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Hay cosas que no pueden terminarse porque nunca han comenzado. Exactamente igual que nuestra historia. ¿No es así, Jeongguk?

Tú, mi pequeño Jeongguk, jamás comprendiste el significado del amor; se trata de querer y demostrar, no de aparentar y lastimar. Te aprovechaste de que yo era alguien que nunca ha sido amado, que sólo sabía improvisar. Confíe en ti más que en mí mismo.

Vivía con el miedo de que conocieses a alguien mejor. Cada vez que me hablabas de algún compañero de la universidad o del trabajo me aterraba que pudiese llegar a ser importante para ti. Pero en realidad el único peligro que podía desmoronar nuestras (mis) ilusiones era que algún día Jimin decidiese regresar.

Jamás llegaste a olvidar a Jimin, ¿verdad?

Yo lo sabía. Siempre lo supe. Si algún día Jimin regresaba todo se desvanecería. Y así fue.

-Me has roto el corazón.-grité con lágrimas en los ojos.
-Te lo has hecho tú solito.-respondió con indiferencia aquella voz en mi mente que me resultaba tan familiar -por esperar algo que te dije que no te podía dar.

No dejaba de escuchar tu voz en todas partes...

¿Qué tiene de divertido ilusionar a las personas? Dime, Jeongguk, tú que además sabes mejor que nadie lo que se siente, ¿por qué me has hecho esto? ¿Te sientes mejor destrozando a otra persona para olvidar que realmente eres tú el que está roto?

Tengo miedo. De nuevo no creo ser suficiente, siento que lo que hago no vale la pena. Ya no sé ni siquiera si es por mí o por los demás que hago esto. Tengo muchas ganas de encerrarme en mi habitación, tumbarme en la cama con los auriculares puestos y llorar hasta que ya no quede nada, hasta que ya este seguro que puedo salir y sonreír; para que nadie note que estoy mal, para que nadie pregunte cosas que no sé si pueda responder.

Pero Jeongguk, prométeme que en otra vida haremos todo lo que en esta nos faltó hacer juntos. En realidad quisiera volver a conocerte por primera vez. Y así poder hacer las cosas bien... Pero eso es imposible porque tú ya no estás... o sí...

Ese día me quedé pensando que algunas personas jamás nos dejan, nunca se van del todo, aunque ya no estén aquí. Su esencia se queda, su voz se escucha, las sentimos sonreír. Algunas personas jamás nos dejan. Son eternas.

fin.

Ephemeral ➳ HopekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora