Capítulo 8: Sentimientos

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Residencia Wilde, Down Town, 18 de junio del 2015, 5:30 pm.

Judy seguía encima de Nick, el cual estaba muy nervioso por lo que la coneja fuera a hacerle.

"¿Estare haciendo bien en dejarme llevar con Nick? Digo lo noto bastante nervioso. Pero supongo que es porque estoy encima de él y además, lo tengo en ropa interior. Lo voy a hacer, lo voy a besar. No me importa que pase luego, debo hacer que note lo que siento por él" pensó Judy, mientras se preparaba para besar a Nick.

–¿Cuando pasaste de ser una tierna coneja a una despiadada cazadora?– le preguntó Nick bastante nervioso.

–Desde que tú, un apuesto depredador, te convertiste en mi adorada presa– le respondió Judy de una manera muy atrevida.

"Demonios, no se enojó por que le dije tierna, lo que significa que ella está segura de que quiere estar conmigo. No sé, pero... llevamos unos días de conocernos y estoy seguro de que ambos queremos estar juntos. Sin embargo, debo de decirle que no será posible lo nuestro. Me duele el pensar eso, pero siento que es lo mejor" pensó Nick, y antes de que pasará otra cosa, decidió intervenir.

–Judy, esto no es correcto – habló Nick, intentando que Judy entrará en razón.– Soy un depredador, tu una presa. No debemos enamorarnos. Además, soy policía y tu...

–Una criminal que atrapaste para siempre– le interrumpió Judy.– Además, eso no me importa– agregó Judy, acercándose cada vez más al hocico de Nick.– Y no me importaría tener que pagar una condena de estar a tu lado toda mi vida, mi torpe zorro.

–Coneja muy tierna y astuta– dijo Nick, para finalmente unir sus labios con los de Judy, en un apasionado beso lleno de amor, que duró un par de minutos.

–¿Me puedo poner cómoda yo también?– le preguntó Judy cuando se separaron. Nick asintió y Judy se quedó en ropa interior en un abrir y cerrar de ojos.

–Judy, soy un depredador, tengo diferentes instintos que tu– le dijo Nick, aunque bastante más excitado que nervioso,– no quiero hacerte daño.

–Sabes que zorrito... – le respondió Judy con una mirada pícara,– eso es justo con lo que contaba.

Y ambos animales se besaron nuevamente, sólo que esta vez con algo de lujuria, para después, unir sus cuerpos como uno solo.

Hotel Pangominio, Down Town, 18 de junio del 2015, 8:30 pm.

Una armadilla estaba leyendo una revista detrás del mostrador de la recepción, cuando Jack entró al edificio.

–Hola Jack– lo saludó la armadilla.– Oye...

–Hola Dharma – le devolvió cortésmente el saludo, interrumpiéndola.– Me voy a mi habitación.

–Ok, ten cuidado con Kudu y Oryx– le dijo, refiriéndose a sus vecinos gacelas,– todo el día han estado molestando a todo el edificio.

Jack se dirigió a su departamento, notablemente confundido. Por una parte estaba el hecho de que Nick siempre lo había apoyado, pero por el otro estaba Maggie.

Al entrar, prendió el radio y se escuchó una canción bastante deprimente. Se estaba preparando para acostarse, cuando los gritos de sus vecinos se escucharon desde la otra pared.

–¡Conejo, quita esa deprimente música!– le gritó Kudu.

–¡Que no ves que todavía no supera el haber perdido al animal que amaba y el haberse distanciado de su mejor amigo!– le respondió Oryx, también gritando.

–¡Si no se callan los voy a arrestar por alterar el orden público! – les gritó Jack, enfurecido.– ¡Y esa amenaza no sólo es por hoy, es mientras viva en este edificio!

Las gacelas se calmaron después de eso. Sabían que Jack hablaba enserio. Aunque lo pareciese, el no era un tierno conejo. Era como un zorro en el cuerpo de un conejo.

–¡De acuerdo Wilde!– le gritó Kudu para que entendiera que ya no iban a molestar más.

"Nunca debí de haberme llevado por las emociones del momento" pensó Jack, después de lavarse la cara. "Digo, con Nick es con quien mejor me llevaba, y por lo de Maggie, arruiné nuestra amistad. Voy a intentar hacer las paces con el, aunque no volvamos a ser amigos. Que más quisiera que eso, pero después de mi actitud hacia él, dudo que suceda. Además, quiero ayudarlo a encontrar al maldito que, prácticamente causó que nos peleáramos. Aunque antes debo de distraerme un poco. Creo que debo disculparme con Dharma por como la traté al llegar. Y a las 10:30 le hablaré por teléfono a Nick, para quedar con él para pedirle perdón."

–¿Jack, estas bien? – le preguntó Dharma al verlo bajar nuevamente.

–Vine a disculparme por lo de hace rato.

–Jack, se que todavía extrañas a Maggie– le respondió Dharma, dándole un abrazo, que se podía calificar como maternal,– pero era suficiente como para lastimar así a Nick– Jack comenzó a llorar al hombro de la armadilla.– Quiero decir, el estaba devastado por su muerte, como para que lo hayas abandonado así como así.

–Ya lo se– dijo Jack con la voz entrecortada por el llanto.– Y quisiera pedirle perdón, pero no se cómo.

–Dile la verdad – le respondió Dharma.– No hay mejor remedio para los conflictos entre amigos que la verdad. Ahora, limpiate esas lágrimas y dime... – Dharma esperó a que Jack dejara de llorar y se secara los ojos para continuar,– ¿Como demonios le hiciste para callar a esas dos gacelas?

–Tuve que amenazarlas con que los iba a arrestar por alterar el orden público – le dijo Jack, calmándose un poco y sonriendo.

–Debi de pedirte hacer eso desde que llegaste aquí Jack– le dijo Dharma riendose. – Y en cuanto a lo de Nick, estoy seguro que el entenderá. El te aprecia mucho más de lo que crees.

–Gracias Dharma, realmente necesitaba desahogarme.

–Cuando quieras Jack. Siempre que lo necesitaba tus padres me apoyaban, yo hago lo mismo por ustedes.

–Nunca conocí a mis padres– le dijo Jack cabizbajo.

–Hablo de los Wilde, Jacky. Aunque no lo creas ellos te querían tanto como a Nick y a Maggie.

–Supongo que por eso me aceptaron en su casa, cuando decidí escapar del orfanato.

–¿Ves? Nick tiene un buen corazón. Estoy segura de que te perdonará.

–Supongo que si... Guau, mira la hora– dijo Jack, señalando su reloj, que marcaba las 10:20 pm.– Será mejor que me vaya a mi departamento ya, que todavía necesito quedar con Nick para pedirle perdón.

–Si, ya es tarde. Buenas noches, Jacky – le dijo Dharma, antes de retirarse.– Y suerte con Nick, aunque creo que todo saldrá bien.

–Gracias y buenas noches Dharma.

Jack se metió a su departamento y se acostó en la cama. Luego agarró su celular, marcó un número y espero a que le contestaran.

[Llamada]
JB: ¿Quien habla?
JaS: Jefe Bogo, soy yo, Jack.
JB: Jack... ¿Que necesitas a esta hora?
JaS: Quería avisarle que mañana no podré ir al trabajo por un "asunto familiar".
JB: Pero Jack...
JaS: Hablo de mi familia adoptiva, de Nick Wilde.
JB: (Enojado) Jack, si le haces algo a Nick, te puedes ir despidiendo de tu trabajo.
JaS: Jefe... lo que voy ha hacer con Nick es disculparme con él.
JB: Ya veo... mira, Nick tiene dos días libres aún. Dependiendo de lo que te diga, veré si puedo meterte en el caso que querías.
JaS: Pero si ese caso es de Nick...
JB: Y ustedes dos, antes de lo de Maggie, eran la mejor pareja de policías, sobre todo por su química de casi hermandad.
JaS: Gracias Jefe Bogo. Mañana le avisó que pasó.
JB: Ok, nos vemos luego en en trabajo Jack.
JaS: De acuerdo Jefe. Adiós. (Cuelgan)

"Solo falta que Nick me quiera ver mañana, no pierdo nada por intentar disculparme con él, salvo el peso con el que estoy cargando en el momento" pensó Jack, mientras veía el contacto de Nick. Tras un largo minuto de razonamiento mental, decidió apretar el botón de marcar.

Compañeros En El CrimenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora