Capitulo 2.- Confusión.

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*Esteban: Hola! :D si estoy bien, gracias por preocuparte, solo que he tenido problemas con mis padres, dicen que no soy buen basquetbolista, que no sirvo para eso, que mejor me dedique a otra cosa y creo que tienen razón.

*Alejandra: No digas eso Esteban, tu eres muy bueno y no dejes que nadie arruine tus sueños :(

*Esteban: Muchas gracias Ale, pero no nada mas es eso, también es porque.. No nada, olvidalo, gracias por escucharme.

*Alejandra: Esta bien, nos vemos pronto.

Flashback - Esteban.

No estaba preparado para confesarle que sentía algo por ella, no ahora que nuestra amistad iba tan bien y estoy seguro de que ella no siente lo mismo que yo, lo mejor sera guardar esto que siento, pero cada vez que la miro siento cosas que no puedo explicar, mucho menos evitar, su forma de ser me atrae mucho, no es la chica normal que se maquilla, ni delicada como las demás, ella.. ella es única.

Fin del flashback.

Note algo raro en Esteban, como si le inquietara algo, debe ser por los problemas con sus papas. Le puse tanta atención a eso que había olvidado que tenia que ir a casa de Liz, Liz era mi mejor amiga, era de baja estatura y de piel morena, todo lo contrario a lo que yo era, alta y de piel blanca.

-Liz, abreme tonta!.- Grite al estar afuera de su casa.

-Ya voy, estaba durmiendo, creí que no vendrías.- Respondió algo adormilada.

-Lo siento, se me hizo tarde- Le respondí algo pensativa.

No le importo mucho y decidimos escuchar algo de música, compramos comida y fue una larga tarde de amigas, sin duda de mis tardes favoritas, se llegaron las 10:00 p.m. y decidí irme a casa, no podía evitar pensar en lo que no me quiso decir Esteban, la duda me estaba atormentando, llegue a casa y decidí dormir, ya que al siguiente día tenia escuela.

Desperté muy temprano y al revisar el celular tenia un mensaje de Esteban.

WhatsApp

Esteban: Buenos días Ale, nos vemos hoy en el entrenamiento y espero saludarte en la escuela.

No sabia la razón pero me saco una sonrisa, se estaba haciendo tarde, me di un baño, tome un plato y me serví un poco de cereal, di un salto cuando vi la hora, pues se me estaba haciendo tarde y no quería llegar tarde a clases, eran los últimos días y por lo menos estos días quería tratar de llegar temprano.

Al llegar salude a conocidos que me encontré por el pasillo y al seguir caminando me encontré con nada mas y nada menos que con Esteban, le di un choque de manos y era de costumbre que me diera un pequeño y delicado golpe, pues siempre lo ha hecho  y yo se lo regresaba con mas fuerza, era algo como demostrar nuestro afecto, -Iras al entrenamiento?.- Pregunto -Claro, si no quien te ganara tonto.- Respondí sonriendo, el también sonrió con algo de burla, se despidió, pues tenia que ir a clase.

Pasaron largas y aburridas horas de clase, pero por fin había llegado la hora del entrenamiento, fui a casa antes de que comenzara, no había comido nada en la escuela y mi estomago lo estaba sintiendo, termine de comer, lave mis dientes y me dirigí al gimnasio.

Llegue como de costumbre saludando a todos y Esteban ya se encontraba ahí, haciendo unos tiros libres, junto con David, la verdad yo me la llevaba bien con pocas personas pero con mis compañeros de equipo era algo diferente, los quiero muchísimo, podría decir que son mi adoración cada uno de ellos, es mi familia sin duda alguna, David es como mi hermano mayor, me ayuda en todo lo que necesito y siempre me ha ayudado con mis problemas, es de mediana estatura, ojos de color, entre azulados verdosos, la mayoría de las niñas andaban tras de el.

-Hey Ale! Gritaron al unisono.- se acercaron los dos y me saludaron con un choque de manos, en ese momento recordé la duda que tenia sobre la platica con Esteban y mientras David iba por agua decidí preguntarle que era eso que me iba a decir pero decidió no decirlo, su reacción fue algo sorprenderte, se puso muy nervioso, no sabia ni que contestar, comenzó a temblar y como pudo dijo -No era nada importante.- no me quede muy convencida pero para no ponerlo peor decidí mejor olvidarlo, aunque sabia bien que no lo olvidaría y después lo volvería a interrogar.

Comenzamos el entrenamiento y no era capas de mirarme a los ojos, se notaba que seguía nervioso, pero no entendía el por que, se termino el entrenamiento y dijo que se tenia que ir.

Una vida, Un amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora