Me voy

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—En el internado nacional de varones, nos aseguramos de que el estudiante se prepare para estar a la altura de un líder capaz de dirigir sin inconvenientes, ni dudas, con firmeza y pasión en su trabajo.

Leyó un muchacho indispuesto a irse aún cuando estaban de camino a un lugar del que no podría escapar fácilmente. Eso en realidad estaba por verse, no podía evitar reír ante este nuevo reto que al final sería una anécdota más en el futuro; otro intento fallido de sus padres para que dejara de meterse en problemas y agarrara "seriedad".

—¿De qué te ríes Matt? —Preguntó Damien.

—De... muchas cosas en realidad, ¿Enserio tengo que ir? Seguro es un lugar lleno de idiotas, no creo que haya algo con qué divertirme.

—Bueno, al menos son idiotas de la alta sociedad. Tus amigos solo son idiotas.

—"Mis amigos", lo son por un motivo. Nada en esta vida es gratis ¿no es así como dicen los "a-dul-tos"?

Silencio total.

Damien sonrió, sabía que Matt era un caso especial, era tan frívolo. Sus intenciones y sus relaciones tenían propósitos. Se sentía intimidado por ese muchacho.

—Vamos, dale una oportunidad a tu nueva vida, una nueva oportunidad, nuevos aires...-

Fui interrumpido por el más joven; que estaba sentado atrás con los brazos cruzados en el pecho como puchero. Se veían a los ojos entre ellos por el retrovisor. 

—No es algo que yo hubiese pedido.

—Es algo que te hará bien. Después de todos los problemas que causas.

—Estás de acuerdo conmigo entonces, mis padres buscan deshacerse de mí.

—No digas eso, no es a lo que me refería, ellos te quieren mucho.

—Si, me quieren, atado a una silla, sumiso y callado. Quieren que sea como un cuadro. Una linda decoración de la que pueden alardear.

Guardó silencio un momento.

—Escúchame si, ellos no buscan deshacerse de ti. Buscan deshacerte de tus amigos, quieren que busques una vida en la que no dependas de ese tipo de personas.

—¿Ellos te dijeron eso?

—Sabes que no me dirían algo como eso a mi, un simple chofer. Ellos lo dijeron mientras iban en el auto como tú ahora; joven heredo.

—No me digas así. Me molesta.

—Lo sé, lo que pretendo es molestarte.

—¿Qué consigues molestándome en un momento como este?

—Eso es, un secreto.

—¿Enserio? ¿No vas a decirle a tu "joven" dueño?

—Prefiero no compartirlo, tengo algo contra ti.

—¿Algo en mi contra? ¿Alguna razón?

—Me temo que, usted ya lo sabe "joven dueño mío".

Matt se quedó en silencio, analizando lo antes dicho.  Sonrió un poco y decidió quedarse en silencio un momento.

—¿Crees que podamos hacer una parada antes de llegar al infierno?

—Por supuesto, aunque tengamos que desviarnos un poco te llevaré a donde quieras ¿A dónde vamos?

—Yo te lo haré saber cuando sea el momento.  

Damien afirmó con la cabeza y siguió conduciendo, con intriga por saber a dónde quería ir.

Puedes empezar a odiarmeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora