Mi dulce militar •l.s• •o.s•

Mi Dulce Militar

Había un caos en el mundo, donde las esperanzas estaban perdidas, la felicidad se había convertido en miedo y las risas se habían convertido en sollozos de auxilio.

Fue en el año 1939 cuando todo había empezado. La paz entre la humanidad se había convertido en una guerra sangrienta donde los injustos ganaban y los pobres inocentes eran los miserables perdedores.  Fue una guerra que pareció ser eterna para aquellos debiluchos que se escondían para no ser capturados y para aquellos que simplemente eran los esclavos que rogaban por piedad ante aquellos monstruos macabros disfrazados de hombres con uniforme.

Era 1940 y tan sólo había pasado un año más de aquel infierno. En Francia, Dunkerque había una tropa de más de mil hombres que lucharían contra los nazis. Entre todos aquellos soldados se encontraba uno en especial, al menos para esta historia. 

Harry Styles, originario de Inglaterra,  un militar comprometido con su trabajo y comprometido con ayudar a los indefensos que eran muertos por las manos de los nazis. Él no era parte de la brigada de ayudantes, pero aun así era algo que él quería hacer. 

Justicia.

Él tenía un bello esposo, la razón por la cual seguía de pie en aquel infierno llamado mundo. Su nombre era Louis Tomlinson, un chico hermoso y pequeño con tez bronceada y ojos de color del océano, cabellos lacios y castaños. Tenía la sonrisa más hermosa y resplandeciente que podría iluminar su día. Louis era el tesoro de Harry, y aunque éste sabía que su tiempo posiblemente estaba contado junto a su esposo, él haría lo que fuera para que nadie le hiciera daño.

Sabía que de esos miles de soldados entre los que iba, eran pocos los que regresaban con vida. Su trabajo era arriesgado y tenía muchas posibilidades de morir en aquel intento de lucha.

***

Habían miles de familias sin esperanzas, miles de injusticias, miles de crímenes e inhumanidad. Pero a pesar de aquella oscuridad que cubría al mundo en ese momento, habían personas que aun creían en el amor, personas que aun pensaban en positivo y se levantaban con una sonrisa para enfrentar la crueldad del mundo. 

A Louis le gustaría decir que el trabajo al que su esposo se dedicaba era ser doctor, carpintero, mecánico, lo que sea era menos doloroso que decir que su esposo era un militar. Cuando Harry se tuvo que mudar a Dunkerque le había prohibido rotundamente a Louis que lo acompañara, él quería mantenerlo a salvo de todo eso, pero su terco marido le había dicho las frases:

"Te prometí que iría contigo hasta el fin del mundo si era necesario"

y el ojiverde rodó los ojos con una sonrisa de derrota, extendiendo su mano hacia la de Louis. Él siempre ganaba.

[...]

Louis estaba en la cocina mientras hacía la cena para su hermoso marido que de seguro llegaría con mucho apetito, no quería saber mucho sobre lo que Harry hacía, simplemente quería mantenerse alejado de esas cosas, su única misión sería atender a su esposo y darle todo su amor. 

Tarareaba alguna canción que había escuchado antes. Se sentía muy solo en aquella casa alejada de la cuidad, en medio del bosque. Estaba aburrido entre las cuatro paredes y cuando se sentía de esa forma aquellos pensamientos horribles volvían a invadir su cabeza, haciendo que sintiera una gran opresión en su pecho y las inmensas ganas de llorar.