One time...

Capítulo 13: Otro día con Jesse.

Después de ayer, me di cuenta que también me gustaba Jesse, no por que tiene un cuerpo bien trabajado, sino por su forma de ser, el es la persona que podría llenar mi vacío, estar con el me hace sentir viva, simplemente no quiero alejarme de el, su presencia me alegra, no pasaron ni dos días y ya extrañaba estar con el.

Jesse te gusta.

Si, me gusta, es muy pronto como par decir que me enamoré, pero me gusta, o tal ves es algo más que eso, aún no se inventa una palabra para ese sentimiento, pero cuando la inventen diré que sentí algo así con Jesse.

Hoy tenía una cita, o no se, pero tenía planeado pasar el día con el.

Empezó a sonar mi celular.
Mire la pantalla y vi la foto que ayer nos tomamos como foto de contacto ante su llamada.

Así que conteste.

-Jesse.

-¡Jemma! Podrías esperarme en la entrada del edificio.

-¿Okey?... -respondi algo dudosa.

-se que suena un poco raro, pero esperame ahí, dentro de cinco minutos llegó -colgó la llamada mientras yo buscaba un bolso para guardar mis cosas.

Salí del departamento despidiendome de Khaterine. Espere en la entrada como Jesse dijo y el ya estaba llegando.
Paró el BatiJesse en seco y de ahí salio, vestía una remera blanca y jeans azules.

-¿Lista para la locura? -Pregunto acercándose hacia mi.

-Claro que no

Subimos al BatiJesse y emprendimos nuestro viaje.

El camino se hizo corto, las bromas de Jesse y comentarios sin sentido, hicieron eso.
La Torre Eiffel se veía cada ves más cerca, era tan grande, de lejos era hermosa pero de cerca era mucho más.
Jesse buscó un lugar para estacionar y lo encontró un poco lejos de nuestro destino.

-Tendremos que caminar.

-Eso suena asqueroso, apenas podré  arrastrar mis pies - mierda - pero haré un esfuerzo.

-No hay problema -se acercó hacia mi y me alzó en sus brazos mientras yo soltaba un grito ahogado -pesas más de lo que imaginaba.

-Las impresiones engañan -añadí. -No siempre es lo que parece.

Verdad pura, antes creía que la primera impresión cuenta, pero me equivoque. Lo admito.

-Callate, no pienso llevar a un loro parlanchin en brazos.

Me quede callada, recordaba el beso de ayer, busque sus ojos con la mirada y los encontré.

-¿Jemma?

-¿Jesse?

-Estaría mal si te beso.

-No lo creo, yo también quiero ese beso.

¡Dios! ¿Que estas diciendo Jemma?

Empezó a acercarse y me besó.

-¿Jemma?

-¿Jesse?

-¿Qué somos?

Cierto, ¿que somos? No puedo decir que estamos enamorados o que tenemos una relación, por que aún es pronto.

-Dos idiotas que sienten algo, y recién se están conociendo.

-Somos raros.

-Y eso que importa.

-¿Jemma?

-¿Jesse?

Pasaría todo el día si es posible hablando de esta forma con el. Sólo con el.