¿Por qué tú?

De a poco

Era un nuevo día, Karamatsu acababa de despertar y vió que los demás aún dormían, perfecto, así sería más fácil poner en marcha su plan, el cual consistía en convertirse en un mejor hermano para Ichimatsu y así lograr que le amara... como hermano, ya que por mucho que él quisiera que le viera con otros ojos, Ichimatsu podría terminar odiandolo, aún más de lo que ya lo hacía, si intentaba algo así de arriesgado, además no quería ilusionarse... pero tenía fé en que al menos conseguiría que el menor no le tratara mal tan a menudo. Debía partir con algo sencillo, como hacerle el desayuno, así que de inmediato se encaminó a la cocina y busco todo lo necesario para darle un gran banquete a toda su familia.

—¿Karamatsu nii-san? ¿qué haces?— luego de un rato, el menor de los Matsuno apareció a su lado.

—Buenos días Totty, preparo el desayuno para todos.

—¿Mamá te pidió que lo hicieras?

—No, probablemente nuestros padres siguen durmiendo, no he visto a ninguno por acá.

—Entonces ¿por qué lo haces?— dijo con un tono de desconfianza.

—Porque quería hacerlo ¿acaso es malo que quiera consentir un poco a mi familia?

—Supongo que no... pero yo no lo haría si no me lo piden, o a menos que consiguiera algo a cambio.

—...— no pudo decir nada ante aquel comentario y sólo le dió una mirada en blanco, sabía que el de rosa podía ser una persona muy calculadora.

—¿Qué? no me mires así, ya deberías saber que soy el peor ¡teehee!— terminó enseñando un tierna sonrisa para luego dirigirse a la sala.

Karamatsu se quedó un momento pensando en lo que había dicho su hermano menor... él si buscaba algo a cambio haciendo todo eso ¿acaso eso estaba mal? él no quería conseguir algo material, sólo quería el cariño de Ichimatsu, era algo totalmente diferente ¿verdad? eso no era malo ¿cierto?

—Aaahhh... que hambre tengo — la voz de Osomatsu había interrumpido sus pensamientos, al parecer el resto de su familia había llegado, muy bien, ya tenía todo preparado y sólo faltaba llevar la comida a la mesa.

—Descuiden mis hermanos, ya está listo el desayuno, hecho por mis propias manos para cada uno de ustedes, espero les guste.

—Whoa ¿realmente lo hiciste tú, Karamatsu?— preguntó el tercero, ya que la comida se veía y olía increíblemente bien, era bastante impresionante para ser sólo el desayuno.

—Así es, todo for my brothers.

—¡¿Eeehhhhh?! ¿Karamatsu nii-san sabe cocinar?

—Bueno, si que se ve bien, pero no sabemos qué tal está el sabor así que onii-chan les hará el favor de probarla primero— dijo el mayor de todos ya sentado a la mesa y llevándose un bocado a la boca.

—Osomatsu nii-san, ni siquiera diste gracias por la comida.

—Ithadakiiimashh— dijo con la boca llena —¡ah! ¡está delicioso! quién diría que Karamatsu podría cocinar tan bien— luego de eso todos tomaron su lugares y comenzaron a comer.

—¡¡¡Está muy rico!!!

—En verdad te quedó muy bien.

—Al parecer Karamatsu nii-san no es tan inútil como creía.

—Me alegra que les haya gustado— en eso miró a su cuarto hermano que aún no había dicho nada y sólo se dedicaba a comer en silencio —Ichimatsu ¿que tal está? ¿te gustó?

—No está mal... creo.

—Ahh, tenía miedo de que dijeras que no te gustaba, en serio me alegra que no sea así— finalizó dándole una sincera y brillante sonrisa.