Podría decicarte
Un mar de canciones.
Podría regalarte un millar de acciones.
Pero de qué me sirvió amarte
Si al recostarte
No fue mi delirio por el cual suplicaste
Si no de otra mártir
A quien también engañaste
Hurtaste arraigados sentimientos
De cuánto en blanco padecer no significaba ningún entusiasmo
El problema si tal fue como usaste
Escusas de bajo cuidado.
Y qué tanto exclamo
Si en cuenta caigo
Que ya te has marchado.