Ladrones de sueños
Poco a poco sentí como mi cuerpo de adaptaba al colchón y se hundió un poco más ... solo unos milímetros , lo suficiente como para que mis párpados pesaran. Pero antes de que los brazos de Morfeo me atraparan unos pasos decididos se acercaban a mi habitación.
-¡______ , por Dios!
Gruñí bajo , solo por unos segundos mi madre no me encontró durmiendo. El corazón me latía rápido , debido al susto.
-¡No mamá! Más tarde.- Sé que no era hora de dormir pero era domingo por la tarde y si para algo estaban hechos los domingos era para descansar.Y sí , sabía perfectamente lo que quería mi madre : que cargara las cajas de la mudanza , la acompañanara a inspeccionar el pueblo y que fuera a entregar tarjetas de presentación a los vecinos , cosa que no haría ni loca.
-Pero cariño , no puedes estar todo el día durmiendo , aparte , tienes que preparar las cosas para ir mañana al nuevo instituto.¿No estás emocionada?- Dijo mi madre mientra me miraba fijamente con sus ojos azules.
-¿Sinceramente?- Cuestioné con las cejas levantada.
Mi madre no dijo nada , se limitó a levantarse y salir de la habitación con paso ligero. Sabía lo que le pasaba. Ella odiaba cuando me ponía de este modo y para no discutir simplemente se iba. A veces me hacía sentir mal , pero ¿qué quería que hiciera? No quería ir a ese estúpido colegio de niños pijos donde no tendría ni un amigo con el que pasar los recreos ni con quien reirnos de los profesores.
Me levanté perezosamente y ví todo mi cuerpo reflejado en el espejo situado en la pared azul de mi habitación , desde mi cabello castaño a las uñas de mis pies pintadas de rosa. Estaba solo en ropa interior la cual hacía resaltar mi piel ligeramente bronceada. Mi físico era algo que no me gustaba nada , y por ello era algo insegura.
Me encontraba poniéndome mis pantalones cuando oí mi móvil sonar desde el baño. ¡Mierda! Me lo había dejado allí de nuevo. Me subí los pántalones lo más rápido que pude y corrí por todo el pasillo siguiendo la melodía de una de las canciones de Taylor Swift que tanto me gustaba.
-¡Ey! ¿A dónde vas tan rápido?- Oí decir a mi hermano Carlos. No le contesté.
Cuando llegué al lugar donde se hallaba mi móvil miré la pantalla en la cual ponía el nombre de "Nao" , mi mejor amiga. Apreté el botón de descolgar con mi dedo índice.
-¡Nao! ¿Dónde estabas metida? No he sabido nada de tí desde que cogí el avión.- Logré decir con la voz entrecortada por la pequeña carrera que había hecho segundos antes.
-Es que tuve un pequeño problema familiar , lo siento _____. ¿Cómo te va todo?- Oí decir a Naomi trás el altavoz.
-Bueno , ya me contarás. Por ahora no muy bien , la pesada de mi madre no para de darme la lata.
Seguimos hablando por media hora hasta que su madre la llamo y se tuvo que marchar.
La cena me resultó realmente aburrida , mi padre solo hablaba de negocios con mi madre y Carlos y yo nos limitabamos a escuchar mientras comiamos nuestro plato de macarrones.
Después de la cena fui a mi habitación , ese día me apetecía ver "El diario de Noa" mi película favorita , y eso hice. Minutos después mi hermano se unió a mí.
-Peque , eres consciente de que mañana tenemos que ir al nuevo instituto ¿verdad?- Me dijo mientras apoyaba su cabeza en mi barriga , dejándome una vista plena de su cabellera rubia poco natural.
-Lo sé , no me lo recuerdes. Y has tu enorme cabeza hacia abajo , que no me dejas ver.- Respondí de mala gana. En realidad , su cabeza no era para nada grande , pero me gustaba molestarle.
No sacó más el tema. La película terminó y cada uno se fue a dormir a su respectivo cuarto.
Oí sonar el despertador. Me eché las sábanas blanca por encima de la cabeza y volví a cerrar los ojos. Quería seguir dumiendo solo un poquito más. De repente , sentí un peso sobre mí.
-¡Despierta dormilona! Ya es hora de levantarse.- Como no , ahí estaba mi hermano con su bonita forma de despertar a la gente.
-¿Pero qué haces? ¡Quita de encima! - Le grité adormilada.
Se levantó y comenzó a irse.
-Vale , pero si no te levantas en cinco minutos volveré , y no lo haré solo.-Le oí decir.
Abrí mis ojos como platos y me levanté corriendo. No sería la primera vez que llegara a mi habitación acompañado por un vaso de agua y bueno... creo que lo que sigue está claro.
Después de maquillarme , vestirme y todas esas cosas que hacemos las chicas cogí una manzana de la cocina para comérmela por el camino. Ese día mi madre nos llevaría a Carlos y a mí al instituto. Al salir , ví la orgullosa figura de mi hermano sentada en el asiento del copiloto.
-¡Eh! Yo quería sentarme ahí.- Dije algo indignada.
-Me da igual , yo llegué antes , y si no haberte levantado más temprano .- Contestó con su típica sonrisa de lado.
-Eres odioso.- Dije mientras me subía a los asientos traseros del coche.
Al llegar al instituto nos despedimos de mamá y fuimos a mirar que clase nos iba a tocar a cada uno. Por desgracia nos tocó en la misma , pues ibamos al mismo año , ya que eramos mellizos. Después de un tiempo intentando encontrar la clase en la que nuestro tutor nos iba a recibir a nosotros y a nuestros nuevos compañeros , tuvimos que preguntar a un chico que vimos por los pasillos , pues el instituto era muy grande e ibamos a tardar demasiado recorriendo todo.