Tercera Carta

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Estoy harta. Harta de que mueran inocentes, no puede ser que no respetemos la vida del otro por ser de otro sexo, religión u orientación, somos todos humanos, y al fin de cuentas todos terminamos en el mismo lugar. ¿Para qué matar? ¿Por qué en vez de matar no le explicas a la otra persona lo que sentís o simplemente la respetas? ¿Por qué no la dejas creer en el Dios que cree? ¿Por qué no la dejas enamorarse de quien quiere? ¿A vos te afecta? No. ¿A vos te gustaría sufrir al igual que esa persona? Probablemente no. Somos todos iguales, seamos católicos, evangelistas, mormones, judíos, gays, heterosexuales, lesbianas, bisexuales, hombres, mujeres, niños, adultos, ancianos, etc, SOMOS HUMANOS. ¿Y si piensas en el prójimo y no sólo en vos? Somos millones de habitantes en un planeta y no podemos estar matando gente por tener un pensamiento diferente.

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