Mi nombre es Noah

16 3 0
                                    

Era primavera, el aire que jugaba en mi pelo podía decirlo a grito. Mi nariz se deleitaba con el olor a bosques, era difícil de explicar, pero era aquella la manera de sentir como lo natural recorría todo tu cuerpo, entrando por la puerta que en ese caso era mi nariz.

Me incorporé a mi cobija, tratando de quedar dormida, pero podía escuchar una ligera voz: "Noah!...Noah!!!" , abrí mis ojos, y trate de tapar con la palma de mi mano, el reflejo del sol en mi cara, mientras veía a mi madre con camiseta holgada crema, y una falda ajustada, mientras tecleaba en su smartphone.

-Noah, llevamos una semana en este lugar, podrías salir, y tratar de socializar.

Cerré nuevamente mis ojos, y respiré profundo.

-Tu hermana ya se ha adaptado, deberías tratar de hacer lo mismo.

- Yo también me he adaptado. -repliqué

-podrías por lo menos salir y conocer el lugar - Decía mientras se sentaba en la cama sin quitar la mirada de su smartphone - hay muchos lugares en lo cuales podrás tomar fotos.

Después de varios segundos, salió.
Suspiré, y me levante de mi cama, podría haber dicho que estaba caminando, pero era mas como si arrastraba mi cuerpo. Peiné mi pelo, y trate de desenredarlo, pensaba cortarlo hasta mis orejas, pero prefería dejarlo largo, y con suaves ondas hasta mi espalda.
Agarré mi cámara, baje las escaleras, y alcancé a gritarle a mi madre que iría a salir a adaptarme.

-Usa tu automóvil!

La ignoré totalmente y salí, prefería caminar, así podía capturar momentos, y realmente conducir no era lo mío.

No había mucho que observar, cada camino llevaba a una tienda diferentes, y diversos parques donde estaba repleto de jóvenes, unos bromeando, otros simplemente besándose lo cual le dejaba poco al morbo.
Decidí adentrarme al bosque y capturar lo natural. Me deleitaba al poder ver la aves jugando entre los arboles, el viento mientras acariciaba y daba el ligero murmullo a cada una de las hojas, todo era perfecto, era aquello tan sencillo y despreciado por los jóvenes de mi edad a lo que podía llamar felicidad, esa sensación de mis mejillas ardiendo, para mi era algo parecido a estar enamorado.
Caminé durante algunas horas capturando algunos momentos, estaba a punto de anochecer, pero de igual forma no le dí importancia.

Llegue hacia un risco, había una gran vista del atardecer rojo y amarillo, desde lejos pude ver un joven observando el paisaje, trate de acercarme para sacar un foto.
Era un joven apuesto, pelo negro y sin duda mas alto que yo. Me arrodillé para tomar la foto, antes de que se pudiera dar cuenta de lo bastante cerca que estaba de el, en mi pensar, sentí que se sumía mas y mas a sus profundos pensamientos, y por eso no pudo percatarme.
Me detuve un momento para mirar la foto, sentí como aquellos pasos se acercaron a mi, alcé la mirada, sentí como mi corazón hipotéticamente se había detenido, mi cuerpo se rindió a la gravedad y caí sentada al suelo, y pude escuchar como mi cámara cayó, haciendo un ligero ruido. Volví mi mirada a aquellos ojos azules intenso, y al observar su rostro vi como gesticuló sus labios.

- Quien eres?

Su voz era grave, pero leve como un susurro. Mi corazón volvió a su ritmo normal hipotéticamente. Bajé la mirada, y tomé mi cámara, no le había respondido nada, el solo bufó y caminó hacia el bosque, trate de volver en sí, volteé, el viento acarició mi pelo estrepitosamente.

- Mi nombre es Noah.

NoahDonde viven las historias. Descúbrelo ahora