Death Valley {daryldixon}

Grow Up

No podía creer que esto realmente estaba pasando, en un mundo en el que los muertos volvían para intentar matarte los vivos seguían siendo lo más peligroso, y tendía a olvidarlo. Había hecho lo posible para esquivar al grupo que estaba siguiéndome, pero nada rindió frutos porque aquí estaba ahora, atrapada entre cuatro hombres y cada uno media y pesaba al menos el doble que yo. Mi primer instinto fue dejar todas mis cosas a un lado, no era agradable entregar mis armas y mi comida pero prefería perder eso a mi vida. Pelear contra todos ellos definitivamente no era una opción, me las arreglaba bien con los muertos pero pelear con vivos no era mi fuerte.

- "Es todo lo que tengo" – nadie había hablado y quizás no se habían dado cuenta de que me estaba rindiendo con tal de que me dejaran seguir mi camino.

- "que tierna, pero no es eso lo que queremos de ti corazón" – el más grande de todos habló y su voz era tan fea como su aspecto general. Ese fue el momento en que toda la sangre bajó de mi cabeza y podía sentir como el aire dejaba poco a poco mis pulmones... no era el momento ideal para un ataque de pánico y el miedo solo haría que me fuera mucho más difícil correr "Tómenla! " los tres hombres restantes corrieron hacia mi antes de que pudiera hacer algo y me derribaron, no podía hacer nada y empezaba a formarme una idea de lo que me estaba a punto de pasar.

- "sabes lo difícil que es encontrar mujeres en el estado en que esta el mundo" – habló de nuevo el que asumo era el líder – "más aún carne joven como tú" – Intentaba liberarme del agarre de los hombres pero era imposible, podía sentir como intentaba tirar mi ropa y entonces grité, dudaba que alguien me ayudara pero al menos los caminantes escucharían y prefería morir por ellos a dejar que estos imbéciles me tocaran.

- "Mientras más luchas más te quiero ¿sabías no?- solo uno me sujetaba ahora, gracias a mi grito estaban ocupados luchando a los muertos. Así que vi mi oportunidad y la tomé. Moví mi cabeza hacia adelante con toda la fuerza que tenía y apenas aflojó su agarré me paré y corrí.

No llegué muy lejos cuando el líder de la banda me atrapó de nuevo y entonces comencé a llorar, porque no podría liberarme otra vez y me daban ganas de vomitar al pensar en lo que querian hacer.

- "Déjala ir" - no tuve tiempo de procesar nada cuando una flecha cruzo directo desde la fuente de la voz hasta centímetros antes de mi frente, pasando por la cabeza del hombre que me tenía apresada. Se sintieron los pasos y murmullos del resto de la banda mientras – asumo- se alejaban por miedo de correr la misma suerte que su cabecilla. El peso que impedía levantarme del piso fue apartado de mí y por fin pude levantarme del suelo.

Delante de mí se encontraba un hombre que en circunstancias normales me habría enviado a correr en la dirección contraria. Sin embargo me había salvado, cuando no tenía ni la menor idea de quien era yo, y cuando salvarme probablemente no era más que una molestia y un obstáculo en su camino. Vestía unos pantalones negros rasgados, una camisa a la que las mangas le habían sido arrancadas y sobre esta una chaqueta de cuero. Como si todo eso no fuera suficiente la ballesta que colgaba de su hombro terminaba de enviar la clara señal de "no quieres meterte conmigo"

- Estás bien? – su voz definitivamente iba con su apariencia y me pilló tan desprevenida que solo fui capaz de asentir débilmente con la cabeza- estás bien ahora, no creo que vuelvan a buscarte

- Gracias por salvarme- gracias no era suficiente pero no sabía que más hacer- usualmente me las arreglo bien por mi cuenta – no era del todo cierto pero no quería parecer débil frente a él.