Confesiones y sorpresas...

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Una semana después todo estaba resuelto. Tenía un hermoso estudio en el mismo piso donde trabajaba Will y mis artesanas habían sido ascendidas a supervisoras en la creación de la nueva colección. Mi madre era jefa de supervisoras. No podría confiarle a nadie más eso.

Mi oficina era preciosa, con enormes ventanales al parque muy luminoso y amplio. Tenía un hermoso espacio para dibujar, todos los elementos tecnológicos necesarios y lo mejor de todo. Había solo una puerta de por medio entre Will y yo...

La mañana en que llegue a instalarme con mis diseños y mis cosas hicimos un pequeño desayuno de bienvenida para conocer a las costureras que trabajarían en mi colección. Aunque había cosas que se hacían en maquina como el cortado había detalles que solo se podían hacer a mano. Y tenía 100 bordadoras y costureras experimentadas. Mujeres con hijos que amaban mis diseños y en cuanto empecé la búsqueda de personal se ofrecieron con entusiasmo y experiencia.

Después del desayuno y besar a Will fui al estudio mientras mamá hablaba con las chicas.

Comencé a decorarlo con mis diseños más exitosos, con mis mejores ideas. Acomode mis libros de materiales y configure mis programas de diseño. Y por supuesto música...

Al medio dia había creado ya 15 conjuntos diferentes e innovadores. Will vino para que vayamos a almorzar. Lo recibí con un beso y elogio mis diseños de la mejor manera

_ no puedo esperar a que los desfiles para mi..._ y me hizo sonrojar y bajar la mirada, el levanto mi rostro con su mano_ hey... ¿qué sucede?_ suspire y negué _ dime..._ digo con dulzura

_ a veces, solo a veces me siento insegura de mi cuerpo contigo... digo... estuviste tantos años rodeado de modelos y con Camila que a veces no entiendo que te excita tanto de mi_ él se acerca más y me acorrala contra el atril de diseño y puedo sentir su erección pulsando desde su traje perforando mi vestido

-¿sientes eso?_ susurra en mi oído y asiento en un gemido_ eso es lo que me haces, tus curvas me vuelven loco, la suavidad de tu cuerpo, sus pechos son un oasis, tu trasero me enloquece. Tu coño dulce como una fruta y cuando te excitas y gimes mi nombre me vuelvo loco... además eres hermosa, por dentro y por fuera_ dice besando mi cuello_ talentosa, y tu sentido del humor me encanta..._

_ ¿ y no soy sexy?_ pregunto haciéndome la ofendida y él se ríe

_ eres increíble y te amo..._ susurra y nos miramos a los ojos_ te amo Amelia..._ sonrío emocionada

_ te amo Will..._ y nos besamos profundamente.

Luego de arreglar mi maquillaje bajamos a la tercera planta donde está el comedor de la empresa. Una gran sala acomodada como restaurante.

No sentamos en un área que dice reservada y un camarero nos atiende mientras el resto del personal pasa por la fila y pide la comida en la barra.

Pedimos unas pastas y agua con gas y comenzamos a hablar de los diseños. Estábamos por terminar de almorzar cuando entran Camila y Brittany. No van a ponerse a la fila. Vienen directo a la mesa y se sientan

_ ¿ que se supone que hacen?_ pregunta Will molesto

Camila lo mira aireada y dice_ siempre almorzamos aquí_

_ almuerzan aquí cuando yo o mi padre no utilizamos la mesa pero en este momento como vez la estoy utilizando con mi novia así que haz el favor de ir con el resto del personal_

_ no puedes estar hablando en serio_ dice Brittany indignada

_ claro que si_ contesta Will enfadado.

_ Will no importa realmente ya estábamos terminando, podemos comer el postre en mi estudio_ digo y el sonríe

_ ¿tienes un estudio? _ pregunta Camila indignada

_ Si la oficina al lado de la de Will_

_ nunca me dejaste usar esa oficina porque dijiste que ese piso era solo para socios y mi padre es socio_ dice mirando a Will

_exacto, tu padre es socio tu solo diseñadora en cambio Amelia tiene el 30% de las acciones lo que la hace una de las socias mayoritarias por ende también es dueña y tu jefa_ al decir esto Camila palidece_ tiene un atelier junto a mi oficina y ahora si nos disculpan tengo un postre que comer_ dice haciéndome sonrojar

Nos levantamos y él me abraza de la cintura mientras caminamos. Hubiera pagado por ver sus caras.

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