¿Qué sucede sí... Me gustas?

•Capitulo 1: Feliz último aniversario.

No recuerdo en que momento todo se fue a la mierda en ésta "relación". Lo expreso entre comillas porque esto ya no es algo a lo que se le pueda llamar así.

¿Cuál fue el motivo de que Adam, el chico tierno y caballero que fue en un comienzo, ese que me enamoró con su sonrisa, su cariñosa forma de ser sólo conmigo, se transformó en un verdadero idiota, controlador, agresivo...?

Porque así sucedió, de un día a otro él cambió y por más que yo intentara que todo volviera a ser como cuando comenzamos a salir, se me hizo imposible.

Hoy cumplimos 1 año de estar juntos, se supone que debemos estar felices, celebrando juntos, pero no.

Nuevamente estamos discutiendo por un supuesto "ataque de ira" como se excusa siempre, diciendo que nada lo hace al propio, que realmente no es él quien me agrede, que no le diga a nadie...

Pero ya no más. No, definitivamente no puedo más.

Basta de ser la tonta chica sumisa que se deja pasar a llevar. La ilusa que cree en patéticas promesas que jamás son cumplidas. La buena que perdona y da nuevas oportunidades. Y sobre todo, la miedosa de contar lo que realmente está sucediendo y que jamás puede pedir ayuda.

Yo no tuve la culpa de que todo esto se pudriera como me lo hacía ver, porque para él siempre soy yo la que provoca todo.

-Emma, sabes que odio que te vistas de esa forma, cambia tu atuendo ahora mismo.-Dijo tomándome de la muñeca fuertemente tirando de mi hacía mi vestidor. Definitivamente tendré una nueva marca ahí.- Me estoy cansando de que seas estúpida y no entiendas de una puta vez.

-Adam, suéltame...-Le dije con la voz temblando.-No sigas actuando de ésta forma, me haces mucho daño...

Basta Emma, sé fuerte de una maldita vez.

-¿Yo hacerte daño?, ¿crees que quiero hacerte esto?, ¿crees que yo actúo así de la nada y por gusto?, si no fueras tan imbécil y supieras obedecer no tendría que llegar a extremos, piensa TÚ en el daño que me provocas a mi. Teniendo que ver y aguantar como andas por ahí provocando a otros vestida como una zorra.-Apretó más fuerte de mi muñeca para luego soltarla de golpe haciendo que dé un paso hacía atrás.

Bajé mi mirada y me di una repasada, llevaba una camiseta blanca sin mangas un poco ajustada con una chaqueta de mezclilla unas tallas más grande, unos shorts de tiro alto y mis inseparables converse negras, ¿desde cuando vestir normal era de zorra?.

Las lágrimas amenazaban con salir de mis ojos pero las soportaba con todas mis fuerzas evitando soltar alguna, no volvería a llorar en su cara.

Respiré profundamente, aclaré mi garganta y lo miré a los ojos.

Aquí vamos.

-¿Zorra yo?, entonces... ¿Qué queda para las chicas con las que te acuestas cada fin de semana?.-Su cara cambió de forma muy notoria, de enojo a una de desconcierto, lo había tomado por sorpresa.- ¿Pensabas que no lo sabía?, no soy estúpida Adam, y me cansaste. -Apreté mis manos en puño fuertemente y suspiré.-Me das asco, mira en lo que te convertiste -Reí sin humor.-Pero ya no seré la chica que no hacía ni decía nada, vete de una vez y pensaré en quizás no tomar acciones legales por tus abusos y agresiones.

Su expresión seguía siendo la misma, incluso yo me quede sorprendida por como había hablado, no sé de donde logré sacar esa voz.

Hubo silencio por un minuto incomodo que pareció una eternidad. Parpadeó un par de veces y movió su mirada con nerviosismo antes de responderme.