[EunHae] Miedo (TwoShot)

I. Miedo

Siento el frío sudor gotear por mi cuello mientras que doy la vuelta en mi cama. Las sábanas están heladas a pesar de que hace horas estoy recostado en ellas, se sienten como hielo contra mi cuerpo. La habitación está completamente a oscuras, y cuando termino de acomodarme por vigésima vez en la noche, puedo jurar que veo su rostro entre las sombras que proyecta la luz de la luna a través de la ventana. Sus ojos me miran brillosos mientras me sonríe, y un segundo después se desvanece, como estuvo pasando los últimos jodidos cinco días de esta semana.

No sé dónde se ha ido, me encantaría saberlo. Maldición, daría la vida por poder estar a su lado.

Abrazo mi almohada como si ésta pudiera salvarme de mi enorme agonía, como si fuera él. Intento volver a dormir pero es imposible, cierro los párpados y ahí está, como siempre, puedo verlo a lo lejos, estiro mis manos hacia él, tratando de alcanzarlo, pero se da media vuelta y comienza a irse, se aleja de mí.

Todo el tiempo sueño que todavía está aquí, a mi lado en la cama, respirando cerca de mi cuello cuando doy la espalda a la habitación. Pero cuando despierto lo único que veo es un lugar vacío a mi lado y sombras, sombras de recuerdos.

Sólo pasaron cinco días, pero es como una eternidad para mí, apenas puedo respirar correctamente cuando quiero empezar la mañana.

No puedo evitar que una lágrima resbale por mi mejilla, la seco con el dorso de mi mano. Y al instante otra vuelve a mojarme el rostro, y otra. Otra más. Hasta que sólo puedo hundir la cara entre los pliegues de la almohada deseando que esto no fuera real.

Está desvaneciéndose lejos de mí, fuera de mi alcance.

No puedo permitir que esto se termine. Pensé que sólo se trataba de otra discusión más, nada fuera de lo normal. Sólo intentaba protegerlo. Me niego a aceptar que lo nuestro se terminó. Es todo lo que tengo, lo que siempre tuve.

La obscuridad está absorbiéndome.

Otra vez volteo y ahí está nuevamente, aunque esta vez no hay sonrisa, ni una hermosa mirada ilusionada. Lágrimas reemplazan su alegría, y quiero morir internamente por ser yo el culpable de eso. Y en un momento, desaparece. Vuelvo a quedarme a solas, sólo yo y mis recuerdos de él.

Me siento vacío por dentro. Como si no existiera.

Intento con todas mis fuerzas pensar que este no es el fin, que todo va a recuperarse, que no es demasiado tarde. Aunque tal vez lo sea... Imágenes en mi mente de él se convierten en cenizas y quiero gritar de rabia y rencor, porque lo arruiné todo, rompí en pedazos su corazón sin ningún sentido.

Recuerdo que él estaba intentado sacarme una sonrisa porque yo había tenido un mal día. Se reía con todo y encías mientras me contaba chistes tontos, parloteaba sin parar para que me distrajera de lo malo. Sus ojos avellana me observaban atentos y llenos de vida. Y después, de la nada, estallé. Aun no entiendo qué hice. Ni por qué. Simplemente no pude aguantar.

Empecé a gritarle cosas de las que voy a arrepentirme toda mi vida, lo insulté sin pensar y rompí su preciosa sonrisa en pedazos cuando le dije que se vaya, que ya no quería volver a verlo.

Y a pesar de todo ese odio saliendo de mi interior, de esa máscara de hombre sin corazón, tenía miedo. Y todavía lo tengo. Está aferrado a mi pecho y no quiere irse.

Al fin pude darme cuenta.

Ese día, al ver su alegre mirada dirigida sólo a mí acompañada de las carcajadas más sinceras en este universo, tuve miedo, miedo de no poder dejarlo ir jamás, miedo de que se canse de mí y decida dejarme, miedo de que me abandone, miedo de perderlo. Y ahora todos mis miedos se cumplieron, gracias a mí. Exploté porque no podía aceptar todos los sentimientos que se acumulaban en mi interior, esa extrema felicidad que no puedes contener y quieres sonreír hasta que se te acalambren los labios.

Estoy tan perdido sin él. Joder, duele como el infierno.

Necesito encontrarlo y disculparme. Recuperarlo. Volver a ser uno con él. Sostener sus manos en las mías y decirle que lo amo, que jamás creí tener tanto miedo de perder a alguien como el miedo que me quema cuando se aleja de mi lado.

Estoy destrozado. Me recuesto hacia el otro lado, por fin empiezo a dormirme, y nuevamente, sueño que está aquí.

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Bueno, esta es la primer parte de un two shot. En unos días voy a publicar la segunda y última parte.

Espero que les guste. Saludos. Y gracias por leer.