"Y Llegaste Tú"

Capitulo 26

Abrí la puerta del baño y pude contemplar cómo mi mejor amiga yacía sobre un charco de sangre que había acumulado en la bañera.Su cuerpo estaba lleno de señales y su cara estaba pálida y fría, la saque de la bañera con mucho cuidado; pero aunque pesara poco me costó sacarla. En ese momento no sabía qué hacer ni a quién acudir ahora sí que me había quedado sola, completamente sola, no quedaba nadie a quien poder acudir cuando mi mundo se hiciera pedazos, no quedaba nadie que me hiciera compañía, tampoco quedaba nadie que le diera sentido a mi vida. Si seguía con vida era por qué no moriría tranquila sin saber quién ha  estado haciéndome tanto daño en los últimos meses. Llame a al policía que vino e investigó un poco, me ofrecieron irme a vivir a una casa de acogida donde estaría vigilada las 24 horas claramente me negué ya que lo que menos falta me hacía ahora era alguien que me vigilará. Me dieron una caja que llevaba Jess en la mano, y algún que otro objeto personal suyo y se llevaron el cuerpo para analizarlo. Durante todo el rato que había estado al policía en mi casa me había negado a llorar pero cuando me volví a quedar sola y a sentir ese vacío rompí en lagrimas recordando todo lo que habíamos vivido juntas y lo que me había ayudado en estos últimos meses, ella había estado cuando más falta me hacía y no me había podido despedir de ella como se merecía, ni si quiera me había dado tiempo a agradecérselo todo. Pasaban las horas y mis lágrimas no cedían, tumbada en la cama mirando hacia el techo y con los auriculares puestos y así una y dos horas hasta que me quedé durmiendo. Cuando me desperté noté la presencia de alguien más en la habitación a pesar de la poca visibilidad que había en el ambiente. No me atrevía a levantarme no sabía quién podía estar al lado mío, también cabía la posibilidad de que todo fueran imaginaciones o de que siguiera soñando pero ya no me fiaba ni de mí misma, me quede quieta e intente tranquilizarme y volver a dormirme pero una mano fría rozó mi espalda y me causó un escalofrío que me quitó todo sueño dejándome totalmente paralizada, ahora estaba segura de que no estaba sola en mi casa.