Kazunari siempre fue alguien extrovertido, alegre y un bromista sin igual, y el hecho de que estuviese casado con el famoso doctor Midorima Shintarō no hizo que cambiase.
Desde la secundaria fue él quién dio todo de sí mismo para enamorar al peliverde y no se arrepiente de nada. Ahora ambos están casados y con una pequeña de 7 años de edad. Midorima Mei.
La pequeña Mei era la viva imagen de su padre, cabellos verdes y ojos brillantes de un tono verde grisáceo, piel tan blanca como la nieve. Una belleza realmente, fanática del horóscopo y además llevando siempre el lucky ítem de Aries al haber nacido en abril.
Su "madre" era siempre muy expresivo para su gusto y por eso prefería irse con su padre o pasar tiempo sola en su habitación, rechazando las salidas con Kazunari.
Este siempre creyó que era por ser tan tsundere como su padre, pero a medida que el tiempo pasaba, ese pensamiento se iba esfumando.
—¡Shin-chan~! Bienvenido a casa. —Exclamó el pelinegro, corriendo a abrazar a su esposo, el cual le apartó con poco cuidado.
—Estoy en casa. —Murmuró por lo bajo mientras se quitaba el saco y dejaba el maletín en el mueble de la entrada.— Hoy no podré bajar a cenar, tengo que ver los expedientes de unos pacientes.
—¿Quieres que te lleve algo? —Preguntó Kazunari sin demostrar lo desilusionado que estaba, como siempre, con su enorme sonrisa.
—Nada. —Y fue con esa seca respuesta que el peliverde se retiró al estudio que tenía en su casa.
Con un suspiro, Kazunari volvió a la cocina, viendo a su hija comiéndose una manzana, le sonrió y ésta simplemente pasó de largo.
—No tengo hambre así que no vendré a cenar.
Kazunari asintió y se tragó sus palabras, "Entonces no comas antes de cenar..."
Algunos días eran así, él siempre recibiéndolos con una enorme sonrisa en la casa, siempre con una buena cena, la casa impecable a pesar de ser tan grande para tres personas. Sin un sólo reclamo.
El ex Takao no trabaja, su sueño de ser enfermero se retrasó cuando los padres de Shintarō lo desheredaron cuando supieron que tenía un doncel como pareja y no una mujer; cosas de alta sociedad. Por esa razón, ambos trabajaron para que Shintarō pudiese terminar sus estudios y que Kazunari después pudiese estudiar, y justo cuando estaba comenzando su último año de enfermería, quedó embarazado. Al final se graduó con honores, pero prefirió concentrarse en aquel pedacito de cielo que tenía, Mei era su adoración.
Desde entonces que decidió ser el esposo ideal, quedándose en casa para cuidar de su pequeña y teniéndole una comida caliente a su marido, porque después de que nació la pequeña Mei, Takao le pidió matrimonio a Shintarō.
De eso ya seis años.
Seis años aguantando el rechazo de su hija, la horrible personalidad de Shintarō, seis años estando solo.
De vez en cuando iba a casa de Ryōta o de Tetsuya, aunque recientemente iba más a casa de este último ya que el ex Kise estaba muy ocupado con el nuevo integrante de la familia Aomine.
El ex Kuroko había sido su soporte emocional el último tiempo, a pesar de no contarle lo que estaba sintiendo, este siempre se las arreglaba para sacarle una sonrisa sincera y su hijo, Kei, era un caso. Igual a Taiga en cuanto a personalidad pero con el cabello y ojos celeste como su "mami".
—Te he notado extraño, Kazunari-kun. —Fue lo que le comentó el ex chico fantasma.— Además, no es que me molesten tus visitas, pero has venido más seguido de lo normal.
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Family in problem!
Fanfiction¿Hasta qué punto eres capaz de callar todo lo que sientes? ¿Hasta cuando seguirás fingiendo esa sonrisa? Midorima Kazunari ha estado aguantando la frialdad de su esposo y su hija, quizás ellos no saben cuanto daño le hacen al pelinegro, pero defini...