"Despedirse causa dolor; la esperanza está en reencontrarse un día"

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No quería separarme de él, no en esos momentos que más me necesitaba.

Leonor había muerto y con ella se iban las sonrisas y alegrías de sus hijos.

Alfonso se encontraba devastado, no podía asimilar lo que ocurrió en esos minutos en aquella habitación donde dejó a su madre ya sin vida.

Me faltaban palabras para consolarlo pero quería que sintiera mi presencia y que eso ayudara para que supiera que no estaba solo.

Solo veía como de un instante a otro rodaban por sus mejillas lágrimas de dolor por la irremediable perdida de su mamá.

-Fuerza amor.

Seguía sin decir nada, su dolor lo consumía y eso a mí también me afligía porque no podía evitar ni aliviar su pena.

El doctor llegaba hasta nosotros una vez más y dirigiéndose a Alfonso le decía que ya podía iniciar con los trámites para que le entregaran el cuerpo de Leonor.

Su mano se separaba de la mía y se marchaba limpiándose las lágrimas y caminando junto al doctor.

Al regresar con mi mamá ella ya sabía lo que había pasado; me extendía sus brazos y me recibía con un cálido abrazo.

-Les hará tanta falta mamita...

-Marichelo: No llores mi cielo, así lo quiso Dios y cuesta respetar su decisión pero ella ya descansa en paz...Alfonso y Clara se repondrán de esta pérdida tan grande con el pasar de los días.

-Sabes, siento una gran parte de responsabilidad de que todo esto haya terminado así.

-No hijita!!! Tú no tienes nada que ver.

-Si no le hubiera confesado todo lo ocurrido a Poncho, él jamás le hubiera reclamado a su mamá.

-Marichelo: Era tiempo que él se enterara... esa verdad no podía seguir siendo un secreto.

-Pero mira todo lo que ocasionó, era mejor seguir callándolo.

-Marichelo: Tú también tenías derecho a desahogarte de una vez por todas.

-No quiero que ni Clara ni Poncho sufran.

-Marichelo: Es un dolor que no se puede evitar.

En ese momento veía como caminaban Clara y Chris buscándonos.

-Mamá ya llegaron.

-Marichelo: Quiénes??

-Chris: Cómo sigue??

No quise decir nada frente a Clara y él comprendía mi silencio.

-Clara: Por qué estamos en un hospital Annie??

-Ven chiquita, tengo algo que decirte.

Y dejaba a mi madre y a Chris en la sala de espera... mientras Clara y yo nos alejábamos hacia un lugar de paz.

Minutos después...

-Clara: Tienes los ojos hinchaditos Annie... por qué estás triste??

-Porque hay cosas que me gustarían que no existieran.

-Clara: Y vienes a pedirle a Diosito que acabe con ellas??

-Puede decirse que sí.

-Clara: Sabes yo no sé rezar ni pedirle cosas a Diosito... mi mamá no me ha enseñado.

Un nudo en la garganta sentía al oír esas palabras.

-Te gustaría aprender??

-Sí pero no creo que quiera enseñarme... desde que murió mi papá como que se enojó con Diosito.

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