Martes 5 de Septiembre de 1978
Océano Pacifico
19:00 P.M. Navío Científico "Escafandra"
Cubierta de Popa
Resultaba realmente curioso el estado del mar aquella tarde pues se encontraba en una calma total. Nada usual para aquellas latitudes del Océano Pacifico. El habitual vaivén del barco sobre las olas estaba reducido a una suave mecida.
El Profesor Daniel Caravantes se encontraba sobre la baranda de popa. Observando fijamente un punto determinado del mar. Se preguntaba de manera constante por que tardaban tanto. Era normal. Había varios cientos de metros de profundidad hasta el lecho marino. Allí donde debían de bajar para cerciorarse de que aquel era el punto correcto.
Caravantes llevaba unos 10 años con una extraña investigación. Estaba obsesionado con encontrar los restos de una ciudad perdida. En su entorno científico se burlaban de él, pues se pensaba que lo que andaba buscando eran los restos de la Atlántida. El dejaba que creyeran aquellos bulos, pero nada más lejos de la realidad. Él sabía que esa ciudad era tan solo un mito, además, aunque fuese cierto, de nada le servía, no era sino una simple ciudad antigua perdida. Él buscaba algo más. Él buscaba conocimiento y, gracias a este, poder.
Pues Caravantes lo que en realidad buscaba eran los restos hundidos una urbe por largo tiempo perdida. Una ciudad donde podría encontrar todos aquellos conocimientos arcanos que tanto ambicionaba. Pero antes tenía que dar con los datos exactos.
Llevaba más de seis años tras una pista. Había logrado ubicar un ejemplar de un libro maldito escrito por aquel al que llamaban el árabe loco. Allí pudo constatar que aquella ciudad se encontraba perdida por una razón y aconsejaba que no se debiera tratar de encontrar pues dicha ciudad se hallaba perdida en algún lugar en el tiempo y en el espacio. La locura esperaba a todo aquel que intentara encontrarla, pues para ello debería de entrar en lugares tan oscuros que solo la demencia podía habitar allí.
Aun así, él había seguido en el empeño de localizar aquel lugar. En aquel libro pudo localizar las coordenadas aproximadas de la ubicación del único punto de unión de aquella ciudad perdida con este mundo. El Umbral de las Ánimas. El arco de entrada de la ciudad. Lo único que había permanecido en este mundo de aquella ciudad y que hacía de nexo de unión entre las dos dimensiones.
Por esa razón estaba allí. Tras varios años tratando de financiar su investigación, había conseguido el dinero de manos de un benefactor anónimo, el cual había oído hablar de su búsqueda y que además conocía a la perfección las verdaderas intenciones del científico.
Y así había llegado hasta aquel momento. El momento eterno de la espera mientras el tiempo pasa aguardando a que el sumergible regresara desde las oscuridades más profundas de los abismos marinos.
Y aparecieron las primeras burbujas. Al principio algo tímidas para ir aumentando en intensidad y frecuencia hasta que el oscuro perfil de algo grande que emergía apareciera en su campo de visión. Era el Escafandra 1. Volvían de la exploración del fondo oceánico. Y traían noticias. O al menos eso esperaba él.
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LOS HIJOS DEL MAR.
ParanormalDos suicidios, en apariencia, sin conexión dan pie a una investigación que llevará al detective David Baez y a su equipo a una persecución contrarreloj para evitar una catástrofe de dimensiones epicas que podría acabar con la vida en la tierra. Lo...