Cuando Manda El Corazón

Capitulo 56

En el capítulo anterior......

Samuel: No, nada de eso (besé su nariz) si lo digo es porque estás aquí amándome como yo te amo y por hacerme sentir emociones diferentes cada vez que estamos juntos

Andrea: (me levante quedando sentada frente a él) Yo nunca dejaré de amarte y siempre seré tuya y de nadie más... contigo aprendí a amar siendo más fuerte... Te amo, Te amo, Te amo (lo bese varias veces con cada Te Amo)

Samuel: Yo te amo más, mucho más... mi bonita (reclinándose en mi cuerpo mientras me besaba)

Andrea: (sus besos son como una adicción para mí pero tuvimos que dejar de besarnos cuando escuchamos unas voces)

Flavio: Hay pero que par de tortolitos.... (Viendo lo enamorados que estaban)

Soledad: Mi niñaaa que gusto que estés aquí...(Samuel intervino)

Samuel: Eh... si quise pasar un día con ella en la piscina (mientras la tomaba por la cintura)

Soledad: Tenías que avisarme, así hubiera llegado más temprano y te atendía...(Flavio intervino)

Flavio: Hay soledad.... Tú le ves cara de que están mal atendidos? (arqueando las cejas) No... me parece que ellos se atendieron muy bien solos o no samuel? (con una sonrisita picara mientras lo miraba)

Andrea: (Estaba muy sonrojada por lo que decía Flavio)

Soledad: Pues me alegro mucho que no fuera necesario que mi presencia no fuera necesaria, así como dice Flavio (mientras miraba a Flavio) verlos así tan enamorados me pone muy feliz (dedicándole una gran sonrisa a los dos)

Andrea: Hay nana... gracias(estaba emocionada)

Samuel: Pues sí estamos muy enamorados... parece que la felicidad por fin nos llegó y yo no estoy dispuesto a dejarla ir... (Mientras la abrazaba y besaba la frente de andrea)

Flavio: no se crean eh!! Ustedes no son los únicos que derraman miel... porque Arturo no veía la hora de llegar para ver a sofia

Andrea: Sí es que invito a sofia a cenar esta noche... (Flavio Intervino)

Flavio: Míralos... tan mal no se la están pasando mis hermanos eh!!

Después de unos minutos andrea dijo que ya tenía que irse y como era de esperarse samuel no quería dejarla ir y empezó a hacerle pucheros, trató de chantajearla con sus encantos para que ella se quedara más tiempo y por qué no, que hasta se quedara a dormir y aunque para andrea era muy tentadora la idea no se dejó convencer tan fácilmente. Ella pensó que samuel se molestaría pero no al contrario él lo entendió diciéndole que le encantaba esa determinación que tenía que lograba que su amor aumentara cada segundo más por ella. Él sabía que días como ese lo tendrían siempre así que no le costaría mucho el tener que esperar.

Andrea se despidió finalmente de todos y llegó al rancho del junco encontrándose con irina que estaba con Arturito en brazos. Irina como de costumbre no se aguantó y le tuvo que preguntar a andrea de donde venía a pesar de que no era muy difícil adivinar pues la cara de enamorada que tenía andrea la delataba sola. Esta vez andrea le habló sin ninguna dificultad acerca del maravilloso día que había tenido con samuel, mientras le contaba no quitaba una sonrisa de emoción en su rostro, irina se contagió de su felicidad, pues era tan distinta la andrea que estaba viendo en comparación con la de antes, era como si el amor la hubiera cambiado totalmente o más bien como si hubiera logrado sacar toda esa dulzura y esa alegría que sabía que ella poseía pero que no la mostraba por su orgullo y los prejuicios que su madre le había inculcado.