Suelo imaginarlo a él. Que no tiene u rostro determinado o un nombre concreto, pero si actitudes, su voz o hasta sus ojos color miel que me vuelven loca. Con su particular lunar del lado derecho de la boca o con su pelo incorregible que despeino cuando tengo la oportunidad; No le molestan mis cicatrices sino que las dibuja con sus dedos por las noches, cuando cree que estoy dormida.
Me enseño el mundo y como vivirlo a pleno. Me saco de mi burbuja de confort y me enseñó a ver todos los colores que hay, no solo las tonalidades que hay porque hasta el cielo te las enseña con algo tan simple como un arco iris.
Lo imagino, lo sueño y le cuento mis más grandes locuras e ideas que no me atrevo a revelar al mundo. Ojala, algún día. El aparezca para robarme una sonrisa y más de un beso.
A el
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Sal, Pimienta Y Amor
RandomCabe resaltar esto sólo surgió dentro de mi pequeña cabeza. Todas estas ideas y textos (o al menos la mayoría ) surgen cuando, a altas horas de la noche, el insomnio ataca y genera que lo único interesante que tengo para hacer es mirar el techo de m...