Capitulo 8

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Una semana más tarde.

_______ se encontraba en el despacho de Harry revolviendo en los papeles de su escritorio, se movía silenciosamente pues no quería que la pillase. Hacía más de dos horas que se había quedado dormido, se recordó, y profundamente además. No pasaría nada.

Una parte de ella se sentía culpable por andar fisgando en sus cosas de esa manera, pero otra parte necesitaba respuestas. Quería saber qué había pasado con su familia, sin embargo Harry no había querido discutirlo con ella. Sus pensamientos volvieron a la conversación que habían tenido anoche en su habitación después de cenar.

"Ya habrá tiempo para eso," se evadió. "Esta noche no quiero discutir sobre los (tu apellido) ."

"Pero Harry..."

"Por favor," dijo en voz baja, y sus ojos hipnotizadores se clavaron en los suyos. "Esta noche no," murmuró. "Preferiría concentrarme en plantar a mi heredero o heredera en tu vientre."

Sus pezones se endurecieron bajo su mirada. "En algún momento tendremos que hablar," dijo ella apartando la vista.

" Estamos hablando constantemente,¿ no ? Sobre montones de cosas." Él atravesó el cuarto y se paró a su lado; una mano se acomodó en su hombro acariciándolo suavemente.

Ella se mordió el labio. "Me refiero a hablar sobre mi familia."

Él suspiró. "Ya sé a lo que te refieres. Pero por favor, ______, esta noche no..."

Entonces le hizo el amor, lo que no supuso ninguna sorpresa. De hecho, Harry la había tomado tantas veces las tres últimas semanas que se sorprendería si al final resultaba que no estaba embarazada. En las escaleras, en el comedor, en la piscina, en su oficina, en la cama, el misionero, a cuatro patas, la amazona, el 69, habían cojido en cada postura imaginable, incluso en algunas que _______ nunca hubiera imaginado que fuesen posibles.

Su marido casi parecía obsesionado con ella, pensó ______ mientras continuaba revolviendo en los cajones de su escritorio. Como si durante años hubiese planeado poseerla por completo y ahora que por fin la había atrapado quisiera aprovecharse al máximo.

Y probablemente fuese la verdad. ¿Pero se trataba sólo de venganza... o había algo más?

Una parte de ella quería creer que Harry la amaba, pero otra parte seguía interrogándose, alimentando sus dudas. De cualquier forma, necesitaba saberlo. Si descubría qué había pasado con su familia, estaba casi segura de que hayaría las respuestas. Después de todo, si amas a una mujer y quieres mantenerla feliz, no piensas seriamente en poner a su familia en la calle.

______ maldijo entre dientes cuando se encontró un cajón cerrado con llave.

Concéntrate, _____ . Necesitas descubrir qué le ha sucedido a tu familia. Rebuscó impacientemente por todos lados, y suspiró pues no encontraba la llave. Él no tiene un pelo de tonto, pensó. Todas las respuestas tienen que estar en este cajón. ¿Si no por qué iba a cerrarlo con llave?

Su frente se surcó mientras intentaba enfocar de una forma lógica el problema al que se enfrentaba. Harry no dejaría la llave a simple vista, lo sabía, pero siendo un hombre tan ocupado, le extrañaría que la hubiese guardado lejos del escritorio. Estaba claro que desearía tenerla a mano...

Echó un vistazo alrededor, y sus ojos recorrieron la habitación. Una fotografía de sus padres difuntos en una pared, un Picasso auténtico en otra, una urna de arcilla aparentemente de origen egipcio...

Su mirada se dirigió de nuevo a la foto de sus padres difuntos. Se calmó, mordisqueando su labio inferior. ¿Acaso Harry no era un sentimental... ? 

______ caminó lentamente hasta el fondo de la pared izquierda de la oficina, y se paró delante de la antigua fotografía. Parecían felices en ese momento, pensó con una sonrisa nostálgica. Vestidos con ropa de boda, sonriéndose abiertamente como si fuese el día más feliz de sus vidas, los novios parecían dos tortolitos enamorados mientras cada uno acercaba un trozo de tarta de bodas a la boca del otro. 

______ parpadeó, recordando la llave. Y el hecho de que el tiempo era primordial...

Se libró del ensueño y alzó las manos con cuidado hacia el retrato. Su cuerpo semidesnudo se retorció hasta que pudo mirar detrás de él con facilidad, y no se sorprendió en absoluto cuando descubrió una llavecita pegada en la parte de atrás. Es tan sentimental...

Soltó la llave con cuidado y, rápidamente, colocó el retrato en la pared y se apresuró hacia el escritorio. Vamos, vamos. Puede despertarse en cualquier momento...

Hundió la llave en la cerradura. Encajaba perfectamente.

Respirando profundamente, ______ abrió el cajón del escritorio, con la esperanza de encontrar algún documento que explicase qué le había sucedido a su familia. No había teléfono en la isla. Sólo el móvil de Harry y no se separaba de él ni un minuto. Su mano se paralizó cuando el cajón se abrió. Frunció el ceño. No había nada dentro, pensó perpleja. Nada salvo...

"¿Un álbum de fotos?" murmuró. Confusa y muerta de curiosidad, _____ alcanzó el lujoso álbum de piel sacándolo de su encierro. El cuero parecía gastado, como si su marido hubiera pasado muchas horas hojeando las fotografías que contenía.

Su corazón se sobresaltó mientras se preguntaba qué imágenes encontraría dentro. ¿Quizás a la pelirroja? ¿O quizás otra mujer hermosa y escultural a la que que tuvo que renunciar para llevar a cabo su venganza contra los (tu apellido)?

El corazón le latía frenéticamente. 

______ colocó el libro forrado en cuero encima del escritorio y lo abrió. Sólo de pensar en quien se iba a encontrar allí, se le revolvía el estómago. Se dijo que no debía preocuparse, aunque sabía que era inútil intentarlo. Su mano se paralizó cuando vio la primera fotografia

"Soy yo," susurró, y sus ojos marrones se abrieron de par en par. Sus manos recorrieron todo el álbum, explorando rápidamente el contenido de cada página. "Soy yo en todas las fotos."

Atontada y más confusa que antes, ______ volvió al principio y se tomó su tiempo estudiando las fotografías. Allí estaba ella con dieciocho años, sonriendo tímidamente en su fiesta de graduación. Con diecinueve cuando la habían ascendido a ayudante del vicepresidente de (tu apellido) Chemicals. Con veinte cuando su madre había organizado un baile en su honor. Con veintiuno cuando se había graduado en Harvard. Con veintidós cuando la ascendieron a vicepresidenta de marketing...

"Dios mío," exhaló. "¿Que está pasando aquí?"

"Tendría que haberlo ocultado mejor," murmuró Harry al otro lado del cuarto, dejándola sin respiración. Ella levantó la cabeza y se percató de que él sólo se había puesto unos pantalones antes de salir a buscarla.

"Harry ," murmuró buscándolo con la mirada. "¿Qué es esto?"

Alzó una ceja sardónicamente. "¿No te reconoces?" Y suspiró mientras se frotaba distraidamente la barbilla y desviaba la mirada. "Eres tú, ______," dijo suavemente. "Estás en todas las fotos"

Eso ya lo sabía. Pero todavía estaba demasiado conmocionada para hablar. Nunca le había importado lo suficiente a ningún hombre como para guardar una foto de ella en la cartera, sin embargo Harry había construido un santuario forrado en cuero en su honor. 

______ se quedó mirándolo, demasiado atontada como para decir una palabra, esperando que hiciese más revelaciones.

"Lorenzo me lo prometió," murmuró él, y se quedó allí parado contra la pared con aire azorado. "Durante años, me dijo que tú y yo nos casaríamos algún día."

Sus ojos se agrandaron.

Harry metió las manos en los bolsillos de los pantalones. "Pero Lorenzo me engañó y me despidió por algo que no había hecho. Y entonces desapareciste de mi vida." Suspiró, su intensa mirada castaña perdida en el pasado. "Durante muchos años creí que algún día serías mía, _______ _______. 

"El trabajo, el dinero- nada de eso me importaba una mier*da. Pero no podía aceptar perderte también a ti. No cuando había trabajado tanto todos esos años para que te sintieses orgullosa de mí."

Pecados PaternosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora