Ya es miércoles, la canción de sorry-Justin Bieber, me despierta todas las mañanas. Apago el despertador, hago mi cama y voy al cuarto de baño. Me gusta ducharme por la mañana, me tranquiliza y me quita todos los agobios que tengo durante el día.
Pero hoy no fue exactamente así; no paraba de pensar en lo de ayer. Soy gilipollas, debía haberme dejado llevar. Sofocada, salgo ligera de la ducha, me pongo la ropa interior y voy ligera hasta mi cuarto. Hoy toca gimnasia, así que opto por una mayas negras, camiseta de adidas y deportes nike.
Bajo a saludar a mis padres y a Lisa. Cojo una manzana y me la como; después de todo lo pasado ayer, no tenía apetito.
-¿No quieres nada más cielo?.-Mi madre me mira con cara extrañada.
-Me he levantado con poca apetito.-A mi madre se le cambió la cara por completo; era la primera vez que oía esas palabras salir de mi boca .
-¿Estas bien Cloe?
-Si, tranquila. Todo va muy bien.-Respira un poco mas aliviada después de asegurarle lo sucedido.
Miro la hora y como siempre llego tarde; ni un sólo año en el que no me pase. Salgo ligera por la puerta y cierro. Camino deprisa, me acerco a la casa de Kim, ya estaba esperándome en la puerta. Me acerqué, nos dimos dos besos en las mejillas y seguimos por nuestro camino habitual; cuando en un momento del camino escucho a Kim decir «¿estas bien?». Yo afirmo con la cabeza, era la primera vez que no le contaba mis problemas. No tenía la necesidad, pero seguro que acabaré contándoselo.
Cuando llegamos a la puerta del instituto, ya casi habían entrado todos los alumnos. Fuimos ligeras a nuestra clase y nos sentamos en nuestro sitio; detrás nuestra entró la profesora de literatura. Me cae bien, es simpática, pero dando clases no lo es tanto.. Apunto todo lo importante en mi cuaderno y termina la clase tocando el timbre.
La profesora sale del aula y Trish me llama, está en la puerta con cara curiosa. Me acerco hasta ella y me hace un gesto para que me asome a la puerta.
Miro a los pasillos pero no veo nada interesante.-¿Qué pasa?
-¿No lo ves? Es Cameron, el chico nuevo.-De nuevo me asomo por la puerta; ahora si lo veo, es muy mono y siempre tiene esa sonrisa en su rostro. En cambio Nash, pone la cara un poco más sería, aunque si lo conoces bien, no es lo que parece. Aun así, de cara no se parecen mucho, pero los dos tienen el mismo cuerpo perfecto.
Rápidamente entramos en clase cuando veíamos llegar al de física y química. La hora se pasó rápida y la de historia también. Justo después tocó el recreo, yo y Paula fuimos las primeras en sentarnos en el banco. Trish y Kim habían ido a la cafetería a hablar con unos chicos.
Cuando miro a Paula siempre pienso porqué no tiene novio; sus ojos azules, su pelo rubio rizado y su cara pálida llena de pequeñas pecas. Aún así, es una chica muy tímida y lo comprendo; desde que sus padres volvieron a Rusia, Paula ya no es la misma de siempre. Antes, era un huerguera sin control, le gustaban las fiestas y era la reina del baile.En verdad la comprendo, si mis padres me dejaran aquí con mis abuelos, para que ellos puedan volver a Rusia.. Yo no sería la misma de siempre, ni siquiera sería yo.
No ví a Nash en todo el día, hasta que pasaron las tres últimas horas; fueron amenas, aunque el de gimnasia se pasó con las vueltas que había que correr. Tampoco me importaba mucho, soy buena en todos los deportes por lo que me dicen, ya que no me lo tengo muy creído.
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Este capítulo es muy largo, seguid leyendo el siguiente capítulo. Muchas gracias.
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