Una trampa

3.1K 223 5
                                    

Después de comer me dirigí a mi pieza y al rato entro Jorsh.
- hola- dijo acostándose en la cama a mi lado
- hola, oye lo de denante, lo siento, fui muy pervertida-
- y que tiene? Los dos estamos solteros todavía no?-
- bueno... Supongo-
- pero si fuiste pervertida- dijo riendo
- tú me golpeaste el trasero- dije dándole un golpe en la pierna
- ay, tienes fuerza- dijo palmeando mi trasero de nuevo, pero con más fuerza
- ay, tú sí tienes fuerza, mira el  tamaño de tu mano- comencé a medir mi mano con la suya para notar la gran diferencia
- tú eres muy pequeña-
- gracias... Hace cuanto que no te enamoras?-
- no lo sé... Hace tiempo, creo-
- y no te gustaría estar con alguien de nuevo, para sentirte querido... O algo-
- no, cuando murió mi esposa, yo morí con ella-
- que lastima-
- quieres sentirte querida verdad?-  preguntó y asentí - de verdad quieres a tu mate, aunque aún no lo conozcas-
- si, siento que ya lo quiero-
-... Oye ya deberías seguir tu viaje, la tormenta ya bajó-
- no, me quiero quedar una noche más... Dormiríamos juntos, no? Por el frío- dije riendo, pero de repente se puso serio
- encerio, deberías irte ya-
- por qué? No quieres que me quede?-
- no es eso... Eres una buena chica, encuentra a tu mate para poder ser feliz-
- pero aún hay tormenta- dije apuntando con el dedo a la ventana
- no, no hay, y anoche tampoco hubo... ven te ayudaré a salir-
- okey... Vamos- dije tomando mi mochila y siguiéndolo, la verdad quería quedarme, no sé porque, pero me Sentía muy bien con Jorsh.
Llegamos afuera y comenzó a mirar a los lados, como preocupándose de que nadie nos viera.
- estás bien? A quién buscas?- pregunté mirando al mismo lado que el
- si estoy bien, ahora vete, te deseo lo mejor, toma- dijo dándome unos recipientes con tapa que llevaba comida adentro
- gracias- dije sonriendo y lo bese en la mejilla
- adiós, cuídate- dijo y me fui
Comencé a caminar y escuche un gran alboroto detrás mío, así que me voltee a ver qué pasaba.
Vi a muchos lobos atacando a todos en la hostal, pero Jorsh seguía intacto todavía.
- Jorsh! Corre!- grité
- vete! Vanessa- gritó y vi cómo un lobo negro lo tiraba al suelo arrancándole la cabeza, no lo podía creer, pero por instinto comencé a correr lo más rápido que podía.

**************
Estuve caminando mucho rato hasta que me cansé y me senté en una roca a comer. De repente llegaron mucho lobos que me rodearon y del centro apareció Valentín con unos hombres.
- hola princesa- dijo acercándose a mi
- qué haces aquí?- pregunté confundida
- te vine a ver- comencé a mirar a los lobos que cada vez se me hacían más familiar y me di cuenta
- fuiste tú? Tú mataste a Jorsh-
- adoro que seas tan lista- dijo acariciando  mi mentón, pero lo aparte con fuerza
- pero por qué? Eres un monstruo-
- porque le dije al imbecil que tratará de enamórate para que te quedaras unos días allá mientras yo me las arreglaba para evitar que llegaras a tu destino, pero el muy tarado, le dio pena tu historia, y decidió ayudarte a salir-
- que? Trataste de que no llegara? Eso es trampa Valentín, si haces eso jamás llegare-
- en este juego no hay reglas preciosa-
- mataste a una persona inocente Valentín-
- y mataré a los que sean necesarios para que estés conmigo-
- estás loco- dije comenzando a caminar para irme de ese lugar
- espera- dijo tomándome del brazo y acercándome a él bruscamente hasta darme un beso, traté de quitarlo, pero era imposible, él era muy fuete.
- listo, ahora sigue con tu viaje- dijo y me fui callada.

****************
Estuve cambiando durante una hora, pero me canse así que me senté en una roca.
Pensé en la trampa que me había hecho Valentín, era un maldito ya me había retrasado un día. Como y había perdido el rumbo, decidí preguntarle a mi loba donde debía llegara hora.
- Paula, esas ahí? Donde debo ir ahora?-
- camina un poco más y llegaras a la cuidad, donde tomaras un tren que te llevará a Moscú-
- Moscú? Ahí está Luciano?-
- Monroe, se llama Monroe-
- bueno, ahí está Monroe?- pero no contesto, supongo que la comunicación se había cortado.
Tomé agua, y comencé a caminar hasta llegar a la gran ciudad.

