Otro día más en mí monótona y aburrida vida, siempre la misma rutina, las mismas personas, los mismos lugares, nada del otro mundo, nada digno de mi interés u atención. Es como si viviera porque no me quedara otra opción. Si les soy totalmente sincera aun no encuentro la razón por la cual me encuentro en esta vida, aquella "misión en la tierra" de la que todos hablan, para mí esa idea por el momento es inexistente.
Debo admitir que no estoy ni bien ni mal, solo respirando pero mi intención no es asustarlos al adoptar una actitud pesimista de la vida, porque sería demasiado hipócrita de mi parte decir que todo es malo como aquellos típicos adolescentes deprimidos que visten de negro y que ya todos conocemos, ya que he vivido hermosos momentos a lo largo de mi corta vida. Tampoco busco aburrirlos al contarles mi patética y melodramática historia antes de él, es un pasado que intento olvidar y hasta incluso ocultar, que en definitiva no viene al caso.
Retomando el tema anterior, no sé si alguna vez se han sentido así, que quieres dormir por miles de años o simplemente no existir. O simplemente no estar consciente de que existes. O algo por el estilo...
No les sucede que se aburren fácilmente de todo?, las cosas rápidamente pierden la gracia o el sentido. Me encontraba atravesando ese momento y reconozco que no es nada lindo, muchos dicen que es un típico síntoma de la adolescencia pero en mi opinión era más que eso, en verdad necesitaba un incentivo, una causa o una razón por la cual levantarme todas las mañanas y la obligación que nos imponen de ir al colegio o a trabajar en este caso no la considero como válida.
Él llego a eso, a poner mi mundo al revés, aquel mundo tan estático, aburrido, rutinario, uniforme y sin sentido lo había cambiado en un abrir y cerrar de ojos. Como por arte de magia me hizo sentir que estaba viva o mejor dicho, que valía la pena estarlo.
Se encargó de intensificar cada uno de mis sentimientos y cada momento que pasamos juntos parecía una película que iba a gran velocidad. Pero como todos dicen lo bueno dura poco, uno espera tanto tiempo que lleguen los buenos momentos y después se da cuenta que se terminan en un instante, en otro abrir y cerrar de ojos aunque lo verdaderamente importante es haber aprovechado y disfrutado cada segundo, eso es suficiente para que se conviertan en inolvidables y si te hicieron felices definitivamente valieron la pena.
Si les soy sincera nunca supe si para mí fue el chico ideal o no, tampoco me interesaba y nunca me intereso, solo sabía que únicamente el me hacía bien, me completaba, alegraba cada uno de mis días y sonara hasta patéticamente cursi pero de esa manera era ilusamente feliz.
El con su típica personalidad de chico malo, aunque yo sabía que era solo una fachada ante todos o eso creía, con su detestable y desmesurada arrogancia, me hizo perder la cabeza y cuando lo veía sonreír, me daba esa loca idea de...quererlo por siempre.
Por alguna extraña razón este tipo de chicos nos fascinan a pesar del hecho de ser conscientes que son unos idiotas, ahí vamos nosotras sin importar que pueda llegar a suceder, sin tomar dimensiones de las consecuencias que pueden traernos y apostamos todo a ese frágil amor, aunque muchas veces salgamos heridas en el intento. Considero que somos algo ingenuas y fantasiosas hasta el punto de creernos los cuentitos de hadas con finales felices que nos contaban de niñas, pero seamos realistas chicas, a una en un millón les pasa y particularmente yo no me considero una chica con suerte.
No quiero desmotivarlas pero este no es el clásico cliché que estaban esperando. Al igual que ustedes espere que mi primer amor sea aquel príncipe azul que tanto deseaba, en cambio llego un completo desastre amante de las noches y el alcohol que supo por un momento descolocar mi mundo y hacerme completamente feliz y luego lastimarme más que cualquier otra persona, pero de eso se trata la vida, reír un rato y sufrir el otro.
Es un poco triste no? que alguien pueda lastimarte tanto que tienes que escribir sobre ello. Ojala nadie vuelva a subirme al cielo si luego piensa soltarme, porque la caída es dura si no tienes a nadie que te ayude a levantar y sane tus heridas.
"yo nunca te voy a mentir" y me mintió
"yo nunca te voy a fallar" y me fallo
"yo nunca te voy a dejar" y se fue
El amor concede a los demás el poder de destruirte y el me destruyo por completo pero luego comprendí que hay cosas que es mejor perder por el bien de uno mismo, aunque duela tanto que sientes que tu corazón no resistirá y cuando definitivamente puedas contar tu historia sin derramar lágrimas sabrás que por dentro ya te curaste.
SI prefiere irse, perfecto... no impidas que se vaya pero has que se arrepienta.
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Operación olvido
RomanceY entonces paso, y todas aquellas canciones de corazones rotos que tanto detestaba tuvieron sentido. Fue en ese preciso momento en el que me di cuenta que nunca fui tan importante como él decía, que nunca me quiso como yo esperaba que lo hiciera...