Cap 1

42 5 1
                                    

-Hope!Muchacha baja de esas nubes!-Llama la viejita desde algún lugar

-Voy señora Dolf!-Gritó para hacerle entender a la casi sorda que ya ordenaré los libros.

¿Quién soy? Deben de preguntarse en este momento, pues, Soy Hope Miller, tengo 19 años recién cumplidos, actualmente residente de New York, estudiante de Literatura, trabajo en la biblioteca todos los días para poder pagar mi universidad y vivo con mi -Desordenada- mejor amiga en un pequeño departamento.

-¿Ya trajiste los libros?-Pregunta la señora Dolf, mi actual jefa y la causante por lo cual logre entrar a la universidad.

Salgo del ala infantil, donde estaba acomodando los libros que acababan de llegar y camino en dirección al despacho donde se supone que está la Señora Dolf

-Aquí estoy!-Le indicó con una sonrisa y ella me ve de una manera divertida

-Te tengo un notición!-Me comunica mientras se acomoda los lentes-Ahora estarás en el área de recepción, Osea que, atenderás y ayudaras a las personas que lo necesiten, te encargarás de las tarjetas y todas esta cosas.

Mi cara se frunció -Pero Señora...Yo estaba bien ayudando con sus papeleos y todo eso..-No estoy completamente segura de ese trabajo, amo estar detrás de libros todo el tiempo no tener que interactuar con demasiado humanos, no soy de ese tipo de gente.

-Hope, deja el miedo, las personas no mordemos-Me quiña el ojo la vieja y yo la veo mal

-¿Cuando Comienzo?-Pregunto deseando que la respuesta  sea dentro de una década.

-Ahora mismo! Muévete ya!-La señora Dolf me empieza a empujar haciendo movimientos con sus manos y yo apresuró el paso para llegar al mostrador, que ahora en adelante, será mi nuevo puesto fijo.
Después de casi una hora de explicaciones he advertencias de parte de la mujer de cómo 68 años, me acomodo y me propuse a atender a los visitantes

Sonríe Todo el tiempo Hope, sonríe todo el tiempo.

Me repetía una y otra vez en mi mente repasando cada palabra que diría, mi tono de voz no es el mejor definitivamente y mi oratoria menos. Al tratar con gente mi lengua y mi cerebro se unen para hacerme pasar vergüenza.

Hola ¿cómo estás? soy Hope, ¿En que puedo ayudarte?

¿¡A quien en su sano juicio se le ocurriría ponerme a mi, a Hope Miller, a tratar con gente!? ¿Y si me toca lidiar con ansiamos medios sordos? 

Oh Dios mío, esto no va a funcionar

Un pequeño carraspeo me saco de mis pensamientos alucinadores, pero al ver al frente no vi a nadie y por un momento pensé que estaba a punto de volverme loca y que alucinaba. Pero luego el mismo ruido capto más mi atención y dirigí mi mirada a abajo  y logre apreciar a una pequeña de enormes ojos azules, y cabello extremadamente amarillo, era como ver a risitos de oro. mi actitud se relajó y una sonrisa tranquila apareció

-Disculpa -Dice la voz de esa pequeña angelito debajo de mi

-¿Si cariño?-Le sonrió. Los niños son mi punto débil, lo que no congenió con personas, lo gasto es niños.

Bueno los niños también son personas ¿no?

-Te vi hace un rato en el área infantil y quería  saber si hay libros de muñecos aquí-Sonrío mostrándome un pequeño Agüero en su sonrisa, cosa que me lleno de ternura el alma.

-Claro que si- Me levanto de la silla y camino justo donde está ella-Ven cariño-Le ofrezco para que tome mi mano la cual acepta y empiezo a caminar hacia el ala infantil

Las cartas de Hope Donde viven las historias. Descúbrelo ahora