Me aparto el pelo de la cara y me dijo: - Eres demasiado linda para la edad que tenes; Ojala tuvieras por lo menos 5 añitos mas. -
- ¿Desde cuando la edad es un impedimento? -
- Sos chiquita y encima la hermanita de mi amigo. Uff. -Suspiró.
- Todos dicen lo mismo, por lo viso es un problema de testosterona eso. -
- Jajaja, sos divina pendeja! -
-Odio que me llamen así, no soy ninguna pendeja. Sé bastante de la vida como para merecer que me traten como a una chica y no como a una pendeja. -
- No te enojes, bombonsito. -Y me besó en la frente; un gesto de cariño, típico de hermano mayor.
Enfadada lo agarré del pelo y le partí la boca de un beso. Al principio se hizo el duro, pero acabo por corresponderme. -¿te parece que beso como a una pendeja? -Le dije, mientras me apartaba con brusquedad.
- Retiro lo dicho. Perdón. -
- Todo bien, pero que sea la ultima vez que me decís esa estupidez. -Vino por detrás y me beso la oreja, mi punto débil. Me giro en un movimiento violento, cogió mi cabeza y la atrajo hacia su cara.
Me besó como nadie lo había hecho jamas. Comencé a sentirme mojada y él no paraba de besarme.
Poco a poco lo fui llevando hasta mi habitación, cerré la puerta y lo apreté contra ella. Lo besé con fiereza y mordí sus labios.
Le quite su camiseta y él quitó la mía. Manoseaba mis pechos y mis muslos mientras yo jadeaba, borracha de placer y satisfacción. Me penetro y sabia como hacerlo se sentía tan bien que gemí un gemido muy fuerte que retumbó en la habitación al fin llegamos al orgasmo
Ven cuando quieras le dije yo