II. LA ENTREGA
Esa noche me di cuenta enredada en la entrega
mi piel con la suya y mi alma con el corazón
¿Vería él solo mi cuerpo? yo daba más que eso,
en la unión física exploto el miedo
la noche absorbía la llama y al fuego el deseo…
Dejamos de pensar solo un segundo
entregue el corazón, no me daba cuenta
él fue mi refugio después de una tormenta
descubrí un amor que, nació en sus ojos...
Cierra los ojos y déjate llevar...
decía él y yo tenía miedo
como si fuese la primera vez
como si lo hubiera presentido
como si el mundo se detuviera ante mis ojos...
Sentir sus latidos y el calor de su piel
una sensación de inmenso placer
mi cuerpo se liberaba por un instante
los dos mojados de sudor y sin dejar de respirar
envenenados por la fría noche en la oscuridad...
Aquel momento me di cuenta
que entraba en un juego peligroso
porque la entrega del alma la sentía,
antes vivía soñando solo en fantasías
pero esa noche era todo real...
Llego el amanecer, desperté y lo veía
quede contemplando su rostro dormido
y en el fondo muy triste mi alma se ponía
al sentir amargo y cruel el sabor de la realidad
es que ya no era mágico, ya no era igual
simplemente éramos solo amigos
tonto inhabitual, no sabía lo que pasaba..
Alguna vez juré no vivir el momento
pero aquella noche lo olvide,
hoy no sé si me arrepiento
pero las ganas de vivir yo la tome..
Pobre cuerpo de mujer
que da el alma con el deseo
que es agua en el volcán
y se evapora al ver la realidad
sientes la caída de tu nube
ahora entiendes todo...
No entregas cuerpo, tu entregas alma
y sólo haces lo que tu corazón manda....
no sientes pasiones, tu temes deseos
no vives momentos, tu expresas sentimientos
callados temerosos, lejanos y soberbios....
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