No lo soporté más. Necesitaba salir de allí. Corrí motivada por el dolor en mi corazón a algún lugar donde pudiese descargar mi pena tranquilamente. Cuando mi adrenalina disminuyó, me di cuenta de a dónde me había llevado mi corazón, era donde todo empezó...
Flashback.-
Estaba sentada en la cerca de la orilla del mar leyendo mi libro favorito y con los audífonos puestos cuando siento que alguien me toca el hombro.
- Disculpa, ¿sabes cómo puedo llegar a la biblioteca de la ciudad? -
Un tanto molesta por la interrupción, me quité un audífono de mi oreja y miré a quien me había hablado...fue entonces que robaste mi corazón. Llevabas una adorable sonrisa nerviosa, ojos azules llenos de curiosidad y tus mejillas estaban de un ligero rosa.
-Claro... solo debes tomar esta calle por tres cuadras y luego dar la vuelta a la izquierda, es un pequeño edificio blanco - contesté un tanto avergonzada, nunca nadie me había cautivado con tan solo una mirada.
-Gracias, es que soy nuevo en la ciudad y... bueno, como te vi leyendo, pensé en preguntarte - dijiste mientras te rascabas la parte de atrás del cuello en un gesto nervioso.
-Si, si... no hay problema - recuerdo que te sonreí y me atreví a preguntarte - ¿cuál es tu nombre? -
-Me llamo Alex, mucho gusto - tendiste tu mano hacia mí.
-Yo soy Marcela - estreché tu mano - si alguna vez necesitas ayuda con una dirección, aquí me encontrarás - comenté a modo de broma.
-Gracias, lo tendré en cuenta - me guiñaste un ojo, diste media vuelta y saliste corriendo - ¡Hasta luego, gracias por todo! - me gritaste en el camino mientras sacudías tu mano como despedida.
Al día siguiente volviste, sólo para conversar conmigo. Sinceramente jamás creí que te volvería a ver, pero así fue. Comenzamos así una linda amistad que luego se convirtió en algo más, al menos para mí...
Fin del flashback.-
Hoy todo cambió. Habíamos quedado de ir al cine a ver la última película de "Star Trek", puesto que a ambos nos encantaba. Llegué al cine y mi corazón dio un vuelco, te veías muy guapo; pero luego apareció una chica rubia, alta y bien proporcionada que, confiadamente, se abalanzó sobre ti y te dio un beso. Quedé en shock, jamás me habías dicho que tenías novia.
Me dí media vuelta y corrí lo más rápido que mis pies me permitieron. Sentí que gritabas mi nombre pero eso no me detuvo. De pronto estaba allí, en un lugar lleno de dulces recuerdos que ahora sabían amargo. Me quité los zapatos, y me acerqué a la orilla para que el agua acariciara mis adoloridos pies.
Al fin dí rienda suelta a las lágrimas, descargando toda la rabia y la pena que llevaba encima. No podía creer que me había hecho ilusiones contigo, siendo que tu ya tenías a alguien especial a tu lado, alguien que te hiciera compañía, alguien a quien amaras...
De repente sentí como alguien me abrazaba por detrás, sentí tus fuertes brazos sostenerme como si fuese el fin del mundo.
-Marce... ¿que sucedió? ¿por qué saliste corriendo y ahora estás llorando? - me preguntaste con la angustia en tu voz, era adorable que te preocuparas tanto por mi pero no seguir así. Me di la vuelta para que quedáramos de frente.
-Yo...Alex, yo... te vi con tu novia y, bueno... - sabía que no tenía escapatoria, tenía que contarte la verdad o nunca entenderías - Alex, yo ya no te veo como un amigo... -
Tu semblante cambió drásticamente, parecía que tu alma había abandonado tu cuerpo.
-Pero...Marce, yo... ¿acaso hice algo que te molestó, o dije algo malo? porque si es así, por favor perdóname, yo jamás quise... - te interrumpí.
-¡NO! No, no, no es eso... me refiero a que dejé de verte como un amigo, para verte como algo más. Alex, tu me gustas -
-... ¿qué? -
-Me gustas de hace ya tiempo y no sabía como decírtelo, eres muy especial para mí - agaché mi cabeza y me miré los pies, no tenía el valor de enfrentarme a tus ojos - hoy me enteré que tienes novia, y créeme que dolió... vaya que dolió, pero lo respeto yo... - delicadamente tomaste mi barbilla y me elevaste el rostro, me miraste fijo y preguntaste de nuevo.
-¿Qué? -
-Por favor no me hagas repetirlo - te supliqué.
-Primero, no tengo novia, no sé de que estás hablando -
-Pero... yo los vi, hoy en el cine... - volviste a interrumpirme.
-¿La chica rubia? Se llama Angélica y no es mi novia, jamás lo será - afirmaste con una dulce sonrisa. A este punto estaba confundida.
-Oh... - no pude decir nada más, la vergüenza me invadía y volví a agachar la mirada. Nuevamente me elevaste el rostro con delicadeza.
-Segundo, también eres alguien especial para mí, mucho más especial que una amiga - ¿será que...? - Marcela, me gustas desde el día en el que te pregunté cómo llegar a la biblioteca -
No podía creerlo, seguro que era un sueño. El chico del que me enamoré, el que creí que tenía novia y me rompió el corazón, estaba frente a mí reparándolo con una hermosa confesión de amor en el lugar que nos conocimos. Demasiado bueno para ser real.
-¿Es enserio? ¿No me estás tomando el pelo? - te pregunté llena de ilusión.
-Es enserio, me gustas mucho Marce - sentí como te acercabas, lentamente, como si disfrutaras torturarme en ese momento.
Estábamos a centímetros del otro, acercaste tu rostro al mío y uniste nuestras frentes. Me miraste y luego miraste mis labios. Por instinto, cerré los ojos y fue entonces que sentí como todas las mariposas de mi estómago explotaban como fuegos artificiales. Nuestros labios unidos en el mejor beso de mi vida.
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Me enamoré de ti
Short Story"Allí estaba, donde todo comenzó... ahí donde me robaste el corazón".-