¿Eres tu?

Capitulo 2: El aeropuerto

Me eh quedado dormida, tome mi celular y vi que eran las 5:39 de la mañana, se me había hecho tarde, debería estar una hora antes del vuelo. Me levante lo más rápido que pude, y me tome un baño. No eh podido dejar de darle vueltas a este mal presentimiento que tenía de ese lugar, cuando salí del baño me puse una blusa 3/4 de color melón, unos jeans ajustados y mis converse color negro, como tenía el pelo mojado lo deje suelto dejando que al menos mis rizos se sintieran "libres". Tome mis maletas y salí de mi cuarto, no sin antes dejarlo cerrado con llave.

-¿Te ayudo? -dijo mi hermano tomando dos de las tres maletas que llevaba- oye porque llevas tantas cosas, no vas de vacaciones pequeña hermanita.

-Gracias, pero no es gracioso, gran tonto.

Bajamos las escaleras y voltee a ver a mi cuarto como si fuera la ultima vez que lo viera, cabizbaja vi que mis padres estaban en la puerta esperando a que de una buena vez saliera de este lugar.

-Espero que aprendas la lección Maryanne -dijo mi madre tomando una de mis maletas- no queríamos llegar a este punto.

Mi papá tomo la otra maleta que yo sostenía, me dio una sonrisa muy acogedora, me beso la frente y se inclino a susurrarme algo al oído.

-No te preocupes mi princesa, estas tal vez sean como unas vacaciones- de nuevo me dio un beso en la frente y camino hacia el carro para subir las maletas-.

Porque el comentario de papá me hace sentir...bien, se supone que voy a un reformatorio ¿no?. Di un suspiro y me subí al coche, nuestro mayordomo me iba a llevar al aeropuerto, desde pequeña yo siempre le eh dicho el apestoso Richard, ya que han pasado varias veces que se tira gases cuando estoy presente, casi me asfixia. El camino se me hizo demasiado rápido, no pude disfrutar de la vista que tenían los vidrios llenos de gotas de lluvia, no podía dejar de pensar que me iba a perder las mejores vacaciones de mi vida estando en un estúpido lugar como ese.

Cuando llegamos Richard me dio un paraguas mientras el bajaba las maletas, vi como varias familias y parejas reían y disfrutaban de lo que podría decir "vida". Cuando termino de bajar todo, me dio mi boleto de abordar, me señalo la entrada y la puerta a la cual dirijirme. No le hice caso la verdad, solo quería liberarme de el, pensé que tal vez podría salir de aquí, pero pense, aunque salga de aquí no tendré a donde ir. Caitlin vive a una cuadra enseguida de mi casa y tal vez podrían verme pasar, y Austin vive a 80 kilometros de aquí. Tome mis maletas y me adentre al aeropuerto, tenía mucha hambre no había cenado ayer y tampoco eh desayunado hoy, fui a un lugar donde vendían unas sabrosas donas, así que compre una de maple y un frappe. Iba a llegar a la puerta cuando sentí un fuerte golpe por detrás mío que hizo que tirara mi dona.

-¡Hey! Ten más...-cuando lo ví, era un hombre muy alto y guapo que parecía de mi edad, de cabello oscuro y de ojos color miel y llevaba un hermoso saco café- cuidado...

-Lo lamento señorita, ando un poco torpe hoy, aquí tiene 10 dólares para que compre otra dona, discúlpeme de nuevo.

-No te preocupes, te ves exhausto, - era tan guapo y no iba a dejar que el me diera dinero- probablemente haz tenido un mal día al igual que yo.

-Insisto tómelos, al igual que usted yo también tuve un mal día y nada mejor que alguien que se lo alegre - dijo mientras tomaba mi mano, puso el dinero en ella y soltó una sonrisa que hizo un"click" en mi corazón- bueno espero que el resto de este día mejore para usted, hasta luego señorita.

-Muchas gracias enserio- cuando su mano toco la mía, sentí un cosquilleo que recorrió todo mi cuerpo...pero cuando menos me di cuenta vi como se alejaba- ¡espera! ¿Cual es tu nomb...re?

Ya se había ido. ¿Como pude haberlo dejado ir? En fin se me había hecho tarde por este incidente. Corrí hacia la puerta entregue mi boleto y corrí hacia mi asiento, no me había dado cuenta pero estaba en la primera fila del lado de la ventanilla en primera clase, era de esperarse de mis padres. Paso más de diez minutos hasta que el avión despego, me sentía un poco incomoda en el asiento pero, no podía dejar de pensar en aquel hombre...sus manos....su sonrisa...en fin... Creo que este viaje será un muy largo...