El amor imposible.

Capítulo 1.

Desperté por un sonido bastante irritable. abrí los ojos de par en par, estire mi brazo palpando con la mano la mesita de noche para apagar la alarma. toqué un botón, lo presione y dejó de sonar el tan irritable sonido que emitía. me levanté perezosa, caminé hacia el baño arrastrando los pies. observe mi rostro en el gran espejo del baño y solté una gran carcajada.

- Que miedo mi cara - digo entre risas frotando mis ojos, hinchados por dormir y revolviendo mi cabello alborotado. Me deshice de mi pijama corto, mientras prendo el pequeño equipo que estaba dentro del baño, haciendo sonar entre las cuatro paredes "Controlla de Drake". 

Muevo mis caderas y entro cantando a la ducha. Al terminar de ducharme, salí enrollando una toalla al rededor de mi cuerpo y otra en mi cabello. Me coloqué la ropa interior, para luego ponerme lo siguiente: 

Salí de mi habitación con la mochila en mano y me dirigí a golpear la habitación de Edward.

- ¡levantate o llegaremos tarde otra vez por tu culpa! - le grito a la puerta rodeando los ojos.

Baje por la baranda de la escalera, deslizando con agilidad y velocidad llegando a la punta saltando para caer de pie. Camino por el pasillo extenso hasta la cocina, al llegar tomo un pocillo del mueble, lo dejo encima de la isla. Abro el refrigerador y tomo la caja de leche. Cierro el refrigerador vuelvo a dejar en la isla la leche y saco de la alacena los cereales. Vierto na leche en el pocillo junto los cereales y busco una cuchara para comenzar a comer.

De un momento a otro entra Edward fulminando con la mirada a mis ojos tratando de intimidarme. Se sirve lo mismo que yo y pongo los ojos en blanco. Avanzo y empujo su hombro dejando el pocillo en el lavavajillas.

- No me vuelvas a tocar, Megan. - musita con asco mi nombre, no le tomo importancia y corro a mi habitación a lavarme los dientes. Arreglo mi cabello mirándome por el gran espejo de mi baño. Salgo buscando con la mirada mi celular que está tirado en suelo. Debes cuidar más tus cosas, Megan. Lo recojo y tomo una chaqueta de cuero negra, me la coloco y salgo de la habitación bajando de dos en dos las escaleras. Recojo mi Mochila que yacía en el suelo, la pongo en mi hombro y observo a Edward en la puerta inhalando un polvo blanco que tenía en su mano. De nuevo en la droga, idiota. Con mi mano empuje la suya dando vuelta el contenido de su mano.

- Oops - Sonrío con ironía - deja de drogarte, imbécil. - le pego en la cabeza y camino adelante llegando al su Auto.

- me vas a tener que pagar eso -  señala el polvo en el suelo - no era fácil de conseguir, como tú. - lo observo con detenimiento, pensando muy bien las cosas antes de reaccionar -.