14 de Febrero, 2016.

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Por fin descubrí de qué hablaban las voces. Cuando llegue a su casa y toque su puerta, todo parecía normal. También cuando salimos al parque a caminar, todo parecía normal. E incluso cuando, al volver a su casa, subimos las escaleras y entramos a su habitación, todo estaba bien. Todo comenzó cuando, al estar sentados en su cama, mis voces volvieron. ¡hazlo! escuchaba sin parar. Entonces lo hice.
Sentado a la orilla de la cama, me incliné hacia ella. Respiré profundamente y cerré los ojos. Me sentía listo. Entonces la apuñalé 10 veces con ese cuchillo que guarde luego de la comida. Ella gritaba que la dejara, mientras toda su habitación se teñía de rojo. Yo no podía detenerme. Mis voces no me lo permitían. Y tengo que admitir que mientras lo hacía me sentía bien, vivo.
Hace rato escuche golpes tras la puerta que cerré anteriormente con seguro, pero luego de que la sangre pasara por debajo de la puerta, los golpes cesaron.
Ahora, en este momento, estoy escuchando a lo lejos sirenas de policía y mis voces me siguen gritando "hazlo", pero, como ella está muerta, supongo que el siguiente soy yo.

Diario EsquizofrénicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora