Sidus ➳The Originals [3]

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Prólogo.

El escozor en sus músculos era apenas perceptible y su respiración tenía un compás irregular para cuando llego al final de las escaleras, se detuvo en el pequeño alfeizar y soltó un suspiro que apenas y alcanzo a escuchar los latidos de su corazón resonando en su pecho. Su cejas se fruncieron imaginariamente mientras intentaba procesar porque le costaba llevar aire a sus pulmones, si por la extensa caminata o por el hecho de haberla hecho con un menudo cuerpo en su espalda.

No lo entendía.

Era un vampiro, uno original. Ni los de su tipo ni un vampiro común podían cansarse con algo tan simple como subir escaleras, mucho menos sentirse de la forma tan extraña en la que se estaba sintiendo.

Se mantuvo quieto por breves segundos plantado al suelo como piedra, esperando que el menudo cuerpo que llevaba en la espalda descendiera y rodeara su costado. Delicadas y heladas manos rozaron su mejilla y se estremeció hasta la punta de los pies. ¿Qué es esto? Se preguntó, mientras su corazón volvía a latir con fuerza. ¿Quién eres? Lucho por enfocar a la figura que caminaba con paso ligero hacia la puerta de metal frente a ellos, pero sus ojos parecían tener una espesa bruma que solo lo dejaba ver la silueta.

Era ilógico.

Supo que la persona a quien pertenecía esa silueta le decía algo, porque sus propios labios se movieron involuntarios respondiendo a lo que sea que le dijo, él no sabe que responde porque no puede escuchar sus propias palabras ni las ajenas, como si estuviera en una burbuja insonorizada. Es un sueño, se volvió a decir mientras sus pies se movían para caminar hasta la silueta, es un sueño.

Cuando llego finalmente a su altura, contrajo el brazo alzándolo, rotándolo hacia un lado y golpeando la superficie de metal con lo que pareció ser fuerza de más. El aire helado le rozó el cabello y el rostro cuando la puerta cedió ante su fuerza.

Una mano totalmente helada tomó la suya tirando de su cuerpo, provocándole otro escalofrío y la sensación de querer salir corriendo, su instinto le gritó y por más que quiso mandar órdenes a su cuerpo para soltarse, dar la media vuelta y huir de ahí, parecía que este era ajeno a sus órdenes y en vez de hacer caso, sus labios volvieron a moverse emitiendo palabras inentendibles.

No había razones que lo validaran.

Era un sueño. Era su sueño. Estaba dentro de su cabeza y sabía que él podía ser el rey de ahí si así lo deseaba, pero aquel sueño era diferente. Parecía que lo único consiente era su mente, pero su cuerpo y la escena eran inalterables, lo que sucedía frente a sus ojos estaba programado como una película que no podía interrumpir.

Sabía que la figura que sostenía su mano contrastando texturas era una chica, sus dedos eran finos y delgados, suaves al tacto a pesar de estar helados, totalmente contrarios a los suyos ásperos y cálidos. Podía ver apenas la silueta de un vestido ondeando con el aire y zapatillas atadas en cada muñeca, sin embargo, no podía verle la cara, ni el color de sus ropas o pelo; simplemente era una sombra oscura un poco difusa que le hablaba mientras tiraba de él hacía lo que parecía ser un borde de un puente, diciéndole algo que él no comprendía y haciendo que la desesperación invadiera cada fibra de su ser.

Su corazón latió desenfrenado cuando le soltó y se impulsaba para subirse al borde del puente, ¿Qué haces? Bájate de ahí, quiso gritarle y automáticamente sus manos se estiraron para detenerla cuando ella dio un paso hacia delante, escapando de su agarre.

Tenía miedo.

Sus labios se movieron de nuevo, diciéndole algo que al parecer la hace reír por la manera en que sus hombros se sacuden, y como si aquello fuese calma para él, latidos de su corazón se vuelven cálidos. 

Una parte de él amaba eso.

Miró expectante como la misma mano que sostuvo se extiende hacia él y sintió como su cuerpo se movía una vez más para subirse al borde de misma manera en que ella lo hizo. Le tomó de la mano, apretándola delicadamente y alza la mirada al cielo mirando el oscuro manto con un único astro adornando el cielo; la luna.

Pero siempre estaba el por qué.

Apretó el agarre en la mano de la chica, decepcionado de no ver ningún otro punto en el cielo, pero esa decepción es olvidada fácilmente cuando una sonrisa nace en sus labios antes de cerrar involuntariamente sus ojos.

Entonces dan un paso adelante y saltan.

No le da miedo la muerte y no siente el vértigo en el estómago por la caída.

Su inconsciente esta tranquilo y parece recordar que no es la primera vez que sueña esa misma escena. Y a pesar de eso, no quiere abrir los ojos, plenamente consiente de que, si lo hace, a un par metros de él esta ese árbol al que no puede llegar, donde yace la chica de espaldas esperando su llegada.

Ese era su sueño; al principio estaba en lo más alto de un puente a punto de caer al vacío y después aparecía en ese desierto sin fin con el árbol deslumbrante esperando por él y sabe que debe de ir, pero cada vez que lo intenta desaparece antes de que siquiera llegué. No se mueve para seguir su sueño, pero tampoco hizo algo por despertarse, no sabiendo que cuando sus ojos se abrieran y la realidad lo golpeara fuera consiente de como en cada mañana:

Su corazón pedía a gritos la presencia de alguien que desconoce.

NA: 

Pues resulta y acontece que pase casi tres años inactiva y wattpad me mando a borradores esta historia y aparte le elimino algunas partes a los textos de los capítulos, así que aquí me tienen, universitaria y como adulta emergente responsable volviendo a re-subirla con un poco de nueva edición.

Asi que puede que la historia se alarge unos cinco capitulos mas jaja pq me han venido unas ideas loquisimas a la cabeza mientras editaba esto jaja so, esperemos que no sean mas de 15 capitulos. 

Como sea, sin mas que decir, nos estaremos leyendo.

Besoooo.

-Ros o Lyn o como quieran decirme.