LOS GATOS GUERREROS - Más allá de los Clanes - Dos Caminos (Segundo Libro)

Capítulo 3

Llegaban de la patrulla del alba Torrente y Garra de Puma por delante y a la saga juntos Gleba y Toro, a este último un olor a la entrada del campamento le llamo poderosamente la atención y lo distrajo de la conversación que tenía junto a la gata rojiza, giro la cabeza de un lado a otro como buscando algo con prisa y emoción y entonces lo encontró.

- ¡Eres tu Jazmín! – exclamo Toro y abriéndose paso entre los demás guerreros de la patrulla corrió hacia la gata de pelaje blanco y cola negra con alegría y se lanzó a ella afectuosamente. – Vieja gata ingrata, porque no nos visitas con más frecuencia – le dijo mientras rozaba su rostro por el de Jazmín.

Jazmín no dejaba de sonreír al sentir tan cariñoso saludo, ese gato mientras vivió con ella en la casa de sus dos patas siempre fue frio y parco, definitivamente no era falta de afecto pero su carácter era distante, la primera suposición de Jazmín fue imaginar que vivir al lado de la gata que amaba lo estaba haciendo muy feliz.

- ¡Te veo muy feliz Toro! – luego se volvió a los demás para saludarlos – Saludos Gleba, y también para ustedes Torrente y Garra de Puma – los últimos apenas respondieron con un movimiento de cabeza pero Gleba si se le acerco.

Luego continuo Jazmín – Quisiera venir todos los días a verlos pero sabes que mi pequeña Mily se angustia mucho cuando me ausento, aquel día que batallamos contra Zarpa Dura y el Clan de las Rocas la encontré muy triste a mi regreso, me estrujo contra ella al verme pero no pude posponer más mi visita Toro, tengo algo que contarte.

- ¿Ocurre algo grave? – preguntó él intrigado.

- Grave no es, es más creo que te ayudara en mucho... nuestros dos patas te han extrañado mucho, te llamaban todos los días y salieron a buscarte por el prado y el rio, al parecer perdieron ya la esperanza de que vuelvas y han llevado a su casa a un minino nuevo, se llama Capuchino y es un jovencito inquieto, se divierte mucho persiguiendo a los ratones que se atreven a acercarse al depósito de nuestros dos patas y le gusta provocar a los perros que crían los dos patas que trabajan junto a los enormes monstruos que llevaron al territorio invadido. – le contó Jazmín a Toro.

Toro no esperaba tal noticia, hasta ese momento había estado viviendo en el Clan del Vergel con el permiso de Estrella Cano como un visitante, alguien en quien el líder confió como un apoyo a la recuperación de Gleba que había atravesado un momento muy difícil que la sumió en la tristeza pero más allá de eso Toro no tomo responsabilidad o compromiso con el clan.

Jazmín notó el desconcierto en él y antes de darle oportunidad de responder agregó – Tenemos que hablar con Estrella Cano, la decisión que te dimos a considerar hace una luna ya debes tomarla, aunque no te queda creo más que una opción.

Ambos gatos junto a Luz de Aurora se dirigieron a la guarida del líder que atraído por el ruido de la conversación se acercó a la entrada – El Clan Estelar te trajo Jazmín – le dijo Estrella Cano. Tras escuchar a Jazmín ambos dirigieron su vista a Toro y el líder le pregunto – Dinos entonces Toro, te quedaras en el Clan del Vergel y tomaras tu entrenamiento o prefieres volver con tus dos patas, ellos todavía podrían aceptarte – luego viendo a los demás continuo – Todos nosotros, sea cual sea tu decisión, estamos muy agradecidos contigo por ayudarnos en la lucha por recuperar nuestro clan, y yo más aun por el bien que le has hecho a Gleba que ha vuelto a ser la guerrera de antes.

Toro levanto la cabeza y en un tono muy determinado respondió a todos – No tengo nada que pensar, este es mi nuevo lugar, quiero tomar el entrenamiento de aprendiz y convertirme en guerrero.

- Desde hace una luna cuando te deje aquí supe que ese sería tu destino, antes no lo hubiese imaginado cuando te burlabas de las historias que te contaba y ahora te convertirás en el guerrero que el destino no me permitió a mí, para mi eres otro de mis hijos – le dijo Jazmín.