El sabia que ya no la volvería a ver. A pesar de eso, no dejaba de pensar el lo suave de su piel, en sus notorio sarcasmo, en sus ojos casi negros.No dejaba de pensar en ella.
El le había prometido volver a enamorarse, volver a ser feliz junto a otra mujer igual que como fue con ella. Por eso no pudo evitar sentirse culpable el dia de su boda. Porque a pesar de que amaba a aquella mujer que había besado en el altar, no la amaba con la locura que amo a su primer amor.
El tiempo fue pasando y se olvido de su piel, de su nombre, su voz comenzaba a ser un recuerdo dudoso y sus momentos y recuerdos juntos se desvanecian como se desvanecian los años. Pero el nunca se olvido de su sonrisa.
ESTÁS LEYENDO
Sal, Pimienta Y Amor
RandomCabe resaltar esto sólo surgió dentro de mi pequeña cabeza. Todas estas ideas y textos (o al menos la mayoría ) surgen cuando, a altas horas de la noche, el insomnio ataca y genera que lo único interesante que tengo para hacer es mirar el techo de m...
