Castigados

14 0 0
                                    

Narra Daniel

Están listos para el castigo!?.- nos dijo Adrián como si de una fiesta se tratase

Si.- contesté al unísono con los demás en un tono de aburriento


En el castigo

-

Ya deberían saber porque están aquí.-Nos dijo ese "profesor" el cual creo que no se va a quedar por mucho tiempo en este salón.

-Si profesor

-Bueno yo iré un rato afuera por unas cosas, mientras tanto no se muevan de aquí. Lean las páginas del libro de historia.

Yo no tengo ganas de leer esa cosa viejo amargado.-pensé

Cuando el maestro se fue rápidamente saqué las partituras del piano que tenía en mi mochila y comencé a leerlas, aunque ya no tocara el piano seguía leyendo las partituras de este.
Estaba leyendo tranquilamente las partituras, cuando de repente vi un papel que llegó el frente de mi, miré hacia los lados y pude ver a Adrián dormido, a Sabrina jugando con su lápiz y luego vi a Hanna tenía la mirada hacia la ventana, para luego darse cuenta de que la estaba mirando y voltearse, ella sonrio y señaló el papel tratando de decirme de que lo leyera.
Cuando abrí el papel decia: "hey Daniel, que tal sí después del castigo vamos a tomar algo =) para conocernos un poco mas ¿no lo crees? Dime si vas:
Si ó no"

Lo pensé un poco pero, al momento me di cuenta de que tenía razón, debíamos conocernos un poco más, así que tache la parte del papel que decía "si" y se lo devolví.

Ella lo leyó é hizo el pulgar arriba con una radiante ronrisa.

Ya eran casi las 5:00 PM y el profesor seguía sin regresar, yo sólo tenía la mirada fija a las partituras. Cuando levanté mi mirada vi a Adrián babeando, a una Sabrina furiosa porque tenía hambre y eso no me gustaba para nada, ya que cuando ella estaba hambrienta era como un oso rabioso y de mal humor, después de ver a Sabrina casi comerse la mesa, vi a Hanna también estaba hambrienta estaba como muerta en su pupitre y estaba que se tiraba por la ventana del aburrimiento.

Ya eran las 5:00 PM el maestro nos había dejado abandonados en este salón, ya me había comenzado a dar hambre, yo sólo veía a una Sabrina gritándole a Adrián que tenía hambre, pero el bello durmiente no despertaba y luego vi como estaba ante este infierno Hanna, cuando la vi estaba casi durmiendose su cabello estaba desordenado y tenía un tipo de tic en el ojo de lo hambrienta y aburrida que estaba.

Estoy seguro de que ya Sabrina se había comido el salón pero todo estaba completó, literalmente todos estábamos muertos de hambre, excepto Adrián que no tengo idea de como seguía durmiendo; de un momento a otro el profesor llegó Sabrina y Hanna no podía esperar, estaban que salían por la ventana, cuando el profesor dijo la palabra "salgan" estas dos salieron como presos de la cárcel y Adrián como que tenía una alerta en su cabeza que le avisaba cuando levantarse porque apenas que escucho la palabra "salgan" cojio sus cosas como un zombie y se fue.

-Vaya estoy seguro de que ya me dejo atrás y se fue a la~

-Hola, ¿vienes?.- me dijo la chica que ya daba por ida.

-Si.- afirme con mi cabeza.

~~~~~~~~~~☕🍰~~~~~~~~~~

-Llegamos

-Una cafetería?

-Sip, ¿que no te gusta el café y los pasteles?

-Sí pero~

-Vamos, tengo hambre :<

-Bien u.u

Cuando entramos ella enseguida fue a pedir un pastel para ella, se notaba que tenía hambre, yo simplemente pedí un café. Después de pedir y pagar la comida nos sentamos a charlar un poco.

-Y... ¿porque ya no tocas el piano? Es muy hermoso tocarlo

-Sólo ya no me gusta tocarlo

- -_- eso no es una respuesta.- Después de decir esto comió un pedazo de su pastel

-ñaaaaammmm ¡ESTO ES DELICIOSO! *0*.- Dijo ella yo sólo la miraba con una sonrisa

Después de ver a la Hanna disfrutando de su pastel, escuché un piano, miré de donde venía el sonido, y me di cuenta de que eran dos niñas, una lo tocaba y la otra más pequella sólo apreciaba a la otra tocarlo, fui interrumpido de mis pensamientos gracias a la voz de Hanna.

-Mira Daniel es un piano.- Dijo señalando donde estaban las niñas tocando el piano

-...

-Sabes tocarlo, ¿no?. Ven -me halo del brazo- muestrales a esas niñas como tocas tu el piano

-Pero no puedo tocarlo

-Claro que puedes, ven.- me llevó casi arrastrado hacia donde estaba el piano

-Hola niñas ^^.- las niñas no le prestaron atención a su saludo,sólo me miraron a mi

-Mira es Daniel el súper pianista.- Dijo la niña más grande a la más pequeña

-Si es el!.- Dijo esta maravillada

-¿Podrías tocar "Twinkle Twinkle" para nosotras?

-Ammm.- mire a Hanna ella estaba meneando su cabeza de arriba a abajo

-Bueno es que yo~

-El va a tocar el piano para ustedes, ¿verdad Daniel? 😒

-Si, si lo haré.- Dije con una sonrisa forzada

Empecé a tocar, la gente del lugar me miraban murmurando, yo no les ponía atención, seguía sólo tocando la melodía, las niñas estaban bailando y Hanna estaba cantando en voz baja. Estaba concentrado, ya casi iba por la mitad de la canció, pero, me quedé paralizado, otra vez ese recuerdo me invadió no puede tocar más.

-Lo siento niñas, no puedo tocar el piano.- dije para despues irme del lugar, ignorando a la gente que me miraba sorprendida por la brusca pausa que le puse a la melodía

-Amm... es un poco pesimista saben, hey Daniel a donde vas si quiera te tomaste todo tu café.

- Si quieres puedes quedartelo, no tengo ganas de comer ahora

-Pero...

-Te dije que no podía tocar el piano yo~.- yo no puede terminar la frase porque ella me había dado una bofetada

-Entiende Daniel, tu puedes tocar el piano, aún no conozco lo que te paso o por lo que estas pasando pero, no puedes quedarte aquí estancado, ¿te rendiras? ¿justo ahora?

Al terminar esa frase, sus ojos verdes me estaban mirando fijamente, esas palabras animaron a este chico monótono y aburrido a seguir.

-¿Y que me dices? Vas a tocar de nuevo, Daniel

-Aún no lo sé.- ella sólo asintió

-Solo tienes que disfrutar cada pequeño detalle de la vida

-...

-MIRA, MIRA ES UN GATO!.- y vaya que si puso en práctica lo que me acabó de decir, ella comenzó a acariciar al gato y lo cogió

-Sólo tienes que dejar esa vida monótona. Mira la vida con colores, Daniel, sonrie.- me dijo tratando de hacer que yo sonriera.

Y de nuevo esos ojos volvieron a hacerme sentir el mundo de colores.














abril.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora