Tercero

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*Narra Miles*
La gira con mi banda(La cual es unos amigos y yo), había terminado hace un mes. Fuimos a Nueva York para disfrutar de una semana de vacaciones y nuestro representante pensó que sería una buena idea salir en el crucero mañana. Pasaríamos un mes en un barco. Tal vez sería bueno pasar unas buenas vacaciones y prepararíamos algunas canciones para un nuevo disco que teníamos planeado.
- Chicos, nos ofrecieron cantar en diversos eventos que el crucero tendrá, ¿les gustaría participar? –preguntó Sam interesado.
- Yo estoy totalmente interesado, ya quiero que sea mañana –dijo Nicolás emocionado.
- Sebas, ¿tú que dices?
- Por mí sería genial, además de que el barco… está hermoso. Hoy lo vi por Internet.
- Yo… -dije un poco dudoso- De acuerdo estaría genial –dije desanimado. Hace unos días había terminado con mi novia y no me encontraba de un gran humor. Sam llevaría a su chica. Sebas llevaba una amiga y Nicolás, Ángel y yo estaríamos disfrutando de nuestra soltería. Me mareaba en los barcos pero trataría de estar bien en este.

Dormimos esa noche en el mismo departamento, yo dormí en mi improvisada cama, hecha de sillas y Nicolás en el sofá cama, Sebas en el suelo con Grace, su amiga y Sam con Danielle en su cama. Ángel estaba recostado en el suelo, pero recargado en la pared. Lucia tan tierno allí tirado.

Al despertar sacamos todas nuestras cosas y nos ayudamos mutuamente para poder allí tan rápido se podía. Me puse mis lentes oscuros, tomé mi mochila y me acurruqué en mi asiento pues aún era muy temprano.

*Narra Mackenzie*
Sentí cómo movían mi brazo izquierdo y a lo lejos escuchaba que pronunciaba mi nombre.
- Mack–pronunció más alto mi hermano- ¡Mack! –me gritó. Abrí los ojos y me levanté de golpe haciendo que me mareara. Toqué mi cabeza y cerré mis ojos- Mackenzie aún no nos subimos al barco y ya estás mareada.
- Cállate sal de aquí –dije molesta, él regresó a mi habitación y sonrió- ¿Qué? –pregunté.
- Papá me mandó para decirte que tenemos una hora de retraso y… ya estamos todos en el auto.
- ¿Por qué no me despertaron antes? –dije alarmada y arrancándome la blusa.
- Papá… -entendí el punto.
- De acuerdo, salgo en medio minuto.-
Corrí hacia mi mochila y saqué la primera blusa que encontré, era blanca y estampada en gris. Me puse mis shorts negros, llegaban hasta debajo de las rodillas y mis converse desgastados negros. Mi cabello es castaño y largo hasta debajo del pecho. Mis ojos estaban delineados desde ayer de negro, comúnmente no me despintaba, estos eran de un color azul profundo. A veces parecían azul marino, según la forma en que me vistiera. Saqué el estuche de mi guitarra y la mochila donde tenía los lentes de mis mejores cámaras. Me puse la mochila en el hombro. Di un vistazo rápido a mi cuarto y corrí escaleras abajo.

Abrí la puerta y la camioneta tenía la cajuela abierta. Metí el estuche de la guitarra y revisé que llevaran la otra maleta con mi ropa dentro. Allí estaba mi maleta roja. Entré y antes de cerrar la puerta mi padre aceleró.
- ¡Es tarde Mackenzie! –gritó mi padre acelerando aún más.
- ¿Por qué no me despertaste? –dije molesta.
- Esa es tu responsabilidad, sabías que nos iríamos a las siete, son las ocho –dijo mirando su Rolex.
- Ya –finalicé molesta-. No quiero empezar esta nueva vida peleando contigo.
- Hija –dijo mi padre después de un rato de silencio-Dean te vino a buscar en la noche cuando estabas dormida.
- ¿Qué te dijo? –pregunté interesada. Él no me había llamado desde lo que pasó con Riley.
- Dijo… que no quería que te fueras.

No dije nada, simplemente me molestaba esto. Por qué los chicos se dan cuenta del verdadero cariño que te tienen hasta que ya te vas. Odiaba eso, siempre pasa. Tanto en las películas como en cualquier libro. Ella lo llamaba, él respondía diciéndole lo mucho que la amaba y aquí sería cuando yo bajaría de la camioneta para correr hacia el auto que venía atrás de mí persiguiéndome, pidiendo y rogando que yo no me fuera. De acuerdo exageraba. Pero por si las dudas, miré hacia atrás. Ningún auto nos perseguía.

Envié un mensaje.

“¿Qué querías?”–envié.

Recargué mi cabeza en la ventana, para así mirar al horizonte y ver la hermosa ciudad que estaba dejando. La tonada de Moves like jagger de Maroon 5 no tardó en aparecer.

“Fui a buscarte por que sabía que te irías hoy, pero… al parecer estabas dormida y tu padre no me dejó verte. No me dejó despedirme de ti. Solo quiero que sepas que… siempre te quise y no quería lastimarte. Por favor perdóname”

Miré hacia la carretera y observé cientos de personas caminando en parejas. Recuerdo cuando yo paseaba así. Un sentimiento extraño pasó por mi corazón. Vacío.

“Sé que haces esto solo por mantener tu conciencia tranquila. No te preocupes, no me interesa si te quedas con mi mejor amiga, al fin y al cabo… son tú y ella. Yo desapareceré de tu vida. Por favor no me busques más, no quiero llamadas, ni más mensajes tuyos” –cuando pulsé la tecla donde decía enviar. Sentí cómo una lágrima corría por mis mejillas. Hacía tanto que no lloraba por un hombre. Borré su número de mi agenda y aunque sabía que me lo sabía de memoria, borrarlo de mi agenda era un gran logro.

- ¿Pasa algo? –dijo mi padre preocupado.
- No solo me despedía –dije acomodando mi cabeza nuevamente en la ventana. Me puse los audífonos y proseguimos nuestro camino al muelle.

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