De pronto sonó el timbre de toda la preparatoria. Cogí mis cosas de la mesa y los metí enseguida hacia mi bolso.
Salí de mi salón acompañada de mis amigas del aula.
No dejábamos de reírnos de los comentarios que hacíamos.
Me separe de ellas de repente. Me tenia que ir a coger el bus a casa.
La cuidad ya se tornaba oscura. Las 7:35 pm. Indicaba mi celular.
De camino hacia casa. Crucé las calles hasta llegar a esta.
Al ingresar. Un pequeño pecoso término por recibirme. Se trataba de mi pequeño hermano. Hans, quien como todos los días termina siempre por abalanzarse encima mío con una extensa sonrisa en el rostro.
- Mamá! Haneul ya llego!. - grito emocionado.
Enseguida lo cargué y lo lleve hacia donde la mayor de la casa se encontraba preparando la cena.
Puse de pie a Hans y me acerque hacia mamá con un tierno beso en la mejilla.
- como te fue hija?. Hubo trafico en la autopista?. Demoraste un poco. - comentó sin apartar la mirada de la olla.
- si mamá. Pero no fue mucho... Todo estuvo bien. - Sonreí contenta.
- que bueno hija. Sabes... Ya saldrá la comida. Ve a lavarte las manos que ya serviré. - ordeno. Enseguida asentí y me retire de su lado.
Subí los escalones hacia llegar a mi habitación. Ingrese y me encerré en ella.
Tire mis cosas sobre la cama y me metí al baño. Después de ello. Me dirigí al comedor. Ahí esperaba mi pequeño hermano, quien entusiasmado esperaba por su platillo de comida.
Tome asiento frente a el y empecé a interrogarlo. Quería saber como le iba en el colegio.
Este puso un gesto desagradable y bajo la mirada.
- sucede algo en tu salón?. - pregunte sin apartar la mirada del pequeño.
- no. - afirmo rápidamente. Sus mejillas estaban hinchadas. Y sus cejas fruncidas.
- entonces?. - continúe interrogando.
- no sucede nada. Calla la boca!. - ordenó enfadado. Sorprendiendome de pronto.
- malcriado!. - grite enfadada.
Enseguida mamá se acerco y puso los platos sobre la mesa.
- no discutan. Y coman. - ordenó y volvió a meterse a la cocina.
Minutos después se acerco y tomó asiento junto a nosotros.
Los ruidos de los cubiertos golpeando los platos de porcelana. Eran los únicos que se podía oír. Nadie decía alguna palabra.
Así que empecé. Quería cortar ese silencio que terminó por incomodarme enseguida.
- mamá... Sabes algo sobre mi tía?.- mire a mamá esperando por la respuesta. Ella aguardo un instante y luego me miro confundida.
- tu tía dices?.
- sí. - asentí tranquilamente.
- entonces... Si te iras?. Si quieres irte?.
- hum?. Pues...
- dime. Quieres irte a seúl?.
- yo... Solo quise saber si mi tía no tiene ninguna dificultad en recibirme en su casa...
- dijo que para ella no es problema tenerte en su casa. Solo quiere tu decisión. Todo esta en tus manos.
Enseguida me puse a pensar en ello ya que aún no me había puesto a analizar ese detalle. A decir verdad no me imaginaba viajar a Corea y dejar todo atrás.
Todo eso se me hacia difícil.
Mi tía quien se encuentra viviendo ahí. Me ofreció quedarme a convivir con ella mientras aún estoy estudiando y terminar la carrera la cual estudiaría.
Después de la muerte de mi padre. Mi madre estuvo pensando en mandarme a lado de mi tía ya que de esa manera solo cuidaría del pequeño Hans. Era una buena idea como para apoyar a mamá. Así que no había manera de oponerme.
- mamá... Lo seguiré pensando. - bebí un poco de agua.
Enseguida me puse a imaginar en las diversas aventuras que viviría si fuese a viajar. Conocería nuevos amigos pero dejaría de ver a los antiguos y eso me deprimía.
Continúe meditándolo hasta por fin saber cual era mi decisión.
Camine hacia donde se encontraba Hans. Éste jugaba con sus nuevos robots que mamá le había comprado el domingo pasado.
- Hans... Jugamos un rato?. - pregunte con una extensa sonrisa en la cara. El me miro emocionado y me compartió enseguida sus juguetes. Le acaricie el cabello y luego jugué con él.
Sostuve unos de sus robots y a través de él hable con Hans imitando una voz grave.
- hola Hans!. Tu sabes muy bien cual es mi nombre cierto?.
- sí!. Tu te llamas Optimus!! - grito fuertemente con gran emoción.
- cierto!. Eres un niño muy inteligente!. Dime... De seguro eres el número uno en tu salón. Cierto?.
- hum... Maso menos... - negó con la cabeza. Aún prestando atención a su robot favorito.
- como que maso menos?!. Pero si eres muy aplicado.
- si... Pero.
- pasa algo?!.
- hay... Otros niños que son mejores que yo.
- nadie es mejor que tu!. - empecé a alentarlo.
- de verdad?.
- de verdad!. Tu eres el mejor!.
- gracias!. - sonrió contento. Al igual que yo mientras lo iba observando.
De repente esa mirada brillosa quien no dejaba de observar con admiración a su personaje animado favorito. Se dirigió hacia mi.
- Haneul... Es cierto que quieres irte?. - pregunto con seriedad. La sonrisa en mi cara se borro enseguida.
- tu que crees?.
- que... No lo harás!. Tu te quedaras aquí con nosotros!.
Sonreí al verlo contento con su opinión. Pero dentro de mi, empecé a sentir un leve dolor ya que no lo volvería a ver durante muchos días.
Ya había tomado aquella decisión. Ya que de ese modo ayudaría a mamá a darle menos carga en el hogar.
Solo Sonreí frente a Hans y acaricie su cabello nuevamente.
De repente sonó la puerta. Se trataba de mamá. Acababa de llegar de ir de compras.
Camine hacia ella y ayude con el bolso.
Nos metimos hacia la cocina y ahí apartados de Hans le comente acerca de mi decisión.
- entonces decidiste irte. - comentó con seriedad mientras guardaba las cosas dentro de la nevera.
- sí mamá. Veo que sería mejor.
- entonces... Cuando será?.
- este jueves.
- ok. Me parece bien. - continuo ordenando.
- mamá. Me iré. - repetí con intensión a que viniera en mi y me dijera que no lo haga o tan solo que diera fuerzas para lo que me depara. Pero mamá aun seguía concentrada en sus cosas. - mamá... No me extrañaras?. - pregunte enseguida.
Al no obtener respuesta de mamá. Decidí alejarme de su lado totalmente deprimida.
Mamá giro la mirada hacia mi y solo me observo con tristeza.
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