El sonido del despertador resonaba en mi cabeza, uno, dos, tres pitidos.
Me removí entre las sabanas tratando de hacer callar el ruido, para poder continuar con mi gran sueño, el único en donde podía verla a ella, mi madre. Sin poder lograrlo, me levante rápidamente y de un movimiento, busque el aparato, que se encontraba molestando sobre la mesa de noche.
Aún con síntomas de sueño en el rostro, estire mi brazo, apartando botellas de medicamentos y algún dulce, logré tomar entre mis manos el pequeño aparato que torturaba los oídos de cualquiera.
Fácilmente podría haberlo arrojado hacía el suelo, o la pared, como en todas las historias que empezaban con un chico rebelde y malo. Pero... No, no soy ningún chico malo...
Pulse el botón que apagaba tan torturosa alarma y volví a poner el aparato sobre la mesa de noche. Estiré mis brazos hacía arriba mientras un bostezo salia de mi boca. Me senté al pie de la cama y me levante rumbo al baño.
- Ahg... Mierda... -
Había tropezado con uno de mis soldados de plástico, ridículo, lo sé.
Me levante con pereza, e ignorando el gran dolor punzante en la palma de mi pie derecho, causado por el arma de plástico del pequeño soldado y caminé rumbo al baño.
Una vez ahí, abrí el grifo del agua caliente, esperando a que la tina se llenará. Y mientras escuchaba el agua caer y hacer eco. Me miré en el espejo, era la viva imagen de un mapache. Cabellos azabaches y desordenados, ojos miel claros, piel blanca y un poco pálida, labios delgados pero finos, como mamá y claro, dos enormes ojeras debajo de mis ojos.
Suspiré al verme a mi mismo, cualquiera podría decir que era lindo si me arreglara, pero el caso era que no le veía importancia, es decir, considero una perdida de tiempo el arreglarse sólo para alguien o para algo que sólo duraría poco.
Terminé de ducharme, mi piel ardía por el agua caliente, pero la sensación me gustaba, es decir, me sentía vivo.
Una vez termine de ducharme, me coloque mis boxers blancos, pantalones un poco entubados negros, mi camisa de cuello largo y mangas largas color verde aceituna, calcetines iguales al color de mi bóxer y finalmente mi chaqueta negra. Peine un poco mis cabellos, que aún estaban húmedos y baje a la sala.
Vivía en una casa pequeña, en un pequeño barrio de una gran ciudad. Mis padres trabajaban desde las 5:00 am, regresaban por eso de las 6:00 pm, por lo que tenia que desayunar solo. Rápidamente llegue a la cocina, tome un vaso de vidrio y del refrigerador tome el jugo de naranga altamente cargado de azúcar, perfecto para despertar con energías; Vertí el jugo en el vaso y preparé unas tostadas con mermelada.
Una vez desayunado, lave los trastos y los deje en la loza. En la entrada, coloque mis tenis negros, sin ninguna marca en especial como hoy en día, sólo eran tenis y ya, coloque mi mochila color café sobre mi hombro y salí de casa.
Realmente no entendía el porque de llevar las mochilas, es decir, ahora mismo sólo llevaba dos libretas y dos bolígrafos dentro, los libros de texto, otras libretas y el almuerzo se encontraban en el colegio. Ya saben, escuela de gringos, casilleros, biblioteca, cafetería, gimnasio, etc. Gringos.
Y digo "Gringos" porque realmente no había nacido en esa cuidad, originalmente vivía en Rusia. Pero gracias a el estúpido trabajo de mis padres y su estúpido jefe, tuvimos que mudarnos aquí, Los Estados Unidos. Y aún me faltaba acostumbrarme.
Seguí mi camino en silencio, como era costumbre, claro, saludaba de vez en cuando a las personas que conocía, todas amigos de mis padres.
Al llegar al colegio, respiré hondo.
- Bienvenido a Silent Hill querido Alik, tu hermoso país de las maravillas.
Me dije con sarcasmo soltando el aire contenido y entre al país de las tinieblas.
Camine por el largo pasillo siendo épicamente ignorado por todos, y eso me agradaba, me sentía en paz.
Pero claro... En toda película siempre debe de existir un ogro, ¿Verdad?.
- Vaya, vaya... Pero mira a quién nos hemos encontrado, la querida Ali.
Se burló Jean, el bravucón del colegio y el chico más lindo según todas las chicas del instituto, vaya mierda.
Suspiré y me gire para encararlo.
- Buen día mi querido amigo, mi hermano, mi fiel, fiel, compañero.
Comenté con sarcasmo, una sonrisa se dibujo en sus labios, sus verdugos me miraron mal, yo sólo me límite a observarlos, sin expresiones, solamente una mirada.
- Me alegra que estés bien, sin embargo, no tengo tiempo para tus idioteces de emo sufrido - ¿Emo... Sufrido? ¿Yo? ¿Tan mal me veía? - Necesito ese pequeño encargo que tu sabes que tienes que darme.
Ah, es verdad, un detalle que olvide mencionar, fue el hecho de que yo le hacia la tarea a Jean. No me importaba, ya que era los suficientemente rápido e inteligente como para hacer dos al mismo tiempo.
Los profesores habían hablado conmigo al respecto, diciendo cosas como "¿Estás seguro de que no quieres que le castigemos?" o "No puedes estar haciendo esto toda tu vida." y simplemente me limitaba a contestar con un "Realmente no me importa, además, sería aún más problemático que ese tonto se quedara aquí por el resto de su vida, ¿No cree?." y ellos no contestaban.
De mi mochila saque la segunda libreta que traía, y se la entregue. Revolvió mis cabellos y se fue.
Suspire, en serio parecía un niño, de no ser por sus cabellos castaños, ojos negros, su gran cuerpo y su sonrisa de caballero, seria un niño.
Volviendo a mi rutina, llegue a mi casillero y escribiendo la contraseña lo abrí, tomando los 3 libros de texto correspondientes, Inglés, Biología y Física. Metí estos en mi mochila y cerré nuevamente el casillero, me dispuse a ir a clases.
¡BAM!
Alguien me había empujado, caí al piso, por suerte logre apoyarme con las manos. ¿Quién mierda había sido?... Adiós dignidad. Todos me miraban, y algunos reían.
Alze la vista para encontrar al culpable de mi pérdida de dignidad, y lo único que pude divisar fue una cabellera rubia, y... ¿Un traje del FBI?.
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«Explícame como lo hiciste
Como pudiste
Mi mundo pusiste,
Mi vida giraste,
un giro de 180°»
〄ۛ०ֻ˳॰̥०͙ᐝॢۛ˚՞˚*̊०ఇ०ֻ̊॰˳ֶ̊✩˳॰̥०͙ᐝॢۛ˚՞˚*̊०٭०ֻ̊॰˳ֶ̊✩〄
Fin del capítulo 1.
¿Les gusto?
quq.
Sí, use a Izaya como referencia, kdcirles.
En fin, espero sus comentarios y votos con ansias, ya saben, para saber si continuó o la canceló.
Multimedia:
Alik.
Alik: Ayudante del hombre.
