¿Por qué tú?

¿Qué hago?

Llevaba mucho tiempo pensándolo, y aún no podía creerlo, no podía ser, no quería aceptarlo... es que era algo loco y totalmente imposible, no podía ser verdad, no podía sentir eso por uno de sus hermanos, no podía...

No podía estar enamorado de Ichimatsu.

Ni siquiera sabía cómo rayos había empezado todo, pero simplemente de un momento a otro ya no podía sacarse de la cabeza al chico de cabello alborotado, este se robaba cada uno de sus pensamientos, lo observaba cada vez que tenía la oportunidad y de manera inconsciente se acercaba a él, consiguiendo que el otro le tratara peor de lo que solía hacerlo.

—Ahhh... no lo entiendo— en serio no podía comprenderlo, se supone que le gustaban la mujeres, aunque en realidad no veía problema en que le gustaran los hombres, después de todo si el amor es verdadero esos detalles no importan ¡pero ese no era el problema! El problema era que quién le atraía era su hermano menor, tenían la misma sangre, peor aún ¡tenían la misma cara! ¡por dios! ¿es que era tan narcisista como para sentirse atraído por su propio rostro? ¿qué otra explicación podría haber? Ichimatsu claramente lo odiaba, se lo hacía saber cada día... ¿cómo rayos te puedes enamorar de alguien que te odia? La única explicación posible era que estuviera enamorado del rostro que compartían, ya que no iba a negar que era muy bien parecido, pero entonces... ¿por qué no se sentía así por sus otros hermanos?... —¡¡¡AAHHHHHHH!!! ¡no lo entiendo! ¿por qué él?— gritó mientras se tiraba el cabello —¿por qué no pudo ser alguien más? ¿por qué no Totty? Aunque sea un monstruo por dentro también puede ser muy lindo, incluso Osomatsu hubiera sido una mejor opción, por muy cretino que sea tengo mucho más en común con él... ¡¿qué voy a hacer?!

—¡Ya llegamos!— justo en ese momento llegaron sus hermanos, a excepción del cuarto.

—¿Eh? ¿qué estás haciendo Karamatsu nii-san?— preguntó el menor de todos al verlo en una posición algo extraña y con las manos en la cabeza.

—Ah... n-nada hermano, por cierto «no menciones a Ichimatsu, no menciones a Ichimatsu» ¿dónde está Ichimatsu? «¡mierda!»

—No sabemos, aún seguía con nosotros cuando estábamos con Chibita, pero cuando veníamos de vuelta, de pronto desapareció.

—¡Yo sé! ¡yo sé!— se unió Jyushimatsu a la conversación —lo ví entrando a un callejón mientras perseguía un gato.

—Típico de Ichimatsu, de seguro volverá dentro de un rato— concluyó el de rojo. Karamatsu sabía que este tenía razón, pero sentía la necesidad de ir a buscar al nombrado y aunque en su cabeza se repetía una y otra vez que debía quedarse donde estaba, las ganas de ver al chico eran demasiadas.

—Pero... ya es algo tarde... alguien debería ir a buscarlo ¿no creen?— dijo esperando que nadie más se ofreciera a hacerlo —don't worry brothers, yo traeré de vuelta a nuestro hermanito.

—Es cierto que ya es tarde, pero... no creo que debas ser tú quien vaya por él, sabes que Ichimatsu se molesta fácilmente contigo ¿alguien más quiere ir a buscarlo?

—No puedo, estoy revisando mis redes sociales.

—Jajaja, estoy jugando ¡boeeeh!

—Naaaah, no quiero, dejemos que vaya Karamatsu, tú tampoco quieres ir ¿verdad, Choromatsu?— finalizó dándole una burlona sonrisa al tercero.

—... ahhh... está bien, te lo encargamos Karamatsu.

Claro, siempre que se debía hacer algún mandado, buscar algo o a alguien de noche, nadie se ofrecía, pero esta vez era algo beneficioso.

Así sin más, el de azul salió de casa en busca de su hermano. Quería ver al chico sombrío sin importar qué, aún sabiendo que lo que había dicho recientemente el de verde era verdad; muchas cosas hacían enojar a Ichimatsu, y una de las que más le molestaba era Karamatsu ¿por qué? No tenía la más mínima ni remota idea... ¿acaso alguna vez había hecho algo que disgustara al menor?