************
Mientras caminando, me di cuenta de que no sabia donde estaba, así que me acerqué a un hombre.
- hola, disculpe, donde está la estación de trenes?-
- la estación de trenes?- preguntó impresionado
- si?... Aquí hay una cierto?- pensé que me había equivocado y en esta ciudad no había estación de trenes
- sigue derecho y después cruza a la izquierda, ahí veras la estación de trenes-
- okey, gracias- dije y me fui, pero tomo mi mano
- pero no te dejarán viajar-
- por qué no?-
- porque no eres de aquí, eres extranjera y solo dejan pasar a los que son de aquí, lo siento-
- que?! Pero... Ayúdeme-
- yo? Y como-
- diga que estamos casados, por favor... Solo será un corto viaje, necesito llegar a Moscú-
- .... Está bien, pero debes darme algo a cambio-
- que quiere?- pregunté pero solo me miro - sexo?-
- exacto, pero no te preocupes, te pagaré- la única manera de cruzar la maldita frontera, era teniendo sexo, así que debía hacerlo
- está bien, pero solo unos minutos-
- okey, te ayudaré, vamos- dijo pasándome su brazo, así lo tomé sonriendo.
- como te llamas?- pregunté
- Meison, y tú?-
- Vanessa-
- Vanessa- dijo con un tono italiano y reímos.
Llegamos a la entrada de la estación y había un guardia en la puerta.
- buenas tardes- dijo
- buenas tarde, aquí están nuestros pasaportes- dijo Meison, y el guardia comenzó a revisarlos. - estamos casados- agregó
- felicidades, adelante- dijo abriendo la puerta y pasamos
- gracias- dije sonriendo
- su puesto es el número 56- dijo el guardia
Llegamos al tren y era gigante, era muy lindo y estaba lleno de pasajeros.
- wow que hermoso- dije admirándolo
- si, es muy lindo... Entremos-
Entramos al tren y nos sentamos en el puesto 56, eran dos bancas largas muy cómodas, una en frente de la otra y estaba como encerrado en una habitación, donde no había nadie más, solo Meison y yo.
- qué raro, no hay nadie- dijo tomando asiento
- pero así hay más espacio para nosotros- dije sentándome a su lado
- hablando de nosotros... Nuestro trato-
- ahora?-
- ahora- dijo y me puse encima de él, pero me volvió a sentar a su lado
- no querías sexo?- pregunté
- si, pero solo quiero sexo oral- era encerio? No quería hacerle sexo oral
- seguro?- y asintió - okey- dije bajando hasta su piernas mientras él estaba sentado y desabroche su cierre para sacar su miembro.
Me lo puse en la boca y comencé a chuparlo, mientras él daba pequeños suspiros.
Seguí así, de arriba a abajo, un buen rato hasta que sentí un fluido en mi boca, se había terminado, soltó un gemido. Traté de salirme, ya que no estaba dispuesta a tragarme eso, pero puso su mano en mi cabeza impidiendo mi salida, así que me lo tuve que tragar todo.
Cuando terminó, salí de ahí y me dirigí rápidamente al baño; me lave la boca y después salí, donde estaba el.
- listo- dije sentándome a su lado
- toma- dijo pasándome el dinero, que era bastante para lo que había echo.
- gracias- dije guardándolo en mi mochila
- gracias a ti, por qué vas a Moscú?-
- tengo que verme con alguien- dije ya que no le iba a contar la historia de mi mate, porque era muy larga y porque él era un simple humano de carne y hueso.
- que interesaste- dijo y un sueño comenzó a caer en mis ojos, haciéndome pestañear un par de veces.
Entro una mujer vestida como si trabajara en el tren con un carrito que llevaba comida.
- hola, aquí está la comida- dijo sonriendo y se fue
- sirven comida?- le pregunté a Meison que estaba medio dormido
- si, tres veces al día-
- genial- saqué la comida que se veía muy rica y comimos juntos.
Cuando terminamos, apoyé mi cabeza en su hombro, con la mirada cansada.
- tranquila descansa, yo te aviso cuando lleguemos- dijo mirándome
- gracias- hablé medio dormida y caí en un profundo sueño.

La Dama De AlphasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora