé su rostro con mi mano y le mire fijamente a sus ojos.

Hay entendí quien era ella, y el porqué de su sonrisa anteriormente, sus ojos me mostraron sus sentimientos sus angustias y vi que además de su amiga le sucedía algo más, pero no logre descifrarlo pues ella bajo su mirada intentado esconder sus se...

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Hay entendí quien era ella, y el porqué de su sonrisa anteriormente, sus ojos me mostraron sus sentimientos sus angustias y vi que además de su amiga le sucedía algo más, pero no logre descifrarlo pues ella bajo su mirada intentado esconder sus sentimientos.

¿Kendrha? Oye miramé eres ¡tú!

Mis pensamientos decían que no era ella, pero algo más profundo como lo es el corazón y mi alma me decían que esa chica era ella "la ex de mi pubertad" de cuando tenía 16

¡Subió su rostro con gran velocidad y se asombro! Me miró y puso su mano en mi rostro lo acarició muy delicadamente mientras yo cerraba mis ojos, volví a sentir de nuevo ese amor, al abrirlos de nuevo vi que sólo era una alucinación.

Me encontraba en cuarto de recuperación, no entendía que había sucedido hasta que la doctora me digo -¡ya despertaste!- Yo ¡asustado pregunte por la chica!

Solo escuche en un tono muy bajo y mi visión de nuevo se colocaba borrosa;

Solo escuche en un tono muy bajo y mi visión de nuevo se colocaba borrosa;

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-Lo siento pero no había nadien contigo cuando chocastes-

No supe quien me dijo esas palabras yo solo decaí de nuevo.

El Precio De La ObsesiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora