Capitulo 2

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Capítulo 2: El de porque es una irresponsable.


Una semana había pasado desde que había salido de la consulta de la psicóloga. Bueno, una semana, seis horas y cuarenta y tres, cuatro, cinco... segundos. Sí, llevaba la cuenta. La mente de Lauren Jauregui era en ese momento una mezcla desordenada y homogénea de sentimientos encontrados. ¿De verdad estaba obsesionada? Keana lo había significado todo para ella, o al menos eso había pensado, porque a dos semanas de la boda de la psicóloga ella solo podía pensar en si la camionera llevaría un frac. Era imposible, ¿cómo iban a hacerlo? ¿Sería una de esas bodas cutres en las que ambas llevarían vestido o ambas llevarían traje? Precisamente por eso las mujeres no deberían poder casarse, o eso era lo que pensaba ella. No tenía sentido ninguno. A ver, cuando el cura/juez/lo que fuese que utilizasen para oficiar la ceremonia dijese "ya puede besar a la novia", ¿a cuál de ellas se referiría? Obviamente debía ser a Keana, porque la otra de "novia" tenía más bien poco. Si hubiese dicho "torta" sería otra cosa, pero "novia", no, imposible. Igualmente no lo sabría, pues, como es evidente, no estaba invitada a la ceremonia.

Lauren había dedicado aquella soleada mañana de junio a recoger en una caja todo lo que le recordaba a la psicóloga, y se había sorprendido al descubrir que apenas había media docena de cosas: la camiseta que se puso la primera vez que hicieron el amor, el CD favorito de Keana, la tarjeta de su consulta, la entrada de la primera y única película que fueron a ver pues aunque la sala era oscura eso era demasiado público como para estar saliendo con ella todos los días, la única foto que se habían tomado juntas y el lazo que había envuelto el regalo de cumpleaños que le había hecho la psicóloga: un osito de peluche con un corazón que decía "TE QUIERO" al apretarle la barriguita y un folleto para una casita rural en el extrarradio en la que pasaron dos hermosos días fuera de la vista de la sociedad. Si lo pensaba con detenimiento, Lauren se había portado realmente mal con su ex novia; no solo la había amargado con sus comentarios acerca de la homosexualidad, sino que también había arruinado todos sus planes para que no la viesen con ella en ningún lado. Ni siquiera recordaba haber ido nunca con ella a tomar un café.

-Es perfectamente comprensible que me odie – suspiró con resignación mientras metía la caja en el armario, un lugar que le había parecido más que conveniente.

Después de hacer su rutina de ejercicios diaria, Lauren se metió a la ducha y en ese mismo instante empezó a sonar su móvil. Cómo no. Cerró el grifo y, maldiciendo entre dientes, se enrolló en una toalla para cruzar su cuarto hasta llegar al dichoso aparato sin mojar demasiado el suelo. Lo trasladó hasta el baño, dejándolo encima del lavabo, descolgó el teléfono y lo puso en modo altavoz con el mayor volumen posible para después volver a la ducha y abrir el grifo.

- ¡¡¡¡¡Leeeern!!!!! – gritó una muchacha desde el otro lado de la línea -. ¡Esta noche fiesta!

- Me estoy duchando, Normani – le respondió sin muchas ganas de juerga -. ¿Se celebra algo?

- ¿Cómo que si se celebra algo? – preguntó indignada su amiga -. ¿Hace falta que se celebre algo para irnos de fiesta todas nosotras?

- No, la verdad es que no – respondió enjabonándose el pelo.

- Vamos, Lern, no todos los días puede reunirse todo el grupo...

Lauren comenzó a aclararse el jabón con cuidado de que no le entrase en los ojos. Lo cierto es que hacía mucho tiempo que no veía a sus amigos. Ellos eran la élite, y no lo decía ella, sino todas las revistas del corazón. Todos eran hijos de gente importante, pero lo más curioso es que cada una de sus amigas: Normani, Lucy, Vero y Ally; y por supuesto, el que no podía faltar, el hermano mellizo de Ally, Troy. Para Lauren había sido siempre divertido en extremo salir con el grupo, conocía a Normani desde que eran pequeñas y se habían criado juntas, pero cada vez que salían a algún lugar todo se llenaba de paparazzi y sus nombres salían en las revistas sensacionalistas como: "la familia real y Lauren Jauregui". Cuando estaba con ellos, a pesar de tener su mismo estatus, se sentía inferior, y eso la molestaba bastante. Sin embargo, de entre todos no podía darle negativas a Normani, ella era como "la hermana que nunca tuvo". Bueno, eso suena un poco cruel, pero Taylor siempre se comportó más como su madre que como su hermana mayor.

LA GINECOLOGA. [Camren]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora