Mi luz

Prólogo

Mi vida era oscura. No había ningún tipo de luz. Solamente sufría, y últimamente lo hacia por todo.

Desde que me mudé a otro pueblo, no veo felicidad. ¿Es posible que el pueblo esté
maldito? Tonterías. Maldito no, son las desgracias de la vida.
Hacía tiempo que empecé a encerrarme en mi habitación por el mero echo de sentirme más acompañada conmigo misma que con gente. 

Mi madre no lograba entender que había hecho mal para que mi padre se enamorase de otra mujer, y ella solo lloraba. Lloraba por saber que mi padre le había hecho el amor la última semana y sabía que no era amor, que era todo una mentira. Lloraba por que nunca pensó en que se divorciaran. Mi madre hacia dos años que empezó a ahorrar para poder hacer viajes en un futuro solamente con mi padre. Esas escapadas románticas que nunca tuvieron. Le dolía.
Y a mi también.

Era mi madre y la veía día y noche llorar. Pero eso no era lo peor de todo, lo peor de todo era que yo no pudiese hacer nada. Yo estaba peor que ella y mientras animaba a mi hermano pequeño, trataba de animar a mi madre, pero...¿cómo?

Mi padre también me ha engañado a mi. Siempre he pensado que mi familia era perfecta y de echo lo pensaba hasta hace una semana, donde mi padre le dijo textualmente a mi madre que no quería estar más con ella.

¿Debería sentir asco hacia mi padre?

A pesar de todo el sufrimiento, me notaba rara. Nunca se me habían acumulado tantas emociones de golpe. Tristeza, odio, ira...

Pero había algo mas.
Día tras día sentía que algo afloraba en mi interior. Pensaba que era por el echo de sufrir tanto, pero no.

No sabia que era.

Trataba de explicar esa sensación aunque fuera a mi misma y no encontraba ningún tipo de sensación para comparar, ni palabras para explicarlo con claridad. Solamente sabía que era extraño.

¿Qué me está pasando?