Me desperté sin ánimos, apenas eran las 6:30am y era tiempo de levantarme, arreglarme para ir a la escuela. Hoy comenzaban las clases, después de las vacaciones de invierno, Fui hasta mi closet y tome mi uniforme; una falda de tablones cuadriculada naranja con azul, una blusa blanca de mangas hasta mis muñecas con las letras de mis iníciales en el pecho del lado derecho: “MV” Marzul Vega y una pañoleta atada a mi cuello color naranja, Amarre mi cabello en una coleta que caía casi hasta mis caderas, camine hacia el espejo que esta en las puertas de mi closet, estaba lista, pero algo que odiaba era tener que pararme frente a un espejo, si tenia uno en mi habitación era porque según mama iba con el diseño del cuarto, pero es solo que no me gusta lo que veo en el espejo y no es que tenga mi autoestima baja, ni que sea fea, soy rubia, no muy alta, ojos grandes, “según mi abuela todo lo que una chica de 17 años quisiera ser” simplemente es que las personas le dan mas importancia a algo que tarde o temprano perderá su encanto, no ven lo que realmente es importante, Solo me juzgan por mi apariencia, me etiquetan como la tonta chica rubia.
Después de unos momentos mire mis ojos últimamente habían cambiado de color de ser verdes azulados pasaron a ser un verde muy parecido a gris, no se la razón de ello, hace unos días investigue y al parecer es normal que los ojos de color cambien con el tiempo pero esto solo sucede cuando eres pequeño, ya he pasado mi etapa de adolescencia, ya tengo 17 años ya casi cumplo 18, los cuales anhelo con ansias para poder irme de esta casa. Regresando al tema de los ojos, ya he decidido no darle tanta importancia. Parpadeé a mi reflejo dándome cuenta de que me había perdido en mis pensamientos.
Tome mi mochila y baje hacia la cocina de donde provenían los sollozos de mi madre y los gritos de mi padre, de nuevo peleaban, mordí mi labio, desde hace unos dias comenzaron las peleas, y con ellas las faltas de atenciones hacia mí, falta de cariño y amor. Mi padre me ignoraba completamente y mi madre seguía consintiéndome un poco, no como antes lo hacía, pero cuando ella tiene la intención de acercarse a mí, Papa le grita, al parecer a él no le agrada que lo haga, el me amaba y ahora pienso que me odia, que arruine su vida o al menos eso es lo que parece.
Entre a la cocina, papa estaba de pie a lado de mama quien se encontraba sentada en el comedor con la frente tocando la mesa y sus brazos alrededor de su cabeza como haciendo un campo de fuerza para que nadie la viera llorar.
— ¡No Breydi, ya es suficiente déjala ir! ¡Ella no está aquí! –Papa grito-
Mama levanto la mira, me miro, yo seguí caminando, ella solo reprimió un gesto de dolor y corrió a su habitación. Ya había intentado averiguar a quien se refreía papa al decir: “ella no está aquí” pues últimamente la nombran mucho por aqui, pero no tiene sentido intentarlo no hay suficiente tiempo como para prestarme atención.
Tome el lonché que mama me había preparado y Salí de casa, camine hasta la parada de autobús, llegue justo a tiempo, pero el bus no se detuvo, y nadie fue tan amable de decirle al chofer que esperara.
— maldición –susurre-
Tenía que caminar hasta la escuela, no sabía si era mala suerte o el chofer me odiaba. Pero no importaba me gusta caminar, antes lo hacía siempre hasta que empezó la inseguridad, la delincuencia en cada esquina aunque la mayoría de ellos solo eran adolecentes tratando de conseguir dinero para sus drogas.
la escuela no estaba tan lejos de casa, cruce el parque había varios niños jugando en los columpios, un perrito jugueteaba por ahí, el sol brillaba, un lindo dia a pesar de todo. Segui caminando hacia mi destino, llegue al mismo tiempo que el timbre sonaba, corrí lo más rápido que pude, la puerta de mi salón se encontraba cerrada, mire por el cristal colocando mis manos alrededor de mis ojos, mi maestra la Srta. Beats, La peor de mis profesores, se encontraba adentro, no podía creerlo estuve tan cerca, -suspire-
— ¿Tan malo es?
Gire para encontrar de tras mío un chico, tan solo un poco más alto que yo, su cabello lacio, sus ojos eran tan bellos. Llevaba puesto una playera azul y unos jeans rasgados. Para mi sorpresa me estaba hablando. Últimamente nadie tenia tiempo para mi, era como si todo el mundo se empeñara a no ver mi existencia.
— ¿Disculpa? –dije sin saber que mas responder.
— oh, es verdad perdona, mi nombre es Ian, nuevo en la escuela -dijo encogiéndose de hombros y ofreciendo una sonrisa- pero créeme que estoy a punto de correr por como reaccionaste al ver a tu maestra dentro. ¿Debería correr? –Dijo con un tono sutil de sarcasmo -
No sabía que decir, el era realmente lindo, me distraía, se sentía como una experiencia nueva, al no saber que decir una risillas de nervios salieron de mi sin poderlas detener.
— No hablas mucho ¿cierto? –dijo acercándose a mi-
Yo retrocedí un poco, y por fin encontrando mi voz.
— No es que no hable, pero no suelo hacerlo con personas que no conozco –Mentí, ya que en realidad quería hablar con el aunque sea por unos segundos-
— Vamos, ya me conoces. Te dije que mi nombre es Ian –dijo dando otro paso hacia adelante.
— entonces Ian, ¿con solo saber tu nombre se supone que ya te conozco? – mi voz se encontraba quebrándose más, con cada paso que el daba hacia mi-
— Si. –Dijo dibujando una sonrisa burlona en su rostro- y yo también te quiero conocer ¿Cómo te llamas?
Desvié mi mirada hacia el corredor donde un chico se dirigía a nuestra dirección – Marzul- dije después de reír de una manera muy segura que ni yo sabía que existía en mi.
Me moví un poco hasta estar cerca de muro para permitirle al chico del corredor pasar. Ian solo me observaba, no decía nada.
— Lindos ojos, Marzul –dijo al fin, moviéndose justo al lado mío-
No dije nada, solo torcí mi boca y eche mis ojos hacia atrás.
Ian sonrió y movió su cabeza negativamente de un lado al otro -aun así son lindo – se acerco a mi tanto que pude percibir un olor, un olor tan agradable, tan fresco, me daba tranquilidad y Paz, pero como arte de magia, ese olor cambio por completo a tal grado que me hizo marear, hizo que todo mi mundo diera vueltas. Sentí un bajón en todo mi cuerpo, mire a mi alrededor tratando de ubicar de donde provenía ese olor repulsivo, el chico del corredor paso al lado de Ian, se detuvo enfrente de mi, me miro con confusión y después miro a Ian, de verdad parecía estar confundido -¡ALEJATE!- grite. El chico permaneció inmóvil, ignorando por completo mi advertencia.
Al oírme tan mal Ian tomo de mi brazo -¿Estas bien? articuló, yo estaba realmente mal, mis oídos solo escuchaban un rechinido agudo.
— Déjame-- lo interrumpí gritando, quería decirle que no fue su culpa pero así sin más corrí hasta el baño de mujeres ni siquiera mire hacia atrás para ver su reacción, solo oí su voz y la del chico del corredor.
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Narcosis Prologo
Mystery / Thriller¿Que pasaría si te enteras que existe algo mas a parte del mundo que conoces? Esto le sucede a Marzul Vega, ella se da cuenta que hay otro mundo uno donde las almas viven y donde las personas normales no pueden mirar a menos que sean inyectados con...