Londres,Puerto de Poole (Condado de Dorset) - 1614.
El veinte soplaba, olas oscilaban contro los botes encallado en el puerto.
El puerto de poole, un puerto muy transitable, barcos de diferentes tamaño descargaban sus mercaderías.
A la mano izquierda, alejada de de la mayorías de los barco se encontraba otro bote, una hermano bellaza, dirían los Marinos.
En la proa una escultura de madera de un mujer, nada más y nada menos que la hermosa diosa de la belleza y la lujuria, Venus para los griegos y Afrodita para los romanos.
En la vela de gavía flameada una bandera de color negro.
El hermoso barco pertenecía a el gran pirata y contrabandista, Johns Williams. La hermosa Dalia,se encontraba desembarcando.
Un joven de apenas 15 años sube las escalera, el pelo rubio tapaba su orejas, la ropa sucia lleno de ollin y de otras cosas. Unos ojos verdes como el Jade, buscan a su capital.
Hasta que lo encuentra.
El magnífico hombre de ojos negro y cabello castaño se encontraba en la popa, ordenando a su tribulación.
Sus rasgos masculino resaltan por una barba de tres días.
- ¿Señor,pude ir después a visitar a alguien ?- pregunta el joven.
El hombre sonríe - Claro muchacho, mejor todos iremos a visitar a algunas personas - alza sus cejas,los hombres a su alrededor ríen - y nos divertiremos. Pero!- Levanta su callosa manos - Debemos desembarcar - los hombres y el joven lanzan quejido.
-¡Claro,capitán! - vociferan.
Luego de desembarcar , el joven vuelve a buscar a su capitán.
- ¡Señor! - exclama.
- Joven Pearse - el capitán se acerca colocándose su sombrero sobre sus desordenados rizos castaños.
-¡Capitán!. Ya realizamos lo que nos ha dicho - comenté el joven.
- Bueno joven almirante. Puede ir a visitar a ésa jovencita - mete su mano y en su bolsillo y saca unos cuantos monedas - .Toma, - las lanza al joven - compra algo para esa niña.
El joven se ruboriza - Gracias capitán.
El muchacho sale corriendo del barco.
Pocos personas quedaban en el barco, la mayoría de su tripulación ya se estaban divirtiéndose en cualquier burdel o tomar hasta la última gota de florero en algún bar.
El capital camino hacia su camarote. Se acerca a su escritorio de madera de roble.
El hombre se saca su sombre y su chaqueta de lana de color azul.
- Estos jóvenes - sonríe sentándose.
- ¿Qué joven?- pregunta una voz suave.
El capitan vuelve a sonreír - Nosotros o no Cara.
La señorita sonríe y se acerca a ese hombre alto y guapo sentado.
- Ya nadie se encuentra abordo - se sienta en los músculos muslos del capital - Y.¿ Si nos divertimos mi Capitana?.
- ¿Y si comenzamos ya, Cara?.
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Los pasos se escuchaban por la gran cuidad de Londres. La respiración agitada del joven se hacía cada vez más pesada,los carruajes transitaban por las calles y los vendedores trandodo de ofrecer sus productos.
El muchacho se acercó a una panadería.
El olor a pan fresco llega hasta la calle.
Creo que ya se que le compraré.
Entró a la cálida y pequeña panadería. Un señor regordete se encuentran atiendo a otro cliente.
- Niño,sal de aquí no quiero que mis productos toquen tus sucias manos.
- Déjelo,- Dice unos de las clientas - sólo tendrá hambre.
