¿Quisieras ser...?

64 11 1
                                    


Pasaron varias semanas, mis visitas al pub después de clases eran diarias, y nuestras citas cada vez más románticas, la última había sido en el mirador de la ciudad, armamos un pequeño picnic y vimos las estrellas, todo estaba yendo bien, de un momento a otro, Evan se acercó a mí y me susurró: 

-Riley, me gustas- después de eso me dio un beso, pero no uno cualquiera, era nuestro primer beso, se sintió intenso pero a su vez muy dulce, estuvimos así un rato y al terminar nos sumergimos en los brazos del otro, desde entonces ese momento ha estado grabado en mi memoria; aún no me ha pedido que sea su novia, pero tengo fe en que lo hará.

Una tarde, después de haber finalizado mis clases, estaba en el pub, que en ese momento del día funcionaba como cafetería, leyendo un libro mientras Evan atendía el lugar, sin darme cuenta Sophie se sentó junto a mí, se veía cansada, ya que el embarazo estaba casi por terminar. Me preguntó acerca mi última cita con Evan y le conté todo lo sucedido, al decirle lo del beso dio un pequeño salto en su lugar y dijo emocionada:
- ¡TE VA A PEDIR QUE SEAS SU NOVIA!
-Shhhh, calma, Sophie. No quiero apresurar las cosas, todo pasará cuando tenga que pasar
-Ay Riley, ésta es una faceta de Evan que JAMÁS habíamos visto...- dijo enfatizando la palabra "jamás"- así que lo más seguro es que pronto te lo pedirá
-Como digas... cambiemos de tema
- ¿Él sabe que ayudaste con el escape de Grecia la noche en que se conocieron?
- ¡Ayudaste con qué! – Evan estaba detrás de Sophie y había escuchado lo único que le oculté desde que nos conocimos, el sentimiento de culpa me invadió y no supe qué decir
-Ammmmm, creo que ustedes tienen mucho de qué hablar, así que me voy- y de esa forma Sophie huyó de la situación. Tenía que explicarle a Evan todo lo que había pasado, así que comencé confesándole cómo conocí a Tiago, luego lo de su plan y por último le supliqué que no castigara a Grecia, él se mantuvo inexpresivo mientras hablaba.

-Evan, lo lamento, sé que lo que hice no estuvo bien, pero en ese momento no te conocía, no creí que iba a molestarte tanto y...- noté que tenía algo que decir

-Sabes que desprecio a Tiago, nunca me ha caído bien, pero pude haberlo dejado pasar, el simple hecho que no me dijeras es lo que hace que me sienta decepcionado de ti. Adiós, Riley- señaló la puerta, entendí que no quería verme.

Pasó una semana desde que vi a Evan por última vez, me sentía culpable y realmente triste, lo extrañaba mucho y quería arreglar las cosas con él, pero no contestaba mis mensajes y mucho menos mis llamadas, al día siguiente del incidente Tiago vino a ver cómo me sentía, me dijo que habían castigado a Grecia, pero no algo muy fuerte y que también se veía triste. Esa semana me encontré con Sophie varias veces e insistía a que fuera al pub, pero no sabía si cómo reaccionaría Evan. Pasaban los días y poco a poco me resignaba a que él me disculpase. Era sábado por la noche, y estaba en pijamas viendo películas, como acostumbraba a hacer cuando no tenía planes; tocaron la puerta y al abrir entró Sophie diciendo mil cosas tan rápido que no lograba entenderle, e Ian tras ella como siempre.
-Sophie, ¿qué pasa? – pregunté, se veía algo alterada
- ¿QUÉ PASA?, En serio me preguntas eso,- dijo con un tono de indignación- ya ha pasado más de una semana, Evan y tú ni siquiera se hablan y...
-Sophie, él no quiere volver a verme, he tratado de hablar con él, pero hace lo posible por perder el contacto conmigo, se acabó- casi no reconocía mi voz, tenía un deje de tristeza que nunca antes había tenido. De repente Sophie dio un pequeño salto.
-Tengo un plan, debes prepararle una sorpresa demostrándole tu amor hacia él
-La última vez que participé en uno de tus planes no salió muy bien
-Sé que Tiago y yo tenemos mucha culpa en esto u por eso quiero repararlo, por favor, este sí va a salir bien- tenía muchas dudas, pero decidí confiar en ella. El plan de Sophie consistía en organizar una salida de amigos falsa a la playa, Grecia lo llevaría hasta allí e inventaría alguna excusa y se iría, mientras yo lo estaría esperando con un pequeño regalo y antes de entregárselo hablaría con él e intentaría que me perdone; el plan parecía infalible.

Llegó el día de poner en marcha nuestro plan, estaba algo emocionada, pero sobretodo nerviosa, qué tal que me rechazase y quedara peor que antes, debía ser muy cuidadosa con las palabras. Eran las tres de la tarde, Grecia llegaría pronto y Tiago la esperaba oculto detrás de una piedra, yo mientras tanto sacaba de mi bolso un pequeño álbum que hice mientras salía con Evan, en cada cita o momento que considerábamos "especial" tomábamos una foto con mi cámara de fotos instantáneas. Mientras observaba las fotografías y los recuerdos invadían mi cabeza, sentí la sombra de un chico alto frente a mí, no tuve necesidad de mirar, sabía que era Evan.

- ¿Qué haces aquí?, los chicos no dijeron que vendrías- dijo en un tono que en realidad no pude descifrar
-Emmmm, estoy aquí porque quiero arreglar las cosas contigo, necesito que aceptes mis disculpas, por favor, pensé en decírtelo muchas veces, pero era tan cobarde que me daba miedo la forma en que reaccionarías, sé lo mucho que cuidas a Grecia, después de conocerte una parte de mí se arrepintió de haberlos ayudado, pero otra no, gracias a eso pude conocer al gran chico que eres; las personas que te rodean sintieron el cambio que hubo en ti desde que llegué y todo se debe a ese día, quiero disculparme y decirte que quisiera que volvieras a confiar en mí, esta vez no te defraudaré...- pensé un momento cómo entregarle el álbum- y... creo que esto te puede ayudar a decidir- le extendí el pequeño libro morado.

Lo contemplaba embelesada, lucía hermoso, cada que pasaba una página se le escapaba una sonrisa, estuve así hasta que escuché mi nombre a lo lejos:
- ¿Riley? ¿Hola? – pasó su mano frente a mi rostro, como hacía siempre que yo me perdía en mis pensamientos
-Lo siento, ¿me decías?
-Creo que yo también te debo una disculpa, sinceramente, mi reacción fue algo exagerada, probablemente tenía miedo a cómo estaban yendo las cosas entre nosotros y entre todos los sentimientos encontrados que tuve, creí que lo mejor que podía hacer era alejarme de ti, pero fue un error, me gustas mucho Riley y creo que me estoy empezando a enamorar de ti- mis ojos se iluminaron, necesitaba que dijera eso para dar paso a la segunda parte del plan.
-Me alegra mucho que digas eso porque... necesito que cierres los ojos
- ¿Qué?
-Cierra los ojos, te tengo otra sorpresa- accedió a cerrar los ojos y lo tomé de la mano para conducirlo a otra parte de la playa donde previamente había escrito en la arena "¿Evan, quieres ser mi novio?", aún estaba a tiempo de arrepentirme de ésta locura, sin embargo, quería hacerlo.
-Abre los ojos- abrió sus ojos y la expresión de su cara no la vi venir
- ¿No crees que debería ser al revés? – tomó una rama y tachó su nombre, al final la frase decía "¿Riley, quieres ser mi novia?; yo no dejaba de sonreír entonces se acercó a mí
-Entonces... ¿quieres ser mi novia?
-Jajajaja, pero que quede claro que yo te lo pedí primero. Sí quiero ser tu novia

Me tomó de la cintura y empezamos a dar vueltas, luego me bajó con delicadeza al suelo y me dio un beso sin soltarme. Entonces recordé que traía mi cámara y debía tener una foto de este momento, dejé de besarlo, saqué el aparato de mi bolso y él al verlo sonrió de forma tan espontánea y perfecta a la vez, disparé y pude capturar ese momento. Todo era perfecto y esperaba que se mantuviera así durante mucho tiempo. 

 

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.




Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 04, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Tropiezo Con El Amor #ConcursoHittoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora