Living An Utopia

167 15 26
                                    


Era una tarde de verano. El calor se apoderaba de las paredes de la casa y se encerraba en nuestros cuerpos. Yuchun se levantó de la silla donde había estado leyendo uno de sus comics y caminó hacia la cocina, donde yo estaba.

"¿Te puedo ayudar?" –preguntó él tomándome por la cintura.

"Mmm ya casi acabo, pero si quieres picar las frutas, avanzaríamos más." –le dije y me regaló un beso en la mejilla izquierda.

Él me soltó complacido de ayudar y comenzó a tararear una canción de Junsu mientras tomaba las frutas y comenzaba a picarlas.

Yo lo observaba y escuchaba y sonreía mientras iba empacando todo para acompañar a mi amado al lago.

Yuchun no era mucho de salir a lugares poblados de gente, eso le incomodaba demasiado y eso es algo que yo sé. Él prefiere las actividades al aire libre y en lugares más calmados y tranquilos.

Yo no soy nada diferente a él. Cuando joven había tenido problemas por mí ansiedad social y eso todavía me afectaba en su vida de adulta. Aunque yo trabajo en un lugar, con bastante gente, ir a malles, ferias y festivales, donde se aglomerarán demasiadas personas es una pesadilla para mí, por eso, desde siempre he preferido quedarme en casa leyendo algún libro y viviendo en un lugar bastante lejos de la ciudad donde el ruido suburbial no me perturbe.

El tarareo de 'Dew Ladden Tree' sonaba justo al lado mío y miré a mi lado izquierdo donde Yuchun se había estacionado a realizar sus deberes.

Solté lo que estaba haciendo y caminé hacia una esquina de la cocina desde la cual pudiera mirarlo mejor. Tomé una taza de té y lo observé cortar frutas desde la parte posterior de la cocina. Recostada sobre el gabinete en mármol, saboreaba mí té y mí vista. Yuchun y su personalidad calmada apaciguan mí mal genio y mi personalidad exorbitante. Siempre me había comido el mundo, más él, me enseñó a caminar de una forma diferente. Mi corazón latía fuerte con solo observarlo. Así, tranquilo, despreocupado, normal, casual... Yuchun es un hombre que no sabe fingir. Toda la vida se ha mostrado tal y como es. Su corazón es transparente y tenía el ánima más bella que yo haya visto jamás.

Él notó la mirada constante sobre él y se giró hacia su derecha, y me vio sonriendo. Él sintió el típico mariposeo en su estómago al verme sonreír, siempre que lo miraba a los ojos, aun cuando yo no decía nada, él me decía que tenía mariposas en el estómago y entonces sonreía tímido cubriéndose el rostro por habérmelo dicho. Es lo más que amo en el mundo.


Él me sonrió de vuelta, soltó el cuchillo y se quitó los guantes amarillos que tenía. Los colocó sobre el gabinete marmoleado y caminó hacia mí.

"¿Estabas verificando que hiciera todo bien?" –preguntó él con una sonrisa enorme en sus labios y caminando hacia donde yo estaba.

"No. Te observaba a ti. Te observaba como si fueras una escultura mágica que cada vez que la tengo cerca me hace sentir viva y apasionadamente enamorada." –le dije y solté mí taza de té y alargué mis brazos hasta rodear el cuello de Yuchun.

Él no sabía que decir. Sus sentimientos por mi eran exactamente iguales a los que yo le había descrito para él hace segundos atrás.

"Ay Milah..." –dijo él entre un suspiro y colocó ambas manos sobre mis mejillas sonrosadas, acercando sus rosados y gruesos labios a los míos y atrapándolos en un beso tibio, tierno...

No tuve opción y me dejé llevar. Entreabrí mí boca, permitiendo sentir la lengua de él recorrerla y atrapando los labios gruesos de él con los míos. Las manos de él comenzaron a bajar por mis brazos y situó, una en mí seno izquierdo y la otra en la parte alta de mis nalgas. Mientras acariciaba mí seno, con la otra rozaba sus dedos juguetones en mis nalgas, por encima del pantalón de pijama que llevaba puesto.

Living An Utopia~ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora