•Capitulo 1•

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Soy Cassie Kelley y acabo de cumplir 17 años, cualquier chica estaría emocionada por tener 17 años, para tener más libertad.
Pero yo no, yo no tendré una fiesta en grande porque ya me hice "mujer" no, yo no lo tendré, lo que yo tendré es mudarme a otra parte del mundo, con una persona que no veo desde que tenía 7 años, mi padre Scott Kelley.
Mis padres se divorciaron cuando tenía 7 años y quedaron que en cuanto yo cumpliera 17 me iría a vivir con mi padre, en ese entonces todavía vivía en California y no tenía una esposa. Ahora por el maldito trato de mis padres dejare California, donde están mis amigos, mi casa, mi escuela y mi madre. Ahora me iré a Australia porque a mi padre se le ocurrió mudarse ahí cuando se divorció de mi madre, quitándome todo lo que me importa.

Aquí estoy, en un carro lujoso yendo a mi próximo hogar.
El carro paro, (algo que no quería que hiciera) dejándome enfrente de una casa demasiado grande, empiezo a pensar que mi madre me envió a un Orfanato.
El chofer dejo mis maletas a mis lados y se subió al carro y arranco. ¿Que?¿Acaso no tenía que pagarle? Bueno, de todas formas no traía dinero.
No quiero entrar, quiero regresar a California donde toda mi vida está ahí.

Cuando iba a tocar el timbre las puertas se abrieron, acaso es una mansión embrujada? "Vamos Cassie, no seas tonta son electrónicas" me dijo mi tonta conciencia.

-No me importa que sea o no mi hermana, no me quedaré esperándola tengo cosas que hacer.- escuche a lo lejos, era como una voz de hombre era grave pero enfadada.
Empecé a caminar con todas mis maletas en las manos, para ser especifica tenía 4 maletas y demasiado pesadas para aguantarlas, por eso daba pasos de tortuga.

-Para eso tenemos personal, para que te ayuden niña.- dijo un chico acercándose a mi, valla pero que chico! su pelo era de color rubio y sus ojos eran color azul pero un azul brillante, un azul que hipnotiza, portaba una playera de rayas color negras y blancas y unos skkiny jeans que le quedaban demasiado bien, tengo que admitirlo, tiene mejores  piernas que yo.

-Yo eh, no sabía.- conteste estúpidamente, dios que hermosa ceja!.

-Quien eres?.- dijo con cara de asco, que linda bienvenida.

-Soy Cassie, Cassie Kalley.- dije estrechando mi mano la cual el la miro y rechazó.

-Paula!.- gritó el chico. Acaso no me diría su nombre?.

-Si joven.- dijo una señora como de unos 46 o 47 años, castaña con ojos hazel.
La señora bueno, Paula al parecer, vino hacia mí agarrando mis maletas.

-Yo puedo con ellas, gracias Paula.- le dije a la señora que me miró y sonrió.

-No, no puedes, ellas están aquí para servir no para pasearse por la casa, así que Paula agarra sus cosas.- dijo el chico, que le pasa? Porque la trata así? Ese chico está loco. Paula agarro mis maletas y no me dejo que se las quitará.

-No deberías tratarlas así.- le dije al chico mientras pasaba por su lado siguiendo a Paula.

-No me digas qué hacer niña.- dijo el chico saliendo de la mansión.

Si de afuera la casa era enorme por dentro era mucho más, Paula desapareció con mis maletas, y era la única que me ayudaría a no perderme.

-Cassie?.- la piel se me erizo al escuchar su voz, no ha cambiado nada si voz.
Me voltee para ver al hombre que me había creado. Mi mamá tenía razón me parecía mucho a él, no es que no me acuerde de él pero hace tanto que no lo veo. Su pelo era igual que el mío y también las cejas.

-Papá.- dije y me dio un abrazo que respondí.

-Ven, déjame enseñarte tu cuarto.- me dijo. Subimos las escaleras y entramos como en un pasillo habían 4 puertas de 2 puertas eran de color blanco, 1 de color rosa y la última no podría descifrar el color porque estaba lleno de pósters de bandas.
Me pregunto de quién será esa puerta.
Y ahora que lo pienso, también me pregunto quién es el chico que le hablo feo a Paula.

Please Daddy  [L.H.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora