Iris y Eris, detectives del zodiaco

Caso 1: "Regido por tu signo"

-¡Socorroooo, policía! ¡Han robado en el banco! ¡El ladrón está huyendo! - gritaba una ciudadana de una mediana edad mientras contemplaba la escena del crimen

Mientras tanto, una noticia en la tele interrumpió en todas las emisiones por hacer un reportaje en directo del robo del banco.

-Como ya pueden ver, otra catástrofe ocurre de nuevo en nuestra ciudad... ¿Quien nos ayudará? - decía una voz de un reportero en la tele

-Hermana, otro robo más en el banco... ¿No crees que deberíamos ayudar? - decía una de las dos chicas que miraba las noticias de la tele

-¿Otra vez con ayudar a los demás? Mmm... ¿Qué me darás a cambio esta vez?

-Tendrás morro... bueno, está bien... ¡Te daré mi postre!

-¿Tu postre? - preguntaba mientras se comía una galleta de chocolate - ¡Está bien! - de un salto se levantó del sofá y dijo: ¿A qué esperas?

-¡Aww, genial! - dijo muy entusiasmada

Las dos chicas salieron de la casa hacia la escena del crimen mientras se escucha de nuevo a la tele de fondo.

-Con situaciones tan precarias y reiteradas... ¿Qué le ocurrirá a nuestra ciudad? 

*****

-A ver, creo que la escena del crimen está por aquí... Iris, ya sabes que hacer.

-¡Sí! 

Iris cerró sus ojos y juntó los dedos de sus manos. Después de unos segundos los abrió y dijo:

-Noto varias emociones... tristeza, impotencia, ira... pero noto un rastro de una en particular... es... superioridad.

-Debe ser ese, ¿Quien se siente bien en tanta tristeza?

-El culpable...

-¡Exacto! ¿Por dónde ha ido?

-Todo recto... en la tercera esquina a la izquierda.

-Debe estar en un lugar donde la policía no pueda encontrarlo, espera a que todos se vayan.

-Vayamos a por él.

-Ve tú primero, yo iré por otro lado.

-Pe-pero...

-Tranquila, estaré observándolo todo. ¿Confías en mí Iris?

-Claro que sí, hermana - dijo ella con una sonrisa

Iris siguió el camino por su cuenta, sola. Cuando llegó al callejón no vio a nadie, pero notaba ese sentimiento ahí aun, rondando en el aire. 

-¿Dónde estará? - pensaba mientras se adentraba más en el callejón - es como si la tierra se lo hubiera tragado...

Iris se dio media vuelta, vio un palo flotando en el aire a punto de golpearle en la cabeza, pero pudo esquivarlo tirándose hacia un lado... aun así, seguía estando arrinconada. Solo vio una opción para seguir con vida: juntar sus manos con mucho temor

-¡Por favor, déjame en paz! - decía ella muy asustada e impotente

el palo estaba a punto de darle un golpe en la cabeza... pero algo hizo detenerlo...

-¡Aaah! - un hombre apareció de la nada sosteniendo el palo. Se podía ver como se le descomponía la cara con el miedo en sus ojos... - ¿P-pero por qué tengo yo miedo si soy quien puede matarte ahora mismo?

Iris no pudo reaccionar, simplemente se quedó observando el rostro de aquel hombre con un miedo atroz que impedía que se moviera.

-¡Acabaré contigo ahora que has visto mi rostro!