Los neumáticos de el ferrari color rojo rechinaban contra el asfalto. El sonido del motor de seguro se escuchaba a metros. Con las dos manos en el volante y pisando el acelerador esbozó una amplia sonrisa la velocidad aumentaba cada vez más y no le importaba, estaba en el centro de la ciudad a pocas horas del amanecer cuando no hay ningún auto ni otro medio de transporte interrumpiendo su carrera, a demás todos sabían que a las tres de la mañana Lee Taemin rondaba la ciudad, lo mejor era quedarse dentro e ignorar su andar.
En la amplia calle el auto dio una vuelta marcando el cemento limpio de la calle, de costado paro a unos pocos centímetros de la acera, la puerta del conductor se abrió al máximo y se asomó una de las piernas de Taemin, luego la otra y sus manos se entrelazaron estirando sus dedos haciendo sonar sus huesos, luego los dedos de su mano derecha se enterraron en su cabello haciéndolo hacia atrás, se apoyo en el capo y espero la salida del sol, le encantaba cerrar sus ojos y disfrutar del silencio de la ciudad.
-¡Oye tu!- Una dulce voz llegó a sus oídos, abrió nuevamente sus ojos y busco la dueña de aquella voz, no la encontró- ¡Por aquí!- Frente de el una luz atravesaba las finas telas de una cortina blanca y detrás de esta una silueta, la amplia ventana estaba abierta y la cortina danzaba con el viento.
-¿Qué?- Dijo cortante, sin alejarse del auto y frunciendo levemente el ceño..
-Soy nueva en la ciudad y tu ruido me molesta, ¿Podrías irte a la autopista? O algún lugar donde no haya gente que este durmiendo- La cortina se corrió y fue como si algo se diera vuelta en su interior, aquella chica era, era un ángel.
-¿Disculpa?- Ángel o demonio, nadie le decía que hacer y que no- Lo siento, una niña como tu no interrumpirá lo que siempre hice- Gruño.
Alicia o como le dicen, Ally, sintió el enojo surgir en su interior y ya que la ventana no tenía barrotes saltó y se acerco hacia el chico de sonrisa traviesa, tuvo que levantar un poco su cabeza para verlo, aunque su cuerpo se removió a medida de que se acercaba, sentía como algo se revolvía al verlo parada allí, era obviamente, más alto que ella, y eso la volvía loca.
-¿Te quedaras callada?- Le dijo inclinándose y acercando su rostro al de ella- ¿Pequeña?-
Como si la sangre de su cuerpo estuviera caliente e hirviendo bajo su piel hizo su pie hacia atrás y luego golpeo donde más le duele.
-Si mañana llegas a pasar por aquí, juro que traigo tacones- Dijo sonriendo, mientras tanto Taemin se encontraba en el suelo al borde de las lagrimas.
-Ni lo sueñes mujer- Dijo levanto la vista- Are lo que se me de la gana, quieras o no- El dolor había pasado un poco, volvió a su auto e hizo rechinar los neumáticos nuevamente alejándose de allí.
-¿Quien se cree?- Gruño mientras volvía a su casa saltando por la ventana.
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Tiró sus libros en su escritorio y corrió la silla para sentarse, tenía un examen al día siguiente y tenía uno que otro tema que no comprendía muy bien. Abrió el gran libro de Biología genética y buscó la página dictada por el profesor, igual que la noche anterior la cortina se movía estirándose hacia afuera y luego volviendo a su lugar.
Sonrió ante la tranquilidad que brindaba la noche de verano, era tan refrescante aquel viento que no tenía ni una pizca de ganas de estudiar.
Su cabeza empezó a tambalearse hasta que cayo sobre el libro rendida, el sueño le había ganado al estudio. Unos minutos pasaros desde que se hicieron las tres, se removió y sonrió ante el paisaje de su sueño, alguien la llevaba de la mano adentrándose en una pradera le hablaba pero ella no entendía lo que decía, tampoco podía ver su rostro ya que estaba algo borroso, el rostro empezaba a descubrirse pero un escandaloso sonido la despertó, gruño y se tapó los oídos intentando entender que rayos era aquello.
Entonces se acerco a la ventana y vio pasar el auto rojo frente a ella.
-¡Estúpido!- Le gritó con todas sus fuerzas cuando lo vio pasar nuevamente.
-¡Estúpida!- Le devolvió el insulto Taemin, y a pocos segundos en que dio la vuelta a la manzana se paro en frente de su ventana- Pero linda- Le guiño un ojo y se marchó a toda velocidad.
Su cuerpo se había quedado paralizado, ¿Le había dicho linda? Sacudió su cabeza y cerró las cortinas, a ver si por fin podía estudiar, pero no fue posible porque Taemin estuvo la mayor parte de la noche jugando a las carreras.
-Maldito niño malcriado- Susurro mientras se escondía bajo las sabanas.
Faltaba unas cuantas horas para que el sol saliera, era extraño que Taemin se fuera tan rápido.
Se acerco a la ventana haciendo un pequeño espacio en la cortina para ver que no se había marchado si no que el auto estaba parado frente a su departamento, pero sin conductor, corrió del todo la cortina y se giro a ver a ambos lados buscandolo.
¡Sorpesa!- Lo vio aparecer, estaba escondido debajo de el dintel, llevo una mano a su pecho y respiro hondo, se hizo hacia atrás y corrió la cortina, se giro pero sintió unas manos en su cintura, se removió alejándose de sus brazos.
-¿Qué rayos te pasa?- Se alejó hasta chocar con la puerta de su habitación, tomó la escoba que horas atrás había dejado allí tras un limpieza en su habitación- ¡Aléjate!- Hizo un movimiento con su mano esperando que Taemin se fuera, pero causo una risa en el, empezó acercarse y Ally movió la escoba de un lado a otro, uno de sus movimientos hizo que el cabello casi blanco de Taemin volara hacia un lado, el hizo un paso hacia atrás mientras hacia una especie de rostro asombrado pero no le salió ya que segundos después empezó a reir.
En medio de, shock que tenía Ally se acerco de repente y le quito la escoba apoyándola en un estante a un lado, volvió a verla, ahora serio.
-¿Qué quieres?- Exclamo molesta.
-Veras...- Dijo en un susurro- Me gustas- Sonrió y nuevamente Ally entró en shock.
-¿Qué?- Se había sonrojado a más no poder, en un movimiento rápido volvió a tener la escoba en su poder y le pego en la cabeza, Taemin inmediatamente se cubrió con sus brazos y salió corriendo por la ventana ya que los golpes no paraban.
Cerró la ventana con seguro y se sentó en el suelo sosteniendo sus piernas, recordó el daño que le habían hecho, dos veces, dos hombres que le habían jurado la vida a su lado, prometiéndole felicidad y todo el amor que tenían para darle, y sobretodo que le serían fiel, y aquello había sido la razón de su dolor, los dos habían hecho lo mismo, los dos se la habían pasado de chica en chica, revolcándose de aquí para haya, a sus espaldas y ella viviendo una mentira, una ilusión que solo ella creía, por eso y mucho más había jurado no enamorarse nuevamente, ni caer en brazos de otro hombre, nunca más. Se había mudado a causa de ello para empezar de nuevo, aunque los recuerdos la atormentaban.
Pero ahora aquello que había guardado en una caja bajo llave en su interior, salió a la luz, el le había hecho sentir algo distinto, algo nuevo, una sensación completamente desconocida. Entonces empezó a pensar que tal vez sería diferente, que tal vez el si le iba a dar lo que siempre había querido, aunque sea un poco de amor, solo un poco.
Se puso de pie y abrió la ventana, Taemin estaba dentro del auto a punto de partir.
-¡Taemin!- Grito mientras dejaba sus pies en la acera, Taemin bajo la ventanilla del auto y le siguió con la mirada, Ally se subió al asiento del acompañante y lo miro por unos largos segundos antes de acercarse y saborear los labios de el.
-Llévame lejos de aquí- Taemin le había correspondido los movimientos de sus labios uniéndose a su baile. Ante aquella petición Taemin asintió y el auto empezó a moverse por el asfalto hasta perderse en el vació de la calle a lo lejos y con un destino, hacerla feliz. Hacer que su corazón corriera a toda velocidad por tenerlo con ella, sin mentiras ni infidelidades, solo ella, solo los dos.
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Speed// Taemin SHINee One-shot
FanfictionLa velocidad es algo que a Taemin le vuelve loco, adora levantarse a las tres de la mañana y que su auto se mueva a todo motor por el centro de la ciudad. Mientras tanto Ally no tiene otra almohada con la que taparse y reducir los sonidos de aquel